Economía, EDITO

Camaleogenesis: Marea baja. (2da Parte)

Por IYA.

Fuente Los4Gatos.

Debido a la suma importancia de los textos que fueron publicados hace ya algún tiempo en el Blog de Los Cuatro Gatos y que tienen hoy una extrema e increíble actualidad con relación a Cuba decidimos reproducirlos en ZoePost, con la autorización de sus autores, a quienes agradecemos. La primera Serie, Neocastrismo: La mutación y el color político (en 3 Partes) ya ha sido publicada. Procedemos con la segunda Serie titulada Camaleogenesis.

Agradecemos a los autores el permiso de publicación.

Camaleogenesis (1ra Parte). Segunda Serie de Los4Gatos.

La marcha del cambio fraude hacia un modelo chino-vietnamita de aceleradas privatizaciones y libertades económicas, no para todos, sino cuidadosamente otorgadas a individuos a su vez cuidadosamente seleccionados por su lealtad a la cúpula, pareciera haber retrocedido tras el fin de la era Obama y la llegada de Trump a la Casa Blanca. El castrismo regresa a su capitalismo de estado donde el gran empresario sigue siendo el estado, que es el eufemismo con que se llama al desgobierno ejercido en Cuba por la asociación criminal de unas pocas familias alrededor de unos pocos apellidos cercanos al de CASTRO.

La marea de cuentapropistas de poca monta en economía informal y de un poco mayor envergadura entre unos pocos «consagrados» se detiene y retrocede, Las presiones económicas y políticas de la administración Trump han hecho efecto y el flujo de recursos hacia el castrismo ha tenido igualmente un retroceso en lo que ya era otra marea cada vez más alta, ésta de inversionistas inescrupulosos, pescando ganancias gracias a bajísimos salarios y ausencia de derechos para sus empleados, también cuidadosamente seleccionados por el castrismo según su lealtad. Pero nada de esto es permanente.

El castrismo camina por el filo de una navaja, sabe que con capitalismo de estado y libertades económicas limitadas no obtendría el impulso económico que necesita, lo sabe porque es lo que ha hecho desde 1984 y no funciona. Sin ese impulso no podrá pagar a sus acreedores y sin satisfacer a sus acreedores perderá inmediatamente el apoyo político de, entre otros, la Unión Europea, pues sus acreedores, sus inversionistas, son los mismos que financian a los políticos pujando para que se trate al régimen como si fuera una democracia electa en un país normal.

Los acreedores comienzan a impacientarse. Las empresas españolas, mayoritarias en la Isla, acumulan impagos por 300 millones de euros, unos 325 millones de dólares, según Madrid. El economista cubano Omar Everleny Pérez, comentaba a Diario de Cuba: «Claro que las sanciones [estadounidenses] afectan» la capacidad de reembolso de Cuba. Sin embargo, estima que como el acuerdo con el Club de París es «políticamente importante», «sí se va a pagar»– ¿Con que se sienta la cucaracha? me pregunto, pero continua y precisa — «Pero [esto] no va a resolver el problema a largo plazo»,  dice tras denunciar la falta de reformas que estimulen al sector privado y relancen el crecimiento económico.  La cosa no termina ahí. El Club de Londres ha intentado en vano negociar un acuerdo con la Isla durante los últimos siete años… la marea sigue bajando.

El economista Jorge Sanguinetti escribía recientemente sobre las propuestas de algunos economistas dentro de Cuba. Las propuestas, dice,  «buscan destrabar la economía cubana, pero lo que hay que destrabar son las mentes paralizadas con ideas fijas que no acaban de superar una concepción policíaca del manejo de una economía y sus empresas.» Se preguntaba «¿Están conscientes los gobernantes cubanos de qué y cuánto se están jugando por su incapacidad de tomar las decisiones correctas?»

La respuesta es . Pero sucede que las decisiones correctas en lo económico conducirían a una independencia en lo económico y por ende en lo político, pues se necesitan en una magnitud y a una velocidad que sería nociva para la permanencia en el poder de un «estado» del que, el cubano eventualmente económicamente independiente de él,  también lo sería políticamente. No pueden garantizar en el corto plazo que ya requiere la gravedad económica, el filtrado de empresarios leales que necesitan para un modelo chino y aun no han acumulado poder económico y político suficiente en una sola tendencia política, la castrista, como para intentar un modelo ruso. No pueden, pero van a tratar. Ahí están, montados en 2 caballos, con un pie en cada uno.

¿Significa esto que han renunciado a su plan A (no es el B) de cambio fraude hacia modelo chino primero y posteriormente a seudodemocracia? De ninguna manera. Se mueven, esperan, trabajan.

Sólo esperan que termine la marea baja que provocan las sanciones económicas y políticas, una flexibilizacion de ellas que podría venir,  por ejemplo, de aceptar la oferta de Trump de condicionarlas a una retirada del castrismo de Venezuela (el petróleo sería el punto importante a garantizar) y de un exilio cambiando mayoritariamente de opinión y acudiendo a los llamados de diálogo, reconciliación, borrón y cuenta nueva, «toermundoejgueno», «todos queremos lo mejor para Cuba», «el neocastrismo no es castrismo», «el cambio fraude no existe» o «es irrelevante» y «el globalismo financiando seudoopositores y seudocambios en Cuba y medio planeta es imaginario», «pura teoría», »un delirio» (como si Birmania, Nicaragua, Venezuela, etc no existieran tampoco). Y siguen trabajando febrilmente y se mueven apurados en esto. 

Desde RadiotvMarti, hasta la tv de Miami, pasando por la BBC y El País, tienen una ofensiva vendiendo como revolución a peones del cambio fraude que ya han sido archidenunciados, continuan fabricando figuras y nuevos camaleones, continuan  poniendo a la gente a mirar para donde no es con sus influencers y peones en las redes y medios, incluyendo Granma, han quemado en las últimas 48 horas en twitter a personas dando metamensajes o mensajes explícitos desesperadamente para que ni siquiera se considere castrismo al cambio fraude y se acepte a sus peones como a iguales que cualquier opositor, han dicho que no hay oposición y que no hay proyectos de país en la oposición, que sólo el neocastrismo o el viejo castrismo son las alternativas… Estas son señales claras: el plan A sigue siendo el cambio fraude. El atrincheramiento actual no es sino plan B, pausa, reagrupamiento. No hay literalmente otra salida de supervivencia e integración al globalismo con aceptación para el castrismo que un cambio fraude o un pacto geopolítico.

La marea va y viene, que nadie crea que se va a quedar baja. Lo importante es que los cubanos y los opositores verdaderos comprendan la urgencia. Con suerte, sólo nos va a durar marea baja y castrismo desesperado mientras exista la administración Trump o mientras no le haga el mismo negocio que le hizo a los norcoreanos, Trump es presidente de los EEUU, no de Cuba ni de Corea del Norte.

Gracias a Dios seguimos siendo el voto más importante de un estado clave en EEUU, de nosotros depende que se mantengan las sanciones contra el castrismo, la urgencia de tener que abrir una privatización de la economía tan sin filtros que lo ponga contra las cuerdas, de no escuchar cantos de sirena de reconciliaciones ni diálogos con criminales y de impedir un trato de la administración Trump (ni las próximas) que implique la supervivencia del castrismo en ninguna variante ni mutación gatopardista.

El cambio fraude sigue ahí, está en pausa, el tiempo de marea baja es limitado. ¡¡PIENSA CUBANO!!

5 Comments

  1. Pingback: Camaleogenesis: Marea baja. (2da Parte) – – Zoé Valdés

  2. Justo A Ruiz

    Gracias mil Zoe

  3. Waldo Gonzalez Lopez

    MUY BUENO REDITAR ESTE MENSAJE.

  4. Justo A Ruiz

    gracias Zoe

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