Por Guillermo Cid A. Villarreal
El Confidencial.
En los últimos años, la Gran Manzana se ha convertido en el máximo exponente de esta cuestión, y de ahí que ya hayan invertido más de cinco millones de dólares en un plan para acabar con su enemigo número uno. Incluso ha contratado a la consultora McKinsey para que les ayude. Pero no están solos en este calvario. Ciudades como Toronto, París, Londres o Roma han dado la voz de alarma por el crecimiento de las ratas en los últimos años. Por si fuera poco, otro factor acrecienta la amenaza: cada vez más roedores son resistentes a los raticidas convencionales. No hay una estimación de a cuántas ratas afecta esta mutación en todo el planeta, pero los avistamientos no paran de aumentar y los recuentos en ciudades como Nueva York baten récords cada curso…
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