Cultura/Educación

Serie Los Castrati: ¿Quiénes fueron los más famosos? Sus vidas (Parte última + anteriores)

Alessandro Moreschi

Por Víctor Fernández.

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Último castrato.

Alessandro Moreschi nació en Monte Compatri, Estados Pontificios, el 11 de noviembre de 1858. Apodado “L’angelo di Roma” (el ángel de Roma), fue el último castrato, y el único cuya voz quedó registrada. Nació en una familia católica humilde, era el último de seis hermanos. Existe la creencia de que nació con una hernia y, según se creía en la época, la castración era el tratamiento a seguir. También se cree que pudo haber sido castrado en 1865 cuando cantaba como solista en el Santuario de la Madonna del Castagno, en Montecompatri, pues no eran pocas las familias pobres que sacrificaban a sus hijos con esta monstruosa práctica esperando un futuro mejor para ellos. Estudió canto en la escuela Salvatore di San Lauro. Por esa época la provincia se salvó de una epidemia de cólera que azotó toda Italia, y la creencia popular atribuyó el milagro a la voz del niño. Fue descubierto por el excantante del Coro Sixtino, Nazareno Rosati, quien lo envió a Roma a estudiar canto con el compositor, organista, y maestro de música Gaetano Capocci (1811-1898). Como en 1873 la castración estaba definitivamente prohibida, Moreschi alegó que la suya había sucedido dos años antes.

 

Ingresó en el coro de la Capilla Sixtina en 1883. Fue solista de 1883 a 1898, año en el que asumió la dirección de este. Se mantuvo en el puesto hasta 1913, combinando sus tareas administrativas con el canto, hasta su retiro con 55 años.

 

De su carácter se dice que era caprichoso y presumido, y que le gustaba recibir los aplausos del público a la salida de los conciertos, para lo cual se envolvía en una gran bufanda blanca. Por petición de la Familia Real Italiana cantó en el funeral del asesinado Rey Umberto I, el 9 de agosto de 1900. El maestro de música austríaco Franz Habock (1868-1921), en su libro “Los castrados y su arte vocal”, escribió sobre Moreschi: “Es de estatura media tirando a pequeño, de rostro simpático y lampiño, con el pecho amplio y poderoso. Habla con tesitura de tenor muy agudo. Su voz y su apariencia dan la impresión de un carácter juvenil, que se refuerza con su animada conversación”.

 

Falleció de neumonía el 21 de abril de 1922, en soledad, abandonado por un hijo adoptivo que tenía. Contaba con 63 años.

 

Entre 1902 y 1904 grabó 17 temas religiosos con la Gramophone & Typewriter Company de Londres. Estas grabaciones, actualmente en CD son un documento sonoro único por tratarse de un castrato, que como ya sabemos es una voz completamente perdida. La calidad sonora es muy precaria por la época en que se realizaron, y, aunque hay opiniones encontradas al respecto del canto de Moreschi quien a la sazón tenía casi 50 años, no debemos tomarlo como ejemplo del Bel Canto de los castrati pues este estilo ya había desaparecido al menos 30 años antes de que él naciera, sino como un documento histórico de excepcional valor.

 

Discografía recomendada:

 

Alessandro Moreschi

The last castrato

Sello: Membran

 

 

Declive

 

Alrededor de 1740, tal vez antes, el número de castrati puede haber alcanzado varios cientos, pero alrededor de la mitad del S XVIII comenzó a decrecer. La práctica de la castración con fines musicales fue atacada incluso en Italia. La razón para el declive, que afectó a la iglesia más que a la escena operística, se debe buscar en la relativa mejoría económica experimentada durante el XVIII, y en el declive de la idea cristiana del celibato como virtud. La prohibición de la castración por Napoleón, después de la invasión a Italia en 1796, marcó el declive. La ópera seria, género con que se identificaba a los castrati, también entró en declive a mitad del siglo XVIII, y tenía poca audiencia cuando no se interpretaba por alguna de las últimas estrellas castrati como Luigi Marchesi (1754-1829), o Girolamo Crescentini (1762-1846). El último de los grandes castrati, Giovanni Battista Velluti (1780-1861), perteneciente al período romántico aún tuvo personajes compuestos para él por compositores de la talla de Gioachino Rossini (“Aureliano en Palmira”, 1813), y Giacomo Meyerbeer (“El cruzado en Egipto” 1824), pero el suyo fue un caso aislado. Cuando Velluti se retiró en 1830 los castrati dejaron de escucharse en la escena operística. El hábito de dar un personaje protagónico a una voz masculina aguda continuó en Italia por una década, con el castrato sustituido por una voz de contralto “en pantalones”, es decir, mujeres que interpretaban personajes masculinos. Esta costumbre desapareció con Verdi.

 

Consideraciones finales

 

Varios castrati tuvieron vidas de novela. Fueron adorados en su momento como lo son hoy las grandes estrellas de la música popular. Ganaron sumas exorbitantes por sus representaciones que les permitieron enriquecerse, jubilarse dignamente, y tener vidas muy placenteras hasta el final. Durante sus años en activo cantaron en todas las cortes europeas y estuvieron al servicio de reyes, emperadores, y zares. Su legado musical, consistente en las innumerables arias y óperas compuestas para ellos, además de la música compuesta por ellos mismos, y los varios documentos pedagógicos de su autoría, constituyen un tesoro musical de valor incalculable. Afortunadamente su repertorio está siendo rescatado desde hace décadas por musicólogos, estudiosos del tema, y contratenores que están alcanzando mucho reconocimiento y éxito con él.

 

Bibliografía

 

La ópera, una historia social

Autor: Daniel Snowman

 

Viaje musical por Francia e Italia en el S. XVIII

Charles Burney

 

The New Grove Dictionary of Opera

 

Los atributos del capón

Angel Medina

 

Castrati

Fundación Juan March

 

El teatro a la moda

Benedetto Marcello

 

 

Discografía recomendada (entre otros):

 

Sacrificium

Cecilia Bartoli

Il Giardino Armónico

Giovani Antonini

DECCA

 

The world of the castrati

The voice of angels

Virgin Classics

 

Altus

From Castrato to countertenor

Virgin Classics

 

Nicola Porpora

Opera Arias

Max Emanuel Cencic

Armonia Atenea – George Petrou

DECCA

 

Handel

Mezzo-Sopran

Opera Arias

Max Emanuel Cencic

Virgin Classic

 

“Superbo di me stesso”

Airs de virtuosité du XVIIIe Siècle

Aris Christofellis

Ensemble Seicentonovecento

Flavio Clousso

EMI Classics

 

J.S. Bach

Sacred arias & Cantatas

David Daniels

The English Concert

Harry Bicket

Virgin Classics

 

Handel Oratorio Arias

David Daniels

Ensemble Orchestral de Paris

John Nelson

Virgin Classics

 

Vivaldi Heroes

Philippe Jaroussky

Jean-Christophe Spinosi

Ensemble Matheus

Virgin Classics

 

Vivaldi

Virtuoso cantatas

Philippe Jaroussky

Ensemble Artaserse

Virgin Classics

 

Händel & Bach

Sacred Arias

Jochen Kowalski

Academy of St Martin in the Fields

Sir Neville Merriner

CAPRICCIO

 

O Solitude

Purcell

Andreas Scholl

Accademia Bizantina

DECCA

 

Vivaldi

Andreas Scholl

Australian Brandenburg Orchestra

Paul Dyer

DECCA

 

Porpora Cantatas

Iestyn Davies

Arcangelo

Jonathan Cohen

HYPERION

 

Final.

Víctor Fernández es escenógrafo y director de escena, historiador de la ópera, y galerista.

2 Comments

  1. Gustavo Lima

    Gracias por este regalo de AÑO Nuevo

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