Por Enaida Unzueta.
Nació en Bejucal como mi abuela materna, y en el mismo año.
Mirta Cerra Herrera fue una pintora cubana que estudió en San Alejandro y luego en Nueva York. Según los críticos tenía influencias cubistas y naturalistas.
Fue la moderna de su generación, el eslabón que dio paso a los llamados abstractos.
Creo que fue una pintora muy libre que, como bien decía ella misma ante las criticas y las clasificaciones: ¨Yo pinto lo que quiero”. Supo ser clásica siendo moderna. La fusión de todas las corrientes y tendencias de su época se combinaron y el resultado es una obra rica, en progresión y muy personal.
Y lo demuestra en cada pincelada con una paleta de delicado cromatismo donde destacan los tierras y los verdes en discreto contraste con tonos más serios. La verticalidad que predomina en sus obras siempre está utilizada naturalmente, como necesidad del dibujo.
Su preferencia por temas asociados a su infancia, Guajiros con ojos negrísimos, como carbones encendidos. Los paisajes, el campo, La Habana, y en general el tema cubano es mayoritario en su pintura.
Desde niña admiro su obra, ese intimismo que emana de la sencillez. Es una pintura sin estridencia, donde el oficio y el buen gusto se imponen.
Fue además ilustradora, grabadora y escultora. No conozco esta parte de su trabajo.
Visitando el Museo de Artes y Ciencias de Daytona descubrí uno de sus espléndidos “Barcos” en la colección que Fulgencio Batista donó a la ciudad.
Colección por otra parte escogida con ojo estudiado.
Recomiendo la visita, es la exposición permanente más grande de arte cubano fuera de Cuba.
Enaida Unzueta es galerista y marchante de arte.
Me encantó. Gracias por la recomendación del museo, hace años deseo ir pero siempre se aplaza por una razón u otra. No lo prolongaré más.
Gracias por presentarla. No la conocía, muestra mi ignorancia sobre el arte cubano