Sociedad

El extendido escándalo de Orpea en Francia

Zoé Valdés

Por Zoé Valdés.

Fuente Libertad Digital.

El asunto vergonzoso de ORPEA con los ancianos en Francia es sólo un espejo de lo que hace la sociedad actual con los mayores, al privilegiar a los jóvenes e inexpertos por encima de la experiencia y la sabiduría los acorrala, los condena a una muerte en vida.

El abandono y el maltrato es el punto más alto al que se ha llegado, pero antes han debido pasar por el desprecio, la anulación de las capacidades sintiéndose todavía con fuerzas e idoneidad para ser útiles. Imperdonable.

Durante mi primera adolescencia, a la edad de doce años, el régimen totalitario que impera en mi país por más de sesenta y tres años, decidió enviarnos a trabajar al campo. Aquella vez partimos todos entusiasmados, como a una fiesta, la ruda realidad nos sacudió y volvimos con una madurez lacerante antes de la necesidad de haberla vivido.

Recuerdo que nos levantaban a las cinco de la madrugada y nos conducían sin apenas desayunar a un campo de trabajo, montados en desvencijadas carretas. Sin guantes y con una ropa no adaptada a esas arduas labores entrábamos en los surcos a desenterrar papas o ha guataquear, a lo que fuera que tocase hacer… Mientras la tierra estaba húmeda las manos no se resentían. Pero alrededor de las dos de la tarde la tierra seca convertida en afilados pedruscos nos destrozaba las manos hasta hacerlas sangrar. En la noche caíamos medio muertos, baldados de la espalda, los pies ampollados, los tobillos hinchados… Y para colmo no rendíamos en el trabajo.

Los campesinos, alarmados, se llevaban las manos a la cabeza y desesperados intentaban explicar a los incompetentes militantes del Partido Comunista que a la tierra había que quererla y entenderla para saber trabajarla, que nosotros no sólo no conocíamos de eso, además, debido a la temprana edad y al origen urbano no nos interesábamos en lo más mínimo en que el trabajo obtuviese a consciencia el mejor de los resultados.

Aquellos hombres y mujeres del campo parecían ancianos con cincuenta y con cuarenta años, habían trabajado de sol a sol durante toda su vida, y la tierra también pasa factura. Lo único que conocían de verdad era su trabajo. De hecho lo único que les daba alegría era contemplar al final el resultado de ese buen y esforzado trabajo.

Pero con nosotros no existían esos resultados, y ellos temían por la salud de sus sembrados con nuestra perenne e inevitable presencia en el terreno.

Por muy joven que yo fuera, por muchas ganas que le pusiera, no podía evitar que se me explotaran o pisoteara la mayor cantidad de tomates que los que caían en la lata en la que debían depositarlos para su posterior distribución. Para colmo, me importaba bien poco. Me hallaba allí ahí de forma obligada. Si no participaba de las escuelas al campo no tendría derecho a una carrera universitaria. Así era y es bajo el comunismo.

En muchísimas ocasiones fui testigo del maltrato de esos treinteañeros militantes del Partido, maestros a la carrera fabricados en las becas soviéticas Makarenkos, contra los campesinos cuya sabiduría convertían la ruralidad en la rareza en la que es hoy. Rareza por extrañeza.

Esa falta de respeto a la edad y al conocimiento que brinda la vida se ha extendido a buena parte del mundo. Se ha caído de la falta de respeto al maltrato puro y duro, mediante el embrutecimiento de la progresía; y ni siquiera en los hogares y albergues pagados por los familiares nuestros mayores son atendidos y cuidados con la consideración y el respeto que merecen. Lamentable.

Como antídoto recomiendo ver el primer capítulo de una serie de documentales titulada ‘La España Silenciada’. Ahí descubrirán el ejemplo de Laureano.

Zoé Valdés es escritora y artista. Fundadora y Directora General de ZoePost y de Libertad de Prensa Foundation. Fundadora y Voz Delegada delMovimiento Republicano Libertario Martiano.

One Comment

  1. Lo que estan haciendo estos jovenes progre con los adultos mayores es una verguenza en las casas para ancianos (porque muchos hijos trabajan y tienen que ponerlos ahi) es escandaloso aqui golpes empujones malaspalabras y hasta violaciones increible pero cierto muchos de estos personajos han ido presos pero tienen que estar con mucho cuidado a donde los llevan no hay respeto ni conmiseracion alguna para muchos que tienen dolencias y esto es el resultado de la mala educacion y la falta de principios eticos y morales un viejo es un trapo sucio una molestia, y digo serà que estos wokes moriran todos jovenes que no llegaran? yo con mis 75 me siento tan feliz de haber llegado en gran forma fisica y mental sobretodo con mis descendientes que son mi orgullo como dice el refran “mas sabe el diablo por viejo que por diablo” anotense esta que la ancianidad es experiencia y sabiduria

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