EDITO

ED: El acceso

Por Alfonso Ussía/El Debate.

La falsa e ignorante dirigente comunista de Sumar ha propuesto dar 20.000 euros a todos los que cumplan 18 años «para emprender o formarse». No ha dicho de dónde va a sacar esos 20.000 por cada cumplidor de la mayoría de edad, y tampoco ha especificado si esos fantasmales e inventados 20.000 euros van a colaborar con el emprendimiento y la formación de jóvenes españoles, o españoles e inmigrantes legales, o españoles, inmigrantes legales e ilegales, o «welcome refugees» de todas las salsas y procedencias. Y como además de ignorante es más cursi y hueca que un orinal de loza pintado a mano con motivos florales, ha especificado la fórmula de obtención de esos 20.000 euros que no van a llegar a ningún bolsillo, porque los bolsillos son muchos y no hay euros para tantos. «Estamos hablando de que los jóvenes, cuando alcancen la mayoría de edad, tengan un acceso a 20.000 euros». Creo que es diferente recibir 20.000 euros a fondo perdido procedentes de un fondo en quiebra, que a tener «acceso» a 20.000 euros.

Mi reconocida ignorancia me ha recomendado consultar con la sabiduría, y he elegido el «Diccionario Español de Sinónimos y Antónimos» de don Federico Carlos Sáinz de Robles, ilustre filólogo y cronista del viejo Madrid. Los sinónimos de acceso corresponden, casi todos ellos, a caminos. Caminos, carreteras, veredas, sendas, carriles, entradas y acogidas. Y los antónimos que registra don Federico Carlos no son otros que indisposición, ataque, recargo, acometida y trastorno. De ahí mi preocupación. Si cada joven de 18 años o «welcome refugees» va a gozar del acceso a 20.000 euros entregados por Yolanda Díaz, que le abrirá desde Fene el camino, la senda, la carretera, el carril o la vereda para «emprender y formarse», tendrá que indisponerse, atacarse, recargarse, acometerse y trastornarse con el fin de devolverlos cuando transcurra el tiempo y el poseedor del acceso no se haya formado ni emprendido nada, por concluir que 20.000 euros no dan para tanto y que lo mejor es dilapidarlos en copas, comidas, tiendas o viajes.
Para tranquilizar a los jóvenes de 18 años, bueno es asegurarles que Yolanda Díaz puede prometer, con el mismo entusiasmo mentiroso, la luna que un cacahuete. Porque las elecciones le van a dejar sin lunas ni cacahuetes. Lo que pretendo advertir a los jóvenes de 18 años que se crean las mentiras y fantasías de la comunista enfundada en vestidos de Dior es que no sean lerdos y olviden este tipo de acceso. Sería un acceso a la elementalidad intelectual, la ceguera y finalmente, la burricie. Esta chica miente igual, pero mucho peor, que su maestro sanchista. Se trabuca, habla mal, busca figuras semánticas adornadas, no dice nada, no tiene nada que decir, y al que engañe y se lo crea, se le permitirá solicitar un certificado de «Asno» que podrá colgar en su habitación junto al póster del Ché Guevara…

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