Por Jesús Urdiola/El Debate.
A su manera. Carlos Alcaraz ya explicó al mundo el pasado mes de mayo que él quería convertirse en el mejor de la historia, pero de una forma diferente a lo que se había visto hasta ahora. En Roland Garros los españoles nos acostumbramos a ver a Rafa Nadal machacar a sus rivales, sin darles ni media opción. Carlitos hace sufrir mucho más, pero siempre termina sonriendo y esta vez no fue diferente y hasta levantó tres bolas de partido. Logró la remontada imposible y mandó a la lona a Jannik Sinner tras imponerse por 4-6, 6(4)-7, 6-4, 7-6(3) y 7-6.
Nunca el murciano había remontado dos sets en contra porque se había reservado para hacerlo en el mejor escenario posible. En la que ha sido la final más larga de la historia de Roland Garros, cuando parecía que lo tenía todo perdido, Carlitos se inventó una remontada de otra galaxia para levantar su segunda Copa de los Mosqueteros y su quinto Grand Slam. Va creciendo el palmarés y también el libro de las hazañas…
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