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Ciudades demócratas atiborradas de desamparados e inmigrantes

Por Redacción ZoePost/Diario Las Américas (Leonardo Morales.

La proliferación de tiendas de campaña de desamparados en las aceras del centro de Portland, en Oregon, y en barrios residenciales ha aumentado la polémica.

PORTLAND — La ciudad de Portland se consolidó en el 2020 como uno de los bastiones de la delincuencia de extrema izquierda y de las tendencias radicales de izquierda durante las violentas protestas por la muerte del afroamericano, George Floyd.

Ahora la imagen de esa ciudad, calificada como un campamento de radicales demócratas, se ha convertido en un cuartel público para desamparados que viven en las calles principales, entre ellos miles de inmigrantes recién llegados por la frontera sur, tras el caos fomentado por el gobierno de Joe Biden.

La proliferación de tiendas de campaña en las aceras del centro de Portland, en Oregon, así como en barrios residenciales de la ciudad está alimentando un debate sobre las ciudades gobernadas por demócratas en medio de una explosión de crisis de desamparados y de inmigrantes: ¿Deben esos campamentos ser prohibidos a excepción de lugares autorizados?

Luego de décadas de lidiar con la situación de los desamparados, las llamadas ciudades “progresistas” (extrema izquierda o socialistas) en la costa occidental del país ponderan planes similares, frente a la depauperación de sus poblaciones a causa de políticas económicas fallidas liberales.

Después de impulsar el desorden y el vandalismo

Después de impulsar el desorden a nivel nacional en el 2020, concejales en Portland votaban este jueves sobre una propuesta para crear al menos tres grandes zonas para campamentos y prohibir el resto de los alrededores de 700 sitios con carpas esparcidos en la ciudad. Más de 3.000 personas viven sin albergue en Portland, un aumento de 50% respecto a 2019, de acuerdo con la propuesta.

“La magnitud y la profundidad de la crisis del desamparo en nuestra ciudad no es nada menos que una catástrofe humanitaria”, afirmó el mes pasado el alcalde de Portland Ted Wheeler cuando anunció el plan. “Necesitamos mudar nuestra desperdigada población vulnerable de desamparados más cerca de los servicios que necesita”.

Pero los oponentes dicen que las restricciones a los campamentos penalizan el desamparo y no lidian con sus causas.

“A medida en que aumenta el desamparo visible, ha aumentado también la presión de la ciudadanía y de otros para que los funcionarios electos y otras personas en posición de autoridad lidien con el problema”, afirmó Ann Oliva, directora general de la Alianza Nacional para el Fin de Desamparo.

“Lo que ha comenzado a suceder es que la forma inmediata de lidiar con un problema que es fundamentalmente un problema de vivienda asequible es tratar de sacar a personas de la vista pública”.

La crisis de desamparados en Portland se ha vuelto una preocupación grande para la vasta mayoría de los residentes y ha motivado acciones legales. Un grupo de personas con discapacidades demandó a la municipalidad, porque las tiendas de campaña bloquean las aceras y las hacen inaccesibles para ellas.

La propuesta en Portland establecería tres sitios designados en los que se permitirían campamentos, con una capacidad inicial para 150 personas cada uno. Los sitios tendrían personal de administración 24 horas al día y proveerían acceso a servicios como alimentos, higiene, recolección de basura y tratamiento para salud mental y adicciones. (…)

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