A la primera supremacista blanca que hay que ‘impedir’ es a Hillary Clinton

Por Zoé Valdés.

En el 2016 una gran cantidad de norteamericanos impidieron que esta oportunista sumamente malvada, corrupta e hipócrita llegara a la presidencia de Estados Unidos, pero más de cuatro años más tarde Hillary Clinton sigue prendida a la teta del ‘impeachment’ contra Trump porque ya no sabe de dónde sacar rédito político a su favor.

Ha usado también para su beneficio la supuesta fragilidad de las mujeres, situándolas como víctimas del hombre y su machismo (tal vez viéndose ella misma en el espejo de aguantona y tarrúa); ahora se aferra al tema del racismo y de la supuesta superioridad blanca como mismo se agarró hasta de los cuernos que le pegara el marido, para llegar posteriormente a donde llegó tras el penoso caso Monica Lewinsky, destruyendo a la joven becaria e implorando públicamente primero la inocencia del vil esposo, y luego exonerándolo de faltas. Todo para afincarse en el poder político, como ocurrió.

No ha habido ser más despreciable en la política mundial que esta mujer. No ha habido ser más odioso y peligroso que afee más la causa de las mujeres.

Todo el que se acerca por una razón u otra a esta pareja termina con la boca llena de hormigas y en un ataúd. A través de la Fundación que lleva su nombre desaparecieron millones de dólares donados a Haití inmediatamente después del terremoto devastador del 2010. Dicen que de ahí birló buena parte y la gastó no enviándola a las víctimas del terremoto sino en la fastuosa boda de Chelsea Clinton. El funcionario haitiano Klaus Eberwin que investigó y, quien iba a declarar al respecto, fue otro de los que apareció con un disparo mortal en el cráneo al poco tiempo, “suicidado” el día anterior en el que debía asistir a los tribunales.

Hillary Clinton, a la que en las redes sociales renombran como Killary, se atreve a escribir en el The Washington Post que el ‘impeachment’ contra el presidente que la derrotó en los comicios del 2016 no bastará para acabar con la supremacía blanca. Lo dice una tipa que ha sido más que coleguilla de Robert C. Byrd (KKK),tal como se prueba en este vídeo. Un vídeo que han querido eliminar de todas partes, pero ahí está. Lo afirma una tipa que usa a los afroamericanos para condenar a un hombre, presidente de Estados Unidos, mediante su odio de mujer y política despechada y trasnochada. Un odio insoportable que en lugar de canalizar contra el marido que la engañó y humilló lo ha enfocado como un cañón contra la persona que más ha amado el país que ella traicionó exponiendo correos privados y en Benghazi abandonando al embajador estadounidense asesinado de manera atroz por su culpa. Una tipa miserable, traidora, corrupta, que usa la raza negra para untarse una capa de defensora y justiciera que nada tiene que ver con su infame persona.

La prensa oficialista olvida con una facilidad muy grande, y al parecer continúa empeñada en no razonar con la verdad. En nombre de Klaus Eberwin y de los haitianos víctimas de esta pareja infernal, desde ZoePost, reitero mi más absoluto desprecio y condena por y contra Hillary y Bill Clinton. ¡Que el demonio los lleve! Aunque más demonios que ellos no hay.

Zoé Valdés es escritora y artista. Fundadora y Directora General de ZoePost.