Por Roland J. Behar.
En los treinta y cuarentas del pasado siglo fue el fascismo el principal flagelo de la humanidad. La influencia, expansión y el control comunista en Europa del Este primero y desde los cincuenta en Asia, África y América Latina costó y aún cuesta decenas de millones de vidas en todo el orbe. Hoy es el terrorismo islámico quien promueve y ejecuta la violencia a voluntad e indiscriminadamente. Sus ejecutores cuentan con el apoyo irrestricto desde 1979 de los Ayatolas iraníes y sus aliados en Siria, Iraq, Qatar Líbano, Yemen, Argentina, Venezuela y Cuba, por solo nombrar algunos.
Nuestros aciertos y fracasos definen nuestro carácter. Todos somos beneficiarios y víctimas de nuestros actos. Usualmente, el comportamiento anterior, sin un sincero arrepentimiento, personal, en silencio y sin testigos, no cambia con el tiempo, al contrario, se reafirma. A partir de cierto momento en la vida, uno es quien es, para bien o para mal. Aunque evitemos tropezar de nuevo con la misma piedra.
Es para mí, inexplicable, cómo notables traidores al pueblo norteamericano, gozan de popularidad, consideración y respeto por una parte demasiado considerable de la población y el gobierno actual.
Me refiero específicamente a nuestro excelso embajador plenipotenciario en temas de medio ambiente, luego de ser Secretario de Estado durante Obama y Senador a perpetuidad y príncipe consorte en los tiempos que precedieron: John Kerry
El individuo que redactó él mismo sus memorias mientras coleccionaba medallas, cuyo mérito han puesto en duda sus ex -compañeros en la Marina Americana, no tuvo reparos en mancillar el honor de las fuerzas armadas de su país traicionándoles, para ganar prominencia y preponderancia, alineándose a los intereses de los comunistas nord-vietnamitas.
En 1971, y vistiendo su uniforme mancillado, se presentó ante el Congreso Americano para ¨denunciar ¨las inexcusables¨ prácticas ejercidas por sus compañeros sobre la población civil vietnamita, que según él ¨no sabían nada de democracia o comunismo¨. Acusó a las fuerzas armadas de su país, donde supuestamente servía y había sido condecorado como criminales de guerra, argumento también utilizado por Jane Fonda. En esencia, les sirvió en bandeja de plata falsas declaraciones, que venían como anillo al dedo a los que, desde las universidades, las comunas hippies o los barrios marginados del país habrían sembrado las semillas del disenso y falsedades de la realidad vietnamita, e impidieron que su pueblo gozara de la libertad y el progreso que hoy disfrutan sud coreanos y taiwaneses, exentos del yugo del partido comunista y el régimen chino.
En días recientes, el New York Times, el National Review, el Jerusalem Post y otros, han expuesto la existencia de una grabación adjudicada a o Mohammad Javad Zarif diciendo que el exsecretario de Estado John Kerry le informó que Israel atacó los intereses iraníes en Siria al menos 200 veces. Los dos hombres trabajaron estrechamente juntos elaborando el acuerdo del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA) de la era Obama que limitaba el programa nuclear iraní a cambio de alivio de las sanciones económicas.
Incluso después de que el Sr. Kerry dejara el Departamento de Estado y el expresidente Trump llegara al poder en enero de 2017, el Sr. Kerry y el Sr. Zariv permanecieron en contacto. Por la propia admisión del Sr. Kerry, se vieron en persona varias veces.
La grabación no especifica el momento de las revelaciones, pero según dijo el ex comandante de la FAI Amir Eshel en agosto del 2017 Israel había llevado a cabo alrededor de 100 ataques en Siria, mientras que en septiembre de 2018 se informó de más de 200 ataques aéreos en Siria en un año y medio.
Las simpatías y/o intereses que Kerry tiene o pueda tener por los terroristas iraníes no es una incógnita, como no lo es la posición anti israelí (antisemita) de la Sra. Heinz-Kerry. El alegado crimen cometido tiene evidentes motivos si a ello se suma la estrecha relación entre ambos funcionarios y la asiduidad de sus encuentros que aumentan la credibilidad del argumento.
Desde Washington hasta Jerusalem se reclama una investigación. La envergadura del suceso y el peligro que esta traición puede implicar nos incumbe a todos.
Chamberlain en su momento y John Kerry en toda su relación con los terroristas iraníes, pone en peligro nuestra supervivencia. Si se comprueba lo alegado, Kerry debe ser separado de toda posición gubernamental que le permita hacer daño. La verdad debe aclararse y proceder. ¿A Ud no le parece? A mí sí.
Quien traiciona una vez no tiene escrupulos para seguir haciendolo es como el alacran es su naturaleza, y las consecuencias se vieron con Mc Cain el “canario” y su odio patetico hacia Trump , espero y deseo que lo juzquen por alta traicion a la nacion
Excelente artículo
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