Por Julio César Soler Baró.
“Jamás digas que estás cansado de este país, di que estás cansado de este gobierno“.
-La abuela Bilí-
Decir que los pueblos tienen los gobernantes que merecen es como admitir que la mujer que lucía sus desnudas piernas mereció ser violada y además castigada con cien latigazos.
Los pueblos, expuestos a todo, como la mujer de las piernas y otros tantos, no son responsables de sus opresores y mucho menos los merecen.
Los pueblos además no son siempre el mismo pueblo aunque se les etiquete con el mismo nombre. Ya el pueblo cubano en diciembre de 1959 no era el mismo que el de enero de ese mismo año así como el pueblo de aquel año no es el de este.
¿Entonces por qué tendría este pueblo que “merecer” los gobernantes de tales años?
Los pueblos son como el agua de un río, que cuando la viste ya pasó, erosionándose constantemente a sí misma y a la geografía-recipiente que la contiene. Geografía con la que la próxima gota de agua-generación tendrá que arreglárselas a como pueda y dé lugar.
Al río si le haces una represa o dique o le construyes un puente o lo pueblas de nuevas especies le cambias el cauce y volumen. Lo conviertes en un ecosistema diferente. Y en el peor de los casos incluso lo secas de forma definitiva, que fue lo que prácticamente hicieron Fidel Castro y su Castrismo con el cauce y volumen del pueblo-río cubano en los primeros años de la Revolución, haciendo un pantano de lo que prometía como rí0…
Los fusilamientos, las encarcelaciones, los destierros y los éxodos, la Ley de Ajuste Cubano y la Guerra Fría, las expropiaciones, las nacionalizaciones, la centralización de los tres poderes: el político, el económico y el militar, la Reforma Agraria, las Zafras delos 10 millones, el Pastoreo Voisin, los pedraplenes, el marabú, los hurones y otros experimentos revolucionarios y contrarrevolucionarios autóctonos y foráneos cambiaron la naturaleza de ese todo material y etéreo en constante transformación que es el pueblo cubano.
Los ríos son su agua, lo que en ellos nace, mata, funde y muere y también por donde esto constantemente fluye transformándolo todo y al mismo tiempo a sí mismo. Y los pueblos son su gente y por donde ésta pasa, nace, mata, funda, transforma y muere…
El pueblo cubano desde hace muchísimo tiempo carece de las vías materiales para conseguir cambiar su cauce: carece de representantes políticos con posibilidades reales de representar a sus votantes, carece también de armas para rebelarse violentamente pues en un momento revolucionario se le hizo entregar sus armas de fuego, carece de lo más básico, carece de comida y por cada minuto que pase se hace más amoral e inculto. Porque si algo hicieron Fidel Castro y el Castrismo fue desensamblar las estructuras democráticas en Cuba despojando entonces al pueblo cubano de las vías de un cambio a su favor, entonces no, el pueblo cubano no tiene los gobernantes que merece sino que como la mujer de las piernas desnudas tiene los opresores con los que le ha tocado lidiar.
#JullArts