EDITO

Sesenta y cinco

Por Zoé Valdés/El Debate.

Tras sesenta y cinco años de criminalidad subversiva, guerrillera y terrorista, El Pequeño Gran Hegemonista, como China ha renombrado a esa isleta en medio del Caribe en forma de caimán (China se considera El Gran Hegemonista), Cagonia, la he rebautizado yo, capital Mierdalia, ex-Cuba, constituye con Corea del Norte la tiranía comunista más antigua del mundo. Comunismo igual a hambre, miseria, desolación, sangre, y lágrimas, el sudor se los debo, me hubiera gustado hacerle honor a uno de mis grupos de rock preferidos, pero si no hay ni agua para bañarse en una isla rodeada de mar, cómo va a haber sudor pese a las altas temperaturas achicharrantes. «La gente aquí ni suda ya, deambulan resecos, cual zombis calcinados. Eso sí, la peste a podrido se ha generalizado tanto que hasta el olfato huye del hedor», me comenta un familiar.
La isla idealizada por los policías escritores y los amantes de los cundiamores no es más que una lagartija árida, cuyo verdor ha mutado en el grisáceo de un acero ‘inolvidable’, donde apenas crece el marabú, que no sólo crece hacia arriba, además invade hacia abajo. Donde cae el comunismo se acaban hasta las piedras. Si el comunismo cayera en el Sahara la inminente carencia de arena conduciría a los beduinos al suicidio colectivo. Eso es también el comunismo, suicidio masivo.
Leí hace unos días que el títere que mal gobierna, el pelele de Raúl Castro y de Alejandro Castro Espín, Miguel Díaz-Canel, efebo fofo, declaró que va a subir los precios; por fin pondrá mano dura en la economía, habrá que apretarse los cinturones… ¿Precios? ¿De qué productos? ¿Cuál economía? ¿Qué cinturones si los hombres no tienen ya ni pantalones? Eso hará este manofloja, bueno para nada; ah, sin embargo, al que hay que atacar es a Javier Milei, pues se propone enderezar la economía de Argentina, devastada por los segundones del castrocomunismo.
Lo que ha hecho Milei, tras sus cientos de medidas todas extraordinarias, es que después de los piquetes y las manifestaciones del bolichurrismo en protesta, le ha pasado la factura que tienen que pagar los sindicatos y organizaciones de piqueteros a la policía y agentes del orden. Aplausos de pie.
Hace poco pensaba que los cubanos no hemos tenido suerte: cuando heroicos combatientes se levantaron en armas contra el comunismo nos dejaron solos y olvidados en la lucha del Escambray, allí se produjo una resistencia anticomunista de siete años, también la gloriosa Brigada 2506, en 1961 entró en la isla por Bahía de Cochinos, a la que Kennedy traicionó, como siempre hacen los demócratas, y los americanos en general; allí donde huelen que van a perder dinero con una guerra que ellos mismos han iniciado o continuado, levantan la pata y se largan sin un «nice to see you»…

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