“Querido Pablo”

Por Denis Fortun.

“Querido Pablo”, veo que tu concierto “Días de Luz” (ironía en un país con décadas de oscuridad) fue movido de sede y, ahora, las autoridades (y no entiendo por qué) te ofrecen “El Coliseo de la Ciudad Deportiva”, frente al “Bidé de Paulina”. Asumo que el reclamo popular de aquellos que no “alcanzaron papeletas”, al priorizarse la participación revolucionaria, ese pueblo que se “enardece” ante la más mínima provocación del Imperio y siempre dispuesto de manera “espontánea” a defender las conquistas revos, pues tuvo que ver…

Y, ¿sabes qué, “my dear” Pablo?, mientras hago descarga catártica con este post recuerdo el viejo proverbio que advierte, “cuidado con lo que deseas, se te puede dar…”. Por supuesto, estoy especulando, hago conjeturas, admitiendo que prefieres un espacio más grande, mucho más de pueblo, justo ese espacio donde al principio de esa revolución que tanto verso apasionado le regalaste una vez (versos que muchos hoy prefieren olvidar porque te quieren bien y del lado correcto), se hizo cientos de juicios sumarísimos y donde le dieron “palito” a miles de criollos.

Nada, sospecho que en su habitual arrogancia, la dictadura te la ha servido en bandeja de plata (y aún sigo sin entender) y esta puede sea tu oportunidad de redimirte, de gritar “que tú prefieres tu Isla a flote”, para el bien de los tuyos, antes de ver que se hunde en el mar por una gloria que terminó mostrando su verdadera esencia: el terror; que existe, aunque remota para algunos, la oportunidad de cantar un tema hecho para esa Habana ensangrentada, miserable, muriendo en cada pedazo de escombro, y en vez de Santiago de Chile, la que te dolió en una época porque le modificaron la existencia a un mandatario de izquierdas que obedecía órdenes de Castro, vengas a ver, a cantar por nuestra suerte.

Sí, en vez de chilenos y alamedas, es hora que pienses en los cubanos, con esos que tienes una deuda moral fuerte por tanto tiempo de loas y canciones apologéticas (y de paso le pidas disculpas a Bolívar, y a su estrella, esa que tú aseguras junto a Martí brilló), y de una vez asumas el rol con el que vienes coqueteando hace mucho, curiosamente según habla la leyenda urbana crecida alrededor de tu Fundación, luego que comenzaran entre tú y el régimen ciertas desavenencias de “corte económico”.

En fin, Pablo, hazle a Cuba de una vez un verso del que muchos se sientan orgullosos de repetir, a tal punto que sepamos perdonarte aquellos otros versos que tanto combustible le dieron a esa dictadura, a esa izquierda latinoamericana que tanto daño ha hecho y continúa haciendo en este lado del mundo. Y, por favor, si bien no te visualizo arengando a una multitud dolida y harta, que ese no ha sido tu estilo jamás, que no te veo diciendo a la usanza de hoy eso de “Patria y Vida” (en vez de Patria y Libertad; reconozco que tampoco te imagino mencionando eso de “lambo”, lo que te agradezco de antemano); incluso que uses la palabra Libertad y digas después que te refieres a La Marque, y sería eso más de lo que espero, recuerda que las cosas tienen su verdadero nombre: los Castros. Esos son los responsables de tanto dolor y muertes, miserias… Que el payaso actual que diz rige el destino de ese país, no es otra cosa que una marioneta. Claro, este “puppet” ha de pagar también en su momento…

Pablo, hoy la vida en su agitado curso, creo te ha dado una oportunidad, aprovéchala y muchos te lo van agradecer. Porque, además, dada tu estatura mediática, hagas lo que hagas no te harán daño, y al final siempre te queda España. Ya hace mucho que Nuevo Vedado no forma parte de tu geografía, supongo…

Denis Fortun es poeta y narrador. Exiliado en Miami.