Operación gusano

Por Julio César Soler Baró.

Si yo pudiera, y lo digo de corazón a sabiendas de que este, el corazón, es sólo un pedazo más de carne en mi cuerpo literalmente sublimado. Si yo pudiera, dejaría de interesarme por aquel pedazo de tierra lleno de gente a la deriva en donde nací: Cuba.

Y es que cuando veo cómo, a la manzana de nuestra libertad, fruta ácida también literalmente sublimada, se la revienta desde dentro. Operación gusano. Y es que el gusano, singular en su diversidad fastidia las manzanas desde dentro. Y es que cuando veo, siento y sufro lo que está sucediendo con el movimiento libertario cubano, infiltrado por Héroes Inofensivos, en atrezzados cursis montajes de libertad, de libertades sin independencia: se me quitan las ganas.

Ahora se ha convocado para el próximo noviembre 20 a una “marcha contra la violencia y por los derechos de todos los cubanos”, marcha sobre la que el régimen ya ha sido notificado, “noti-ficado”, avisado, qué yo, y de esto no me cabe la menor duda, visualizo: el mismo régimen ha propiciado, ahora que la Unión Europea votó a favor de romper tratados con la dictadura y que en la cumbre de la CELAC quedase al descubierto, otra vez, que en Cuba impera una dictadura. Y punto.

Esta marcha, que no será reprimida por la dictadura, da a la dictadura la perfecta coartada para negar su identidad mordaz, voraz, aniquiladora. Pues al no reprimirla podrá demostrar que en Cuba sí se respetan los derechos Humanos y Civiles del pueblo cubano cuando en realidad esta no es otra que una jugada más de la dictadura en su terreno, con sus bates y sus pelotas, un juego que habrá que seguir jugando, como ya lo hizo Fidel Castro aquella vez, hasta que su equipo gane.

Y podría ahora deconstruir razones, destrozando antropológicamente a esta marcha y a sus organizadores, como ya tantas veces lo he hecho, pero estoy cansado, extenuado y sin ganas de escribir una letra más, por el momento.