Por Carlos Esteban/La Gaceta de la Iberosfera.
Después de las encuestas, de la primera vuelta y, sobre todo, de las palabras inequívocas del excomisario europeo Thierry Breton y, sobre todo, de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se hace un poco cuesta arriba no albergar algunas dudas sobre la limpieza de las elecciones presidenciales en Rumanía.
De hecho, George Simion, líder de la soberanista Alianza para la Unión de Rumanos (AUR), ha denunciado al Tribunal Constitucional del país (CCR) después de que éste rechazara su impugnación del resultado de las elecciones presidenciales, afirmando que los jueces «han continuado el golpe de Estado».
«¡El CCR ha continuado el golpe de estado! ¡Sólo nos queda luchar! ¡Les pido que me apoyen hoy y en las próximas semanas!”, publicó Simion en Facebook. «Muy pronto tendremos elecciones de nuevo y tendremos que estar mucho más preparados».
La denuncia de Simion, presentada tras perder la segunda vuelta contra el alcalde de Bucarest, Nicușor Dan, fue desestimada por unanimidad por el Tribunal Constitucional en minutos. La AUR había alegado un fraude electoral generalizado, incluyendo afirmaciones de que votantes fallecidos votaron por Dan en Moldavia y de que hubo interferencia extranjera en las comunicaciones del partido en la plataforma de mensajería Telegram.
El director ejecutivo de Telegram, Pavel Durov, creador y director de Telegram, confirmó las acusaciones al publicar el pasado fin de semana que «un Gobierno de Europa Occidental (adivina cuál [emoji de baguette]) contactó con Telegram para pedirnos que silenciáramos las voces conservadoras en Rumanía antes de las elecciones presidenciales de hoy. Me negué rotundamente. Telegram no restringirá las libertades de los usuarios rumanos ni bloqueará sus canales políticos«…