Por Zoé Valdés/La Gaceta de la Iberosfera.
La inmoralidad de la prensa oficialista de izquierdas no viene de ahora, aunque cierto es que lo que sí ha sucedido con el paso del tiempo radica en que esa prensa conservadora o de derechas, también oficialista, se ha ido permeando de la bajeza de la de la izquierda, consumando la indignidad a la par.
Lo que ha venido sucediendo en Francia, Estados Unidos y España con relación a la información también lo vivimos en Cuba en los años 50. La revista Bohemia, editada en la isla, en su tiempo la revista más leída en Sudamérica, tomó partido por Fidel Castro, que convirtió todo cuanto tocaba en fidelismo, incluido el Partido Ortodoxo, y por consiguiente el resto de partidos políticos y hasta de periódicos. Fulgencio Batista y Zaldívar fue convertido en el malo de la película y hoy en día lo sigue siendo a ojos del mundo entero, aunque en los últimos tiempos para los cubanos esa narrativa ha ido cambiando.
La prensa ha estado por mucho en los resultados recientes en las elecciones españolas del 23J. Demonizar partidos constitucionales que no le son de su agrado se les ha vuelto en contra; no ha ganado su candidato, ni su apuesta les ha valido de nada. Pero eso sí, queda la estela de mala onda, de nefasta baba, de ninguneo y tachado.
Se atreven a tildar de fascistas, de ultras, a quienes no apoyen a los que de antemano eligieron. Todo el que no piense igual a sus intereses es señalado y linchado verbalmente. Pareciera imposible en pleno siglo XXI, pero lo es, ¡y cómo!
A propósito de linchamientos, recién el periódico Le Monde, mediante su propagandista Sandrine Morel, me entrevistó. El tema era mi candidatura al senado por VOX Madrid. Grabé la entrevista, menos mal, así se lo hice saber a Morel, he escrito acerca de esto antes… Sin embargo, la manipulación en el montaje de la entrevista no sólo fue burda, es odiosa. Pero de eso me estoy encargando…
En la entrevista Morel tildaba a VOX de extrema derecha, de lo que ya debiéramos estar habituados, si no fuera porque el peso del término ha destruido destinos y vidas, sobre todo en Francia durante la posguerra.
Enseguida vino lo de machista, y demás… Vamos, nada novedoso, en este caso el objetivo además de VOX era desde luego yo, todo probablemente fraguado en las arcas culturetas de otro periódico de ultra extrema izquierda. Eso se investigará y se comprobará.
El hecho es que Le Monde no siempre ha sido muy consecuente con el antimachismo del que ahora pretende hacer gala. El 27 de julio del 2003 me encontraba en Nueva York, junto a mi padre enfermo, cuando supe por la prensa que mi amiga Marie Trintignant había sido asesinada tras ser golpeada salvajemente en 19 puntos de su cuerpo, sobre todo en el rostro, podrán imaginar mi reacción, que ahora les ahorraré. Sin embargo, lo curioso fue la reacción de entonces tras el asesinato —que todavía no ha rectificado— de Le Monde. No he sido la única en repararlo y comentarlo entonces como ahora.
Le Monde, mediante algunos de sus periodistas, se situaron grosera e indecentemente del lado del criminal, Bertrand Cantat, cantante del grupo Noir Désir. Presentaron a este asesino como a un pobre muchacho de familia humilde mientras Marie, dijeron, era hija de un clan familiar cinematográfico adinerado. El clan, encabezado por su padre, el actor Jean-Louis Trintignant y su madre Nadine Trintignant, realizadora, fueron básicamente tratados como basura pudiente por el diario en cuestión. A Marie se le describió como una mujer conflictiva por el mero hecho de haber tenido varios maridos y cuatro hijos de esas relaciones. En una frase, la culpable en este caso era la muerta, y no su asesino, sólo por pertenecer a la izquierda furibunda…
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Zoé Valdés. Escritora y artista hispano-francesa. Nacida en La Habana, Cuba, 1959. Caballero de las Artes y Letras en Francia, Medalla Vérmeil de la Ciudad de París. Fundadora de ZoePost.com y de Fundación Libertad de Prensa. Fundadora y Voz Delegada del MRLM. Ha recibido numerosos reconocimientos literarios y por su defensa de los Derechos Humanos.
La gente marxistoide no tiene MORAL alguna, todo gira en torno a su trauma existencial materialista social e historico. Tratan de una manera a los SUYOS y como les interesa a los OTROS enemigos nominales. Asi ha hecho la Irene Montero y ni rectificaciones hacía, si quiera, no entraba en el sueldazo.
Contundente e higiénico artículo…