EDITO

La importancia de la libertad en la promoción de la paz, la justicia y las instituciones sólidas

Por Pedro von Eyken.

VI GOVERNANCE CONFERENCE GLOBAL MEETING

GOBERNANZA PARA EL CUMPLIMIENTO DE LOS OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE DE LA AGENDA 2030

LIMA, PERU, 26 DE NOVIEMBRE DE 2022

PONENCIA DR. PEDRO VON EYKEN DE ARGENTINA

Primeramente deseo agradecer la invitación del Dr. Carlos Venturo Orbegoso, Director Académico Nacional de la Escuela de Posgrado de la Universidad César Vallejo del Perú, para participar en esta importante conferencia. Me siento muy honrado.

Quisiera referirme al título de mi conferencia. La misma se vincula, sobre todo, con el Objetivo de Desarrollo Sostenible Nro. 16 de la Agenda 2030, Paz, Justicia e Instituciones Sólidas, aunque abordaré brevemente otro objetivo más adelante.  El 16 es el objetivo que me sugirió el Dr. Venturo Orbegoso al invitarme y me pareció el más apropiado por mis antecedentes académicos y profesionales, como politólogo y como diplomático.

Digo “sobre todo” porque, en realidad, la idea fuerza de mi ponencia, el valor de la libertad, se relaciona en distinta medida con los 17 objetivos. Sin embargo, con el respeto de todos ustedes,  no veo muy presente la palabra libertad en los 17 objetivos ni en las metas de cada uno. La libertad es apenas mencionada.

¿Será porque está sobreentendida? Como pueden advertir, mi intención de esta tarde es enfatizar o subrayar la importancia de la libertad. Parto de la base de que no es lo mismo impulsar y cumplir esos 17 objetivos con o sin libertad o libertades.

Sabemos que para alcanzar el desarrollo sostenible, es fundamental armonizar tres elementos básicos: el crecimiento económico, la inclusión social y la protección del medio ambiente. Estos elementos están interrelacionados y son esenciales para el bienestar de las personas y las sociedades.

También sabemos que mientras que algunas regiones del mundo tienen niveles estables de paz y buen gobierno, otras se encuentran en situación permanente de conflicto, violencia e ingobernabilidad. La corrupción, verdadero cáncer de la gobernabilidad, perjudica a la democracia y el estado de derecho, lleva a violaciones de derechos humanos y permite prosperar el crimen organizado y el terrorismo. Un estado de derecho eficiente debe garantizar el acceso a la justicia a todas las personas. Sin embargo, hoy dos tercios de la población mundial carece de acceso significativo a la justicia.

Los derechos humanos y el desarrollo humano comparten una misma visión y objetivo: garantizar la libertad, el bienestar y la dignidad de todas las personas del mundo.

La libertad plantea un cuestionamiento implícito a toda relación de poder y ha acompañado al ser humano como una forma de entender la vida. En este sentido, hay naciones donde el pueblo controla al gobierno y otras donde el gobierno controla al pueblo.

Pero, como dije, en las metas del objetivo 16 no encuentro la palabra libertad. Sólo en la meta 16.10 se habla de libertades:

Garantizar el acceso público a la información y proteger las libertades fundamentales, de conformidad con las leyes nacionales y los acuerdos internacionales.

En forma indirecta, en la meta 16.3, se lee “Promover el estado de derecho en los planos nacional e internacional y garantizar la igualdad de acceso a la justicia para todos.” Ya el estado de derecho se supone asociado la existencia de libertad.

El Estado de derecho contempla, entre otros puntos: 1°) la estructura formal de un sistema jurídico y la garantía de libertades fundamentales a través de leyes generales aplicadas por jueces independientes (división de poderes); 2°) la división de poderes políticos en la estructura del Estado.

En este punto deseo subrayar la importancia capital de la independencia del Poder Judicial. La Justicia no es sólo un servicio, como la salud o la educación. En una verdadera democracia republicana, es un Poder del Estado y debe ser independiente, no dócil a los otros dos poderes.

En realidad, el Poder Judicial es el más débil de los poderes constitucionales, ya que no administra ni la fuerza ni el dinero del Estado. El respeto a ese poder es una condición indispensable para las instituciones, para la economía, para la igualdad de los ciudadanos ante la ley y para la eliminación de privilegios y arbitrariedades.

En mi país se da un fuerte debate en estos tiempos, promovido por sectores del gobierno, que entienden que la Justicia debe ser democrática y los jueces, necesariamente elegidos. Me encuentro entre quienes no comparten este criterio. La justicia no debe ser democrática sino justa. Prefiero la antigua definición de Ulpiano, jurista romano que vivió entre los siglos 2 y 3 de nuestra era, “la justicia es la constante y perpetua voluntad de dar a cada uno lo suyo” o “de dar a cada uno según su derecho”.

Los jueces deben decidir conforme a derecho, a la Constitución. Pero si son elegidos en la misma elección del poder ejecutivo y los legisladores, su militancia política podría restarles independencia.

La meta 16.7 se halla asociada la libertad cuando dice: “Garantizar la adopción en todos los niveles de decisiones inclusivas, participativas y representativas que respondan a las necesidades”.

La democracia republicana y pluralista, con mandatos acotados, es una forma de gobierno íntimamente ligada a la participación ciudadana. Reconoce derechos y se halla basada en la libertad e igualdad, lo que se traduce en el involucramiento de los ciudadanos en los asuntos del Estado para que los ciudadanos controlen al Estado

Para conseguir sociedades pacíficas e inclusivas que promuevan el desarrollo sostenible es necesario impulsar el estado de derecho a nivel nacional e internacional y promover sociedades basadas en la transparencia y el buen gobierno, con ciudadanos que posean condiciones básicas para vivir con dignidad, paz y estabilidad.

Esos presupuestos no se logran sin libertad.

Permítanme citar la CARTA DEMOCRÁTICA INTERAMERICANA aprobada durante el vigésimo octavo período extraordinario de sesiones de la OEA, precisamente en Lima, Perú, el 11 de septiembre de 2001, propuesta por Diego García-Sayán cuando era Ministro de Relaciones Exteriores del Perú (2001-2002)

Artículo 3

Son elementos esenciales de la democracia representativa, entre otros, el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales; el acceso al poder y su ejercicio con sujeción al estado de derecho; la celebración de elecciones periódicas, libres, justas y basadas en el sufragio universal y secreto como expresión de la soberanía del pueblo; el régimen plural de partidos y organizaciones políticas; y la separación e independencia de los poderes públicos.

Artículo 11

La democracia y el desarrollo económico y social son interdependientes y se refuerzan mutuamente.

Respecto de la relación entre desarrollo y libertad, permítanme referirme a los conceptos de Amartya Sen en du libro Desarrollo y libertad, con los que coincido.

Sen es el propulsor del concepto de desarrollo como libertad, en el que la pobreza y la falta de oportunidades económicas son obstáculos en el ejercicio de libertades fundamentales. Desarrollo significa entonces expandir la libertad de los seres humanos.

El desarrollo no es un fin en sí mismo, sino un medio para llegar a una meta que es la felicidad personal.

Sen enumera faltas de libertad que influyen directamente en el desarrollo de las personas, como el hambre y la desnutrición, la enfermedad por insalubridad y por la falta de medios para evitarla tratarla, la falta de libertad política, encarnada por la denegación de derechos humanos a muchas personas o la desigualdad entre hombres y mujeres.

Una condición importante para que el desarrollo es un sistema político abierto, aunque la libertad, los derechos humanos y la justicia son valores por sí mismos y no sólo en función de su influencia sobre la economía.

Sin embargo, una de las faltas más importantes de libertad es la económica. Un sistema de mercado libre es un buen medio para que una sociedad se desarrolle.

Se debe dotar a los individuos de una sociedad libre para mejorar y desarrollarse de acuerdo a sus deseos y expectativas. Los ciudadanos libres serán más capaces de influir en su entorno, su actitud será más activa y podrán ejercerla más eficazmente en una sociedad abierta que en una cerrada y opresiva.

Ahora dejamos a Amartya Sen para otro problema. Hoy asistimos a un momento de la humanidad en el cual el Estado va cambiando. Las libertades de las personas están amenazadas por dos peligros:

  • el primero deriva de una geopolítica mundial que ampara a regímenes antidemocráticos y violadores de los derechos fundamentales de las personas. Quizá en esto tengamos poco que hacer para modificarlo pero por lo menos, en las declaraciones de nuestros gobiernos, deberíamos dejar asentado nuestro repudio. Eso tendría que ser una política de Estado para preservar la democracia.

 

  • El segundo peligro es la razón populista mediante una fórmula que suprime las libertades en aras de una construcción colectiva dominante y excluyente.

Considero difícil lograr el desarrollo sostenible en una tiranía.

Para subrayar más mi propósito me permito abordar, con el permiso de ustedes, un Objetivo que no es el elegido por mí para esta ponencia pero me interesa y preocupa enormemente: el Objetivo 5,  referido a la situación de la mujer en relación con la libertad: Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas.

Sobre este objetivo, transmito un dato local. A fines de octubre último arribó a Buenos Aires la primera familia de refugiados humanitarios afganos tras la caída de Kabul en manos talibanas. Era un matrimonio con dos hijas de 6 y 4 años. Nilofar Yaqubi, la madre de las niñas, es feminista y trabajó en su país en distintas organizaciones que bregan por los derechos de las mujeres, como por ejemplo, acceder a la salud reproductiva, a métodos anticonceptivos y maternidad segura. Por todo eso, hoy con el régimen talibán se convierte en un blanco indubitable.

Dijo Nilofar que “hoy en día ser feminista es un gran crimen en Afganistán. Si detectan algo sobre mujeres activistas, por diferentes razones, serán detenidas e incluso nadie podrá preguntar por ellas. Trabajar en ONGs en Afganistán fue un placer durante 20 años de gobierno republicano. Tuvimos respeto, libertad y autoridad mientras trabajábamos allí. Pero cuando los talibanes buscan mujeres que hayan trabajado como defensoras de los derechos de las mujeres , preguntan a los vecinos sobre el estado de cada familia y registran la casa, incluso si encuentran un documento relacionado con una ONG, es el final. Quedarse allí era exponerse a las familias, parientes y vecinos. Luego de haber trabajado 13 años por los derechos de las mujeres, quedarse en casa y limitarse a observar la situación de otras mujeres que ni siquiera pueden estudiar, salir, trabajar, fue terrible”.

Para finalizar, como latinoamericano, me referiré brevemente a un gran poeta y luchador por la libertad de otro país de nuestra región, muy querido para mí. Me refiero a Cuba y a su gran poeta y héroe máximo, José Martí. He vivido en Cuba 3 años, de 2006 a 2009,  recorrí la isla entera y hablé con muchos cubanos.

En los 26 volúmenes de sus obras completas, Martí se refiere a la dimensión externa de la libertad, entendida como soberanía e independencia frente a otras naciones, en especial, en su caso, a la independencia de Cuba frente a España y Estados Unidos. Pero también, en su vasta obra, José Martí subraya más de una vez la necesidad de libertad interna, la de los ciudadanos en su propio país, que tiene mucho que ver, como he dicho, co0n el desarrollo sostenible.

Citaré sólo un breve párrafo que prueba su preocupación por la libertad interna. En el Vol. II, en el artículo escrito en 1893 titulado “Vengo a darte Patria, Puerto Rico y Cuba”, dice Martí:

La República (…) no será el predominio injusto de una clase de cubanos sobre las demás, sino el equilibrio abierto y sincero de todas las fuerzas reales del país y del pensamiento y de los deseos libres de los cubanos todos. No queremos redimirnos de una tiranía para entrar en otra. No queremos salir de una hipocresía para entrar en otra. Amamos la libertad porque en ella vemos la verdad.

Señoras y señores, ningún país es verdaderamente libre ni puede desarrollarse en forma sostenible, como pretende esta conferencia internacional, si no es libre hacia afuera pero también hacia adentro de sus fronteras.

Muchas gracias.

Pedro Cornelio von Eyken es Doctor en Ciencias Políticas. Diplomático argentino retirado.

Compartir

Leave a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*