JJOO Tokio 2020. Pelotas hinchadas

Me hinchan las pelotas todos esos opinadores que se lanzan contra el sentido común. En el caso Simone Biles les recuerdo que para cualquier deportista de alto desempeño, un ciclo olímpico consta de 4 años de preparación élite.

Durante ese ciclo cada integrante de un equipo nacional y sus suplentes están sometidos además del entrenamiento físico a un exhaustivo seguimiento psicológico que los prepara para superar frustraciones y presiones psicológicas de todo tipo, mejorar autoestima y sobreponerse a la fatiga que se encontrarán en una Olimpiada.

Quien llegue a un certamen Olímpico y demuestra fallas en su salud mental es de todo menos UN HÉROE. Menos una gloria deportiva. Llegar a una competición lleva el aval de entrenadores y equipo multidisciplinario médico y psicológico. O eso falló o sencillamente el cuento es más largo.

Ya déjense de joder. El éxito es premiar resultados. En esto ni siquiera el esfuerzo se ha premiado sino el abandono.

Inclusive un político conservador ha salido a defender semejante actitud que hasta hace unos años era lo que es… Una deshonra deportiva.

Y antes de empezar a hablar catibía, cuento entre mis finas amistades con psicólogos y entrenadores deportivos, además de periodistas deportivos de talla internacional, que trabajaron siempre con el llamado alto rendimiento, y no me dejarán mentir.

Usa tus neuronas.