Política

ED. Las mentiras de Albares contra el Rey

Por Ramón Pérez-Maura/El Debate.

Cada vez que los Reyes van a Valencia, crece la tensión con Moncloa. No hace falta recordar lo sucedido en la base de mando avanzado de Paiporta. Ahora es interesante analizar cómo se ha desatado la reacción del Gobierno contra los Reyes después del funeral del lunes al que el Gobierno solo decidió acudir en el último minuto ante la evidencia del ridículo de la silla vacía y la intuición de las aclamaciones que iban a recibir los Reyes, como así fue.

Nuestro inefable Albares, más conocido por Napoleonchu, ha estado mintiendo en el tema de Notre Dame desde el primer minuto. Como no puede ser de otra forma, el Gobierno sabía de la invitación desde el minuto uno. Es imposible que no lo supiera. ¿Pretenden que nos creamos que al Rey le invitan mandándole un tarjetón con su nombre en un sobre de correo postal? Esas invitaciones se envían por medio de la Embajada de España en París, donde está acreditado, por cierto, Víctor Redondo, íntimo de Napoleonchu que fue a quien le confió la embajada cuando él la dejó para ir a Santa Cruz. La embajada tendría que estar en permanente contacto con la Presidencia para gestionar todo lo que rodea el viaje del Rey: la autorización del vuelo, los permisos de armas para sus guardaespaldas, las cuestiones protocolarias… Una vez recibida, desde la embajada en París se informa necesariamente al Ministerio de Exteriores de la invitación y desde ahí a Zarzuela y si es caso al Ministerio de Cultura. Porque les aseguro que tampoco a Cultura le han mandado un sobre de parte del presidente de la República Francesa.

Existe una remota posibilidad alternativa: que la Presidencia de la República tramitara la invitación por medio de su Embajada en Madrid. Y una posibilidad todavía más remota: que el embajador la remitiera directamente a Zarzuela. Pero aun si así fuera, él está obligado a comunicar al Palacio de Santa Cruz de cualquier comunicación que mantenga con la Casa del Rey, igual que si se hubiese dirigido a Cultura. Así que miente Napoleonchu porque su Ministerio conocía todo desde el minuto uno. Mintió desde el principio porque las invitaciones a los Reyes nunca son personales e intransferibles como se vio con la asistencia del Príncipe de Gales en lugar del Rey Carlos III o la de Jill Biden en lugar del presidente Biden. Les aseguro que, si los Reyes hubieran delegado en la Reina Sofía, los franceses habrían estado encantados. Pero Napoleonchu nos considera idiotas y piensa que no somos capaces de ver esos detalles. Es remotamente posible que, si de verdad se invitó a Urtasun personalmente, sí se le dijera que la invitación no era transferible, más que nada porque no delegara en su director general de profanaciones u otro equivalente…

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Zarzuela desmiente a Albares: la invitación para Notre Dame pasó por la Embajada en París. TO.

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