Por Zoé Valdés/El Debate.
Van por el mismo camino, idénticos a Fidel Castro, el que se jactaba de haber sido víctima de más de seiscientos atentados; jamás se pudo probar la veracidad de esos presuntos atentados. Cada vez que la emprendía contra un opositor buscaba y hallaba la manera de acusarlo de haber querido matarlo en un atentado. Encarcelaba al opositor, lo torturaba, le obligaba a acusar al imperialismo yanqui de todo aquel bulo, y al punto lo fusilaba, sanseacabó.
El bulo de los atentados a la bomba es algo que los cubanos conocemos muy bien. Después vendrán las acusaciones de «terroristas» contra opositores, por aquellos que son los auténticos terroristas, en nuestro caso Fidel Castro y su zarrapastrosa gente. Propio de psicópatas, como ya escribió Rosa Díez. Pues sí, se repetirá en España, los terroristas serán tildados de inocentes, y desde el Gobierno acusarán de terrorista a cualquiera que intente luchar por la verdad y enfrentarse a la mentira, a negar su engaño.
Bomba lapa, repite una periodista, a la que le publican un librejo, y ya va de escritora. Ser escritor no es eso, ella no es más que una propagandista de un régimen decadente, ‘bien pagá’ por ese mismo régimen dictatorial, ella es la voz, o una de las voces, de esta dictadura socialcomunista al estilo sanchista. Por supuesto, me refiero a la que todavía no ha pedido disculpas por difundir la falsedad de una bomba lapa contra el dictador.
La bomba nunca ha existido, aunque la lapa sí existe, es el propio presidente que como el macao no se decide a dimitir con todo lo que se ha visto y comprobado mediante investigaciones e imputaciones que tiene encima como el número uno del mayor escándalo de corrupción que se ha producido en Europa. La lapa, en el diccionario de cubanismos de Don José Sánchez-Boudy y en Un catauro de cubanismos de Don Fernando Ortiz, significa molusco, el macao que no se despega de su presa ni de la piedra o yerba en los que se instala ni con agua hirviendo. Pedro Sánchez no se despegará del poder ni con agua hirviendo ni con salfumán. Es más que un psicópata —con perdón de los psicópatas—, es un comunista en toda regla, y los comunistas no se van jamás del poder ni aunque la monstruosidad se les salga por encima de la ropa y la vomiten por las orejas.
En España, lo que tiene de duro el bulo y el lío de la bomba lapa, es que en las últimas décadas ha habido crímenes brutales por parte del terrorismo de ETA, quienes una vez mutados en lapas de la desvergüenza se han colado en el poder y son los que manejan a su antojo al mequetrefe de dictador —que, por siete votos, ya sabemos lo que tiene roto…
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