Por Zoé Valdés/El Debate.
En enero del 2025 se cumplirá otro aniversario del fracaso más estruendoso del social-comunismo en Hispanoamérica, el que triunfó hace 66 años bajo el pomposo nombre de ‘revolución cubana’. Fidel Castro creó un producto de marketing con ese nombre, y aunque muy pronto la convirtió en dictadura castrista mediante persecuciones, fusilamientos, encarcelamientos, y exilios, el mundo siguió comprándole semejante mercancía cuyo contenido incluía e incluye expandir las guerras de guerrillas y el terrorismo por toda Hispanoamérica, Europa, y Estados Unidos.
De aquella próspera y bella Cuba que en el año 1957 ocupaba el tercer lugar desde el punto de vista económico después de Argentina y Venezuela, no queda nada. Curioso que estos tres países, de entre los más prósperos del mundo, hayan sido destruidos por el comunismo y «el socialismo del siglo XXI» (así lo renombró reactualizándolo el comandante Hugo Chávez en Venezuela), imbuidos por el discurso proveniente desde el mismísimo Comité Central en La Habana.
De Cuba no podemos decir ni siquiera que sea un ‘Estado fallido’, porque de ninguna forma el régimen tiránico de la isla llega a la categoría de estado. De modo que lo único que nos queda sería la palabra ‘fallido’. Cuba representa el fallo mismo, el gran fallo monumental del experimento que quisieron llevar a cabo en el Caribe tanto los comunistas como los gobiernos norteamericanos, estos últimos al verse amenazados con una posible triunfante y doble Las Vegas que le hiciera competencia en medio de Las Antillas a la ciudad que alberga al hampa del juego con sus atracciones y distracciones…
Surprise! Surprise! Progressive…=equal Socialism
BOTH TOOK “BIRTH” BY COMMUNISM