Por TV Negocios.
Claves del día: Europa se ata a Zelensky, pero reza por el apoyo de Trump y Bitcoin vuela de nuevo «Estamos en una encrucijada histórica. Este no es momento para hablar, es hora de actuar, de dar un paso adelante y liderar un nuevo plan para una paz justa y duradera», comentó Keir Starmer, primer ministro de Reino Unido. Y es que, Europa se compromete con Ucrania para su defensa. Una sensación de un momento histórico en el que sabe que Estados Unidos es necesitado. La encrucijada, después de la reunión de Trump-Zelensky donde no hay acuerdo de minerales. Lo que sí parece Europa es seguir comprometiéndose con Ucrania. En esta fotografía viene la pregunta de cómo defensor a Ucrania, a los europeos se le viene encima el gasto en defensa, el intentar rearmarse, con una primera cifra de 800 mil millones. La presidenta de la Unión Europea comentaba: «El segundo elemento que he puesto sobre la mesa es que tenemos que rearmar urgentemente a Europa. Y para ello, presentaré a los líderes un plan integral sobre cómo hacerlo el 6 de marzo, cuando tengamos nuestro Consejo Europeo». «Realmente tenemos que aumentar el gasto en defensa. Y para eso necesitamos un plan claro y amplio de la Unión Europea, para los estados miembros y, por supuesto, para los ámbitos europeos comunes, como por ejemplo los escudos aéreos avanzados, necesitamos un enfoque europeo común. Pero también los estados miembros necesitan más espacio fiscal para hacer un aumento en la defensa», añadía Von der Leyen. Europa se ha atado a Zelensky, pero quien lideró todo lo visto en la jornada de ayer no es británico, es Keir Starmer, de Reino Unido. Europa, de este modo, depende del lío que viene desde fuera. Zelensky, a su vez, que dice no tener ningún problema por volver a Washington, se ve una Europa que le cede todo el apoyo. A partir de aquí, una fotografía en la que Trump está dejando a los líderes europeos para ayudar a Ucrania. Si Europa tiene alguna duda sobre si Putin puede atacar a Europa, sigue ahí. El camino ha sido lo contrario a lo esperado: han rechazado, sin decirlo directamente, el plan de Trump, para crear el propio plan europeo, que llevan intentándolo 3 años. En un entorno, en el que Zelensky decía no ceder ningún territorio: «Nunca reconoceremos esos territorios como rusos, es una línea roja». Esto pone todavía más complicada la fotografía de una negociación. En el escenario, a su vez, de que Rusia quisiera un Nord Stream 2, también vemos un EEUU que levanta más sanciones a Rusia. El mercado de criptomonedas ha vivido una jornada de gran volatilidad tras el anuncio del presidente de EEUU, Donald Trump, sobre la creación de una reserva estratégica de criptomonedas. Esta medida incluiría Bitcoin, Ethereum, Solana, XRP y Cardano, con el objetivo de fortalecer la economía digital del país. Bitcoin, la criptomoneda más representativa del mercado, experimentó ayer un notable ascenso,aunque en la mañana de hoy registra un nivel de corrección del 2,45%. A pesar de la caída, en los últimos cinco días ha mostrado un comportamiento excepcional, con subidas que llegaron hasta el 10% en la jornada previa. Ethereum también se vio impactado por la noticia, cayendo un 5% esta mañana tras una fuerte subida ayer. El mayor beneficiario de este anuncio ha sido Cardano (ADA), que llegó a subir un impresionante 60% en la jornada anterior. Sin embargo, hoy experimenta una corrección del 11% tras la fuerte revalorización.
VALDECASAS: «EEUU es el gran ganador de la guerra de Ucrania»: este ha sido su negocio redondo Tras la cumbre de ayer y las reacciones posteriores, queda claro que la relación entre EEUU y Europa sigue siendo inquebrantable. Se evidencia un fuerte apoyo a Ucrania, con abrazos a Zelensky, pero también la necesidad de definir las condiciones de paz, donde la postura de Rusia sigue siendo un factor clave. La falta de claridad en la estrategia europea genera incertidumbre sobre el camino a seguir. Reino Unido reafirmó su dependencia de EEUU y, con ello, la necesidad de mayores inversiones en defensa. Europa transferirá grandes sumas de dinero a EEUU, incrementando el gasto militar del 1,25% al 3-4%, lo que postula al país norteamericano como el gran vencedor de la guerra de Ucrania. La industria armamentística europea podría beneficiarse de este aumento presupuestario, pero aún está por verso qué parte del mercado capacitará a las empresas estadounidenses. Ursula von der Leyen hizo un llamado a aumentar el gasto, con EEUU como socio clave. Sin embargo, la cumbre también dejó en evidencia la falta de dirección en la Unión Europea. Mientras líderes como Macron y Sánchez evitan hacer declaraciones, la UE sigue sin un plan claro para alcanzar la autonomía estratégica. Tanto Reino Unido como la propia UE depende de EEUU en armas, telecomunicaciones e inteligencia militar, lo que refuerza la idea de que «no podemos ir a la guerra sin EEUU». La reciente reunión entre Zelensky y Trump reveló tensiones crecientes. Trump, un líder conocido por no olvidar agravios, parece mantener una relación complicada con el presidente ucraniano, lo que podría afectar futuras negociaciones. Es probable que Zelensky tenga que lidiar más con el secretario de Estado o el vicepresidente en adelante. Además, existen especulaciones sobre una posible estrategia de Trump para presionar a Zelensky a firmar acuerdos bajo condiciones desfavorables para Ucrania. Zelensky, al responder públicamente en lugar de mantener las discusiones en privado, podría haber cometido un error estratégico. Con el tiempo jugando a favor de Rusia, EEUU podría presionar por cambios en el liderazgo ucraniano, lo que abriría la puerta a nuevas negociaciones. Uno de los nombres que suenan con fuerza es el del exjefe del Estado Mayor ucraniano, quien se encuentra actualmente en Londres y cuya creciente popularidad llevó a Zelensky a apartarlo del cargo. Sin embargo, cualquier cambio en el liderazgo retrasaría aún más el proceso de paz, algo que podría jugar en contra de Ucrania. Lo cierto es que, sin el respaldo de EEUU, Europa tiene poco margen de maniobra en el conflicto. La falta de una estrategia independiente refuerza la idea de que cualquier decisión sobre la guerra y la paz dependerá de la última instancia de Washington.
