Por Andrés R. Rodríguez.
Del igualitarismo bacterial fuimos saliendo penosamente en una Emergencia Civilizatoria.
Casi todas las referencias al origen de la civilización apuntan al Medio Oriente. Dos factores son fundamentales allí: condiciones climáticas desérticas y varias especies salvajes del área que resultaron domesticables y muy productivas, fundamentalmente el caballo. La domesticación del caballo, se considera el punto de inflexión en que el ser humano comienza el proceso civilizatorio. Ganado caballar y vacuno, hicieron mucho más productivo y mejor alimentado al Homo sapiens, pero a su vez nos hizo más enfermizos.
Los gérmenes habían sido por milenios nuestros fieros guardianes, evitando que fuéramos numerosos e imponiendo primitivismo e igualdad a las hordas humanas. ¿Cómo salimos de aquel marasmo igualitario? Las hipótesis sobre las vías son muchas, y dependen de nuestra cultura de base, educación y circunstancias. Sólo queremos hacer referencia a una cierta necesidad de evolucionar, de complejizarse, que se nota en todas las estructuras de la Naturaleza, del Universo inmediato. Muchas evidencias señalan que lo natural es tender a perfeccionarse, ir de lo imperfecto a los más perfecto: EMERGER.
En esa aventura estábamos. Los grupos humanos en determinado período se asentaron y comenzaron a cultivar algunas plantas, criar ciertos animales domesticables. Estos les trasmitieron directamente sus gérmenes, pero como aún vivían semiaislados, en relativamente pequeños grupos, al enfermarse uno apenas podía infestar a unos cientos.
En la historia resultaron misteriosamente eliminadas sociedades que se establecieron en ecosistemas tropicales, abundantes en gérmenes (¿inexplicadas desapariciones de Mayas, Khmer, Tombuctú, Isla de Pascua?). Prosperaron los primeros asentamientos densos en áreas semidesérticas y luego en climas fríos. Desde entonces ocurre un pulseo entre numerosidad del grupo humano (la cultura emerge en la ciudad y requiere de la interacción entre individuos) y la mayor facilidad de trasmitir gérmenes en el grupo mayor.
Algunos grupos humanos lograron costumbres y cultura que los hicieron más numerosos y densos, por ejemplo, cuando dominaron técnicas para crear embalses y canales. Entonces surgieron grupos mayores y grandes epidemias se sucedieron. Tal vez ese período ocurrió hace unos 10000 años y comenzó en lo que hoy llamamos Oriente Medio.
Pero (siempre un pero) cuando superamos ser aquellas hordas igualadas en la miseria, aquel feroz comunismo primitivo, comenzaron a prosperar en los seres humanos nuevos sentimientos: la vanidad y la envidia. El individuo que era más habilidoso en cazar o en sembrar, tal vez pretendió mostrarlo a los otros, comenzó a resaltar su cuerpo, su caballo o su arco con adornos cada vez más vistosos. Tal vez el macho quiso ostentarle a la mejor hembra y viceversa. Entonces aquella igualdad primitiva abrió paso a la diferenciación, y caímos por el tobogán de envidiar y ser envidiado.
Al cabo de varios milenios, el habilidoso (la persona o la cultura) puede mostrar una enorme acumulación de ingenios si ha sabido transformar su capital ecológico en capital cultural. Como mejor ejemplo de cultura emergente desde su entorno debemos citar a la Magna Grecia de Sócrates, Pericles, Platón y Aristóteles. No por casualidad mientras se enfrentaba a Esparta sufrió una epidemia que se llevó al propio Pericles. Ello provocó la derrota de la ciudad luminosa, ante una sociedad muy inferior, militarista, igualitarista, que no tenía una ciudad capital y vivían en un comunismo primitivo. ¿Será una advertencia de la historia?
Saltemos varios siglos y caigamos en otro gran acelerón civilizatorio, el que conocemos como Renacimiento, que ocurrió centrado en Florencia (el Silicon Valley de entonces), Milán, Nápoles, Roma, Padua y Venecia del siglo XIII. Ello también tuvo que ver con una epidemia (la mencionada peste de 1347-1353), que eliminó gran parte de la población, con lo cual se dio vía a grupos de poder alternativos. Estas recién inauguradas capas gobernantes, ya no despreciaron al comerciante y dejaron de considerar al artesano, incluso al excepcional, como su anónimo siervo. Surgieron allí nuevos roles sociales: el respetado mercader y el artista, este último una mezcla de creador con primitivo ingeniero-emprendedor, que ya no trabajaba anónimamente para un señor.
El emerger civilizatorio, cobra nuevo impulso en la Inglaterra de Isabel, que supo encaminar y mover aquella sociedad hacia ser más meritocrática. Es entonces que surge realmente el emprendedor……que reuniéndose en grupos amistosos de intercambio de información como el de los Lunáticos de Plymouth, tuvieron un rol inaugurador y decisivo en la mal llamada Revolución Industrial.
Luego el ser humano ha seguido su ascenso civilizatorio, dando traspiés. Pero fue en ecosistemas de latitudes intermedias (subtropicales) en donde la cultura se impuso más eficientemente. Fue exactamente en la Inglaterra Isabelina, donde y cuando las condiciones sociales permitieron dar un salto con garrocha social y que una serie de inventores, pensadores y científicos interactuaran entre sí en sinergia positiva y desembocar en lo que se ha dado en llamar Revolución Industrial o Industrialización. Porque ha sido la ciencia y la tecnología, las que nos han permitido emerger de la dictadura igualitarista de los gérmenes, controlar nuestras miserias, aunque no nuestras envidias y vanidades.
Andres R. Rodríguez es Científico, Biólogo. Investigador premiado con varios libros editados, entre los que se encuentran: «Lista de Nombres comunes y científicos de peces marinos cubanos (Nomenclator)» (1984, CIP, 82 pp); «Breve Diccionario de Biología Pesquera” (Mar y Pesca, 1986-1987 80pp), «Peces marinos importantes de Cuba» (1987, Ed. Científico-Técnica, 236 pp), “Ecología Actual, Conceptos Fundamentales” (2000, UdO, 134 pp.), “Maritime Dictionary-Diccionario Marítimo (Eng-Spa)” (2009, Ed. Myths and Books, 400 pp) ¨Fábulas vivas¨ (Amazon/Alexandria Library, 2015), «Colonial Havana˗Trinidad” (2018, Amazon/Ed. Alexandria 150 pp), «Havana 500 Anniversary” (2019, Amazon/Ed. Myths and Books 120 pp). ), «Destellos al Alba” (2019, Amazon/Ed. Myths and Books 120 pp, Ensayo). «Caribbean Touristic Dictionary” (2019, Amazon/Ed. Myths and Books 165 pp), «Ecologia para Ecotourismo» (2020, Amazon/Ed. Myths and Books 380 pp), «La Verdad es llama” (2020, Amazon/Ed. Myths and Books 180 pp) En preparación: «Caribbean Ecotourism and Submarinism Eng-Spa”, «Ecotourism Multilingual Dictionary”, «Diccionario de Biología Pesquera”. Ha sido finalista en los concursos literarios “Historias sobre la Historia”. Silva Editorial (2006, Barcelona.) y Premio Orola con “Tacto”, (2009, Madrid). Actualmente es hombre de negocios, consultor de pesca, turismo, medioambiente, periodista freelance.
Noel Morera es un pintor cubano.
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