Por Catriel Leiras.
Si alguien me dice en 2016 que participaría en una caravana apoyando a Trump, hubiese pensado que estaba loco.
Pues este domingo pasado, 18 de octubre de 2020, lo que vi con mis propios ojos era, en pocas palabras, abrumador, sucedió en la ciudad de Miami, aunque también está pasando a nivel nacional.
Puntualizo en la de ayer porque faltan dos semanas para el día “D”. Normandía 2.0
Si bien ya hubo muchísimas caravanas por mar, aire y tierra a favor del presidente Trump, parece que acercándose las elecciones, que dicho sea de paso ya a partir de hoy se puede, en forma anticipada y PRESENCIAL ir a ejercer el derecho más grande que nos da este gran país: votar; cada semana el apoyo a Trump luce a vista de buen cubero, multitudinario y en crescendo.
Los demócratas se empeñan en ser ahora la “mayoría silente”, título que en 2016 se le dio a los republicanos que en masa y en silencio, pusieron en La Casa Blanca a quien, hasta el 21 de enero de 2021 no han podido quitar ni con la brujería haitiana más letal. De seguro se les acabaron los alfileres y tendrán que acudir al único remedio efectivo y vigente en EEUU: el Voto.
La distancia que pude calcular, supera las 6 millas. Esto es, vehículos pegados uno detrás del otro, con banderas, cornetas, y sobre todo: Entusiasmo. Miles de personas vistiendo camisetas y gorras con el emblemático sello de esta administración: MAGA; Make America Great Again (hagamos America grande otra vez). En esta ocasión muchos decían “Keep America Great” (mantengamos America Grande).
Y es que esa es la afrenta, no convertir este país en otro basurero ideológico de lo que ya sabemos va hacia un sólo destino; la sumisión humana a las “libertades” que “distribuyen” y escogen OTROS por nosotros.
Muchos, por morbo seguramente, querrán saber cuántos fueron los que asistieron a esta caravana y otras. No tengo la cifra y citar números sería especular. Si a usted le gusta la matemática, saque la cuenta.
Busque un mapa de la ciudad de Miami, calcule las cuadras que se abarcan desde la Pequeña Habana hasta la 117 Avenida del SW (esto es a groso modo, fue más larga) y piense en que cada bloque en ese trayecto estaba abarrotado de autos. Pensemos que en una sola cuadra quepan, entre 50 y 100 vehículos. Puedo decir que TODOS los autos que vi iban con tres o más pasajeros.
Me atrevo a agregar también, que no sólo fue en línea recta el trayecto ya que aparecían simpatizantes por calles y avenidas transversales. Incluso a pie, bicicleta y motos.
Lo que sí puedo asegurar es que el entusiasmo que hay es sobrecogedor.
Lamentablemente la prensa no dio mayor importancia a esto y nos toca hacer el trabajo de ellos a nosotros: los ciudadanos comunes.
La cadena Telemundo quiso ser “imparcial” y en un titular sin mayor cobertura dijeron que hubo en Miami una caravana a favor de Biden y otra de Trump. Cuando la de Biden parece haber sido, más bien, una brigada de respuesta rápida al estilo cubano con unos cuantos carros que no superaban los 20, por lo menos en las -más- de 6 millas a las que hago referencia y presencié.
Uno de esos, muy agresivo (cosa que NO vi por parte de los Trumpistas) se atravesó violentamente delante de otro conductor con insultos y casi chocándolo. Un policía lo detuvo al momento y lo multó.
Cuando tengan la cifra y sea fidedigna, me cuentan.
Me voy a votar.
Catriel Leiras es estilista, productor TV, coach, y Editor Opinión de ZoePost.
Muy buen análisis del entusiasmo que hay por Trump y como la prensa lo minimiza