Por Elea Cauvin/Le Figaro.
ENTREVISTA – Tras tres semanas en prisión, Nicolas Sarkozy fue puesto en libertad. Esta decisión del Tribunal de Apelación pone de manifiesto la complejidad de un sistema judicial que se beneficiaría de una simplificación y, para reforzar su credibilidad, de ofrecer mayores garantías de imparcialidad, señala el magistrado.
Béatrice Brugère es magistrada y secretaria general del sindicato Unité-magistrats.
LE FIGARO – Tres semanas después de su encarcelamiento por el caso Libio, Nicolas Sarkozy abandonó la prisión de La Santé el lunes tras la decisión del tribunal de apelación que aceptó su solicitud de libertad. ¿Supone esta decisión la anulación de la orden de ejecución provisional? ¿Cómo se explica que esto pueda interpretarse como un retroceso para la opinión pública francesa?
BÉATRICE BRUGÈRE. – A primera vista, podría parecer que se trata de una impugnación de la decisión inicial. En realidad, al apelar la primera decisión que lo condenó y emitió una orden de detención diferida, la situación de Nicolas Sarkozy cambia. Pasa de ser un condenado a cumplir una pena a estar en prisión preventiva. Ahora le es aplicable el principio de presunción de inocencia. Los criterios para la prisión preventiva son diferentes, establecidos por…















