Política

ED. Ni original ni enamorado: Pedro Sánchez al estilo Napoleón y Fidel Castro

Por Zoé Valdés/El Debate.

Pedro Sánchez ha escrito una de las cartas más extraordinariamente cursis que se haya leído jamás de un presidente de la democracia, sólo comparable (y esto le encantará) a la que escribía Napoleón cuando se hallaba en alguna contienda y suplicaba a Josefina que no se lavara allí abajo que estaba a punto de ganar y llegaría en breve para olerla, saborearla, y el resto… «Llegaré a París mañana por la noche: No te laves».

¿Estaba Napoleón tan enamorado de Josefina como él mismo creía en su delirio de grandeza? No. En esa quimera de creerse más de lo que era como hombre, macho varón masculino, de virilidad inigualable, Napoleón poseía la certeza de que Josefina constituía su mayor fetiche para alcanzar sus triunfos, y que el sexo con ella le aportaba buena suerte con relación a sus conquistas futuras como emperador.
Napoleón, a mi juicio, es uno de los personajes más camp de la historia universal. En una nota muchísimo menor, Fidel Castro se le quiso equiparar y de un plumazo borrar al racista Simón Bolívar.

De modo que es muy probable que Pedro Sánchez se crea muy enamorado de su mujer, y no sea el caso, lo que tampoco importaría mucho a la ciudadanía a la que va dirigida su carta, porque él goza de su cargo con la intención de gobernar España y de ninguna manera para que nos importen y nos imponga sus cuitas amorosas…

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