Por Eleggua Irosoumbo.
Zoé Valdés hizo recién una gran entrevista a uno de los hijos de ex presidente de Cuba, Fulgencio Batista y Zaldívar. Fue una entrevista genial, esclarecedora e histórica; creo que será usada como referencia de todo aquel que desee buscar la verdad.
Las respuestas no se hicieron esperar; por parte de los enamorados y nostálgicos de los terroristas convertidos en revolucionarios, barbudos y salvadores de la Patria, salieron rápido a atacar, condenar o criticar las verdades que en la entrevista se dijeron. Puedo entenderlos, si a esas verdades hace más de 62 años un día le hicieron una revolución de porquería y llena de mentiras, ¿cómo las debieran de aceptar ahora tras ver el resultado final de la revolución que un día apoyaron y siguieron manteniendo como niñas fanáticas y desquiciadas?
Actúan como los tarrúos: condenan y botan el sofá y no a la mujer u hombres que los traicionó. A mí me asombra que todavía hoy en día algunos cubanos sigan idealizando a personajes como Camilo Cienfuegos, Huber Matos, o hasta al mismo José Antonio Echevarría. Existe hasta una organización “anticastrista” que lleva el nombre de Frank País, quien fuera jefe de “Acción y sabotaje ” del movimiento terrorista 26 de julio.
La nostalgia por la revolución y el odio a Batista hoy todavía continúan tan vivos como en los años 50. Jamás he visto, ni tan siquiera en los opositores a la tiranía una reivindicación de la figura del general Batista; prefieren ponerle el nombre a sus organizaciones de un extranjero o ex barbudo ¡que el de Batista!
Resultó ser que aquellos a los que el presidente Batista les perdonó sus vidas, ya sea por asaltos a cuarteles o por poner bombas, años después Fidel los fusilaría o los condenaría a largos años de prisión y al exilio .En ocasiones yo agradezco que el asesino del Che no se le hubiese virado contra los Castros, porque hoy la camiseta del Che la tuviésemos que usar nosotros. Por estas tierras del exilio anda el que fuera capitán de Huber Matos que le decían ‘Tiro de Gracia’ y es considerado un gran “patriota”. Aquí también conocí a un hombre al cual Matos le fusiló al padre y a dos tíos en Camagüey. ¡Por Dios!
Tienen tanta nostalgia por los revolucionarios y revoltosos asesinos de la universidad, como mismo mi generación por la carne rusa, o estas nuevas generaciones por la claria y la moringa.
Yo sí le agradezco a Batista. El primero que nos enseñó que el pueblo de Cuba es un pueblo del último, ya sea de la cola para el picadillo de soya, como del último que les miente.
Eleggua Irosoumbo es ex preso político y freelancer.
Uff me encanto el artículo
Deja saber con claridad el mensaje claro y preciso
Cuba necesita otro Batista
Fue en ese tiempo donde único La isla fue grande
Y me recuerda aquella frase de Gerardo Machado
“Durante un tiempo fui el Hombre Dios, el Nuevo Mesías, el Hombre Antorcha, que todo lo podía, y que tiempo después, por los mismos que antes me ensalzaron, fui Satán, Moloch, Marte redivivo. // Así toda es Cuba: el país que parece hecho con las aspas de un molino de viento”.