Por Zoé Valdés.
Confieso que cuando mi amigo Mendigutxia me envió la portada de esta revista irlandesa que hoy les muestro no podía creerlo, pese a su comentario: “Algunos panfletos de la izquierda parece que tienen clara la situación. En este caso una publicación irlandesa. Fotos similares adornaban las calles del país Vasco en los años 70 y 80”. Mendi se refiere, como les habrá quedado claro, a las amenazas de la banda terrorista ETA, las que después cumplían de inmediato, como mismo las cumplía el grupo terrorista irlandés IRA.
Al observar la foto de la cubierta de la revista Village, en la que se instiga claramente a asesinar al presidente norteamericano Donald Trump, me di a la tarea de indagar un poco más. Nada difícil, Google todavía conserva la revista en sus servicios, con el artículo y la polémica portada, fechada en el año 2017, Trump llevaba sólo un año en el poder, y la revista ya había decidido que era un tirano pleno de odio y que había que cometer tiranicidio en su contra para salvar al planeta, ni siquiera a Estados Unidos.
El artículo, de un odio feroz, al mismo tiempo acusa de odio al presidente, que es lo que hacen todos estos de la izquierda, acusar de odio desde el inicio, porque esa palabra frena cualquier tipo de razonamiento contrario y a favor de la persona acusada y difamada, y porque de tal modo señalan y condenan a los demás de sus propios defectos y perversidades. Sin firma, es entonces la redacción quien asumió y asume la escritura de este infame documento que todavía Google conserva, que también guardarán seguramente las redes sociales, las que en su momento permitieron que la publicación divulgara, y que siguen divulgando al no borrarlo o censurarlo como hacen a menudo por mucho menos que esto.
Imaginen que este artículo fuese escrito hoy en contra del ilegítimo Joe Biden, con muchísimas más acusaciones, y todas documentadas con imágenes, como se puede notar en los vídeos donde el ilegítimo Sleppy Chao (como lo llama el periodista y activista chino Yuan Lee) manosea niñas, niños y mujeres, entre otras lindezas; no sólo el escándalo habría sido mundial, las redes sociales lo hubieran censurado de inmediato y Google habría cerrado de a viaje la página de la revista, para siempre, como han hecho con las cuentas del presidente Trump y con las de sus seguidores. Pero ahí está, aquí pueden verla, se llama Village, y como ya dije es irlandesa, y de izquierdas. Comprueben por ustedes mismos.
Hace dos días vi un vídeo de unos youtubers en el que comentaron que la ventana de una habitación de la residencia de Donald Trump en Mar-A-Lago había sido tiroteada desde arriba, quizás desde un helicóptero o algo parecido. No he encontrado esa información en ninguna publicación, ni en ninguna parte, y es probable que -si no es producto de la imaginación de quienes propagan la noticia- entonces haya sido cierta, viendo que desde el 2017 se instiga desde la misma prensa y desde Google y desde internet a acabar con el presidente Trump y con su familia (recuerden la siniestra imagen que publicó la actriz Kathy Griffin con la cabeza ensangrentada de un decapitado Trump en su mano y que dio la vuelta al mundo sin que Google tomara las medidas necesarias, y ninguna red social lo hiciera. ¿Ha hecho lo mismo la comediante con la cabeza del manoseador Biden siendo ella feminista? De ninguna manera, ni lo esperen tampoco. Y por ahí anda tan campante, encantada de la vida, haciendo su trabajo, sin que nadie le haya cuestionado su acción ni la hayan expulsado de ningún teatro o plató de televisión como sí expulsaron a la maestra que expresó opiniones pro Trump de una escuela en Florida.
Jamás pensé que el pueblo norteamericano soportaría lo que ha sido capaz de soportar en los últimos meses, como verdaderos carneros al estilo de los cubanos. Nunca pensé que el mundo libre se prestaría a semejante infamia, y a esto que estamos viendo, a la mentira y al reclamo de la violencia y la sangre con tanta permisividad, confabulación, y satrapía. Pero aquí estamos. De hecho, no debe extrañarnos, recuerden que el premio Nobel de la Paz a Barack Hussein Obama, a pocas semanas de ser elegido, y su actuación guerrerista posterior, que evidencia que tiene las manos manchadas de sangre, y no sólo de guerras aquí o allá, además de víctimas pacifistas, como lo fueron en Cuba Orlando Zapata Tamayo, Oswaldo Payá, Harold Cepero, Laura Pollán, entre otros…
No lo olviden. A ver si alguien se atreve a publicar una foto idéntica a esta de la revista de marras, pero con el rostro de Obama o de Biden, o con el rostro de Xi Jinping, o con el del coreano Kim Jong-un, o con el del cubano Raúl Castro. Whay Not? O Well Hay Not?
Zoé Valdés es escritora y artista. Fundadora y Directora general de ZoePost.
La verdad aplastante de un texto gigante
Fight Fire With Fire….
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Zoe contundente articulo. Me encantas.
La izquierda se vanagloria de sus bajezas y el mundo lo contempla impasible.
La tendencia general es a favorecerlos Siempre.