Por Vozpópuli.
Se reedita la novela satírica ‘Rebelión en Catanya’, inspirada en los delirios del independentismo catalán.
Juan Abreu (La Habana, 1952) es escritor, pintor y una de las firmas más leídas de la sección de Opinión de Vozpópuli. Estos días reedita Rebelión en Catanya (Debajo la mesa), donde vuelca con humor extremo y precisión literaria su visión del separatismo catalán (liderado en la ficción por el inefable líder Tarat). Amigo del perseguido Reynaldo Arenas, y enemigo de cualquier tiranía colectivista, Abreu disecciona sin piedad el esperpento narcisista al que ha llevado el independentismo a la sociedad catalana. Un libro para pensar e incluso reír, aunque la situación sea muy seria.
Pregunta. Acaba de publicar la versión definitiva de Rebelión en Catanya. ¿Considera que las tesis del libro eran tristemente proféticas?
Respuesta: Definitivamente. Suelo decir, no totalmente en broma, que si se quiere saber cómo terminará el llamado “conflicto” entre Cataluña y España, hay que leer Rebelión en Catanya. Las cosas han alcanzado tal grado de delirio entre los líderes nacional–racistas catalanes, que cualquier cosa es posible. Incluso un final tan demencial como el que describo en mi libro.
P. Creo que el texto puede considerarse una sátira. Me gustaría saber si resulta complicado satirizar una situación ya de por sí esperpéntica.
R. Es una sátira, una chacota a costa de los nacionalismos, especialmente del nacionalismo catalán. La verdad es que no ha sido nada complicado, escribí el libro de un tirón. Me bastaba ver los periódicos para encontrar inspiración para sentarme a escribir. Todos los días aparecían noticias sobre la censura del español en las escuelas catalanas, por ejemplo. El tema de las lenguas me interesa mucho. Creo que todas las lenguas que hablen menos cien millones de personas, deberían desparecer. Para empezar. La abundancia de dialectos y jerigonzas menores no constituye una riqueza, como se obstinan en hacernos creer, todo lo contrario. Es un obstáculo para el progreso de la civilización. La lengua propia (sea eso lo que sea) es uno de los baluartes fundamentales del oscurantismo nacionalista y de la estupidez identitaria. Lo identitario es un rasgo cavernícola, simiesco…
El catalán suele dar asco, sobre todo por la entonación de los dementiles naziCATs que se oigan… Quedan pocos catalanes de bien, o al menos son minoría. Una de ls bazofiadas de este Fin Civilizatio en la Europa masonil y progre marxistilla.