Por Redacción ZoePost/ON.
“Vamos camino de una dictadura” . Son palabras de un presidente autonómico español, pronunciadas ayer ante los acontecimientos que estamos viendo en España.
Una grave amenaza contra la sociedad española y solo un partido se lo está tomando en serio
La carta de más de 2.500 jueces que advierte a la UE de que España avanza hacia el “totalitarismo”
Censura a diputado por decir la verdad sobre aliados del gobierno
Algunos creerán que estas palabras son exageradas, pero esta semana hemos visto algo tan gravísimo como la censura a un diputado opositor del partido de Gobierno por recordar que el ejecutivo socialista Pedro Sánchez tiene como aliado a un partido, Bildu, que le muestra simpatía. por ETA , participando en homenajes a miembros de esa banda terrorista y negándose a condenar sus más de 800 asesinatos. Ayer se repitió la censura, de nuevo contra el tercer partido más votado de España, Vox , por recordar que los aliados del Gobierno también son partidos que apoyaron un golpe separatista contra la legalidad constitucional en Cataluña en 2017.
Lo que pasó esta semana no es solo un ataque a la libertad de expresión, algo que sería bastante grave. Es algo mucho peor: el gobierno trata de impedir el derecho a decir la verdad , simplemente porque les incomoda. Y al hacerlo, desconoce abiertamente los preceptos de la Constitución Española que protegen la libertad de expresión (artículo 20) y el derecho a la inviolabilidad de los diputados por las opiniones expresadas en el ejercicio de sus funciones (artículo 71). Estos hechos son indicativos de que algo alarmante está pasando en España, y lamentablemente no son algo excepcional.
Los precedentes de dos países en los que la dictadura salió por las urnas
Mucha gente imagina una dictadura a la manera tradicional: un grupo de personas que toman el poder por la fuerza y establecen un sistema de partido único que niega las libertades. Sin embargo, ha habido y hay dictaduras que no se ajustan a ese esquema tradicional . Sin ir más lejos, uno de los peores regímenes totalitarios de la historia, el nazismo, comenzó con la subida al poder del Partido Nazi a través de una victoria electoral. La dictadura nazi en Alemania no se instauró de la noche a la mañana: fue un proceso de recorte de libertades que comenzó con la ley habilitante de 1933, que permitía a Hitler aprobar leyes sin pasar por el parlamento.
Muchos años después sucedió algo similar al otro lado del Atlántico: en 1999 la mayoría socialista aprobó una ley habilitante en Venezuela que permitía a Hugo Chávez -quien también llegó al poder a través de elecciones democráticas- legislar fuera del parlamento por un período determinado que ha se ha prolongado durante años, convirtiendo a ese país en una autocracia , es decir, un régimen antidemocrático en el que una sola persona ejerce un poder ilimitado, modificando las leyes a su antojo y cometiendo fraudes electorales que permiten que el socialismo se perpetúe en el poder. Recordemos que Podemos, el socio de gobierno de extrema izquierda de Pedro Sánchez, viene apoyando a la dictadura venezolana , lo que indica sus preferencias políticas.
Sánchez tiene 132 decretos-leyes en 4 años: un mecanismo excepcional que se usa a diario…
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Bueno, si Sánchez lo logra, no lo culpen a él. Culpen a todos los que lo pusieron y lo han mantenido en posición de lograrlo. Pero, en resumen de cuentas, los verdaderos culpables no van a tener que responder por ello, y bien que lo saben. Es como lo que pasó en Cuba, y luego, como sus homólogos cubanos, se acogerán al socorrido cuento de haber sido “traicionados” o “engañados.” Lo mejor que se puede decir de tal gente es que es estúpida, pero en muchos casos es peor–o sea, estupidez es una cosa, e hijeputez es otra.
Estamos en ella hace algún tiempo, no solo con Sánchez, con sus antecesores también, incluso con los demás partidos