Por Gloria Chávez Vásquez.
La luz brilla en las tinieblas y las tinieblas no prevalecen contra ella.
Meister Eckhart.
En el siglo XIII un sacerdote dominico alemán, es acusado de herejía por los jerarcas eclesiásticos, por haber descubiertouna conexión directa, interna y sin intermediarios, con Dios. Sus sermones son interpretados, en aquella época, como una peligrosa revelación espiritual para la que los creyentes no están preparados.
Eckhart se hace acreedor a su título de Meister (Maestro) y enseña teología en la Universidad de París. Su filosofía religiosa la deduce de San Agustín y San Alberto Magno. Por varios años se dedica a viajar predicando a su paso, una manera de conectar con la Divinidad a través de la conciencia.
Tras su muerte, en 1328, sus escritos permanecen censurados e ignorados por más de seis siglos, hasta que los investigadores del místico los hacen públicos, a fines del siglo XIX. A mediados del siglo XX, el Papa Juan Pablo II, admirador de su obra, lo rehabilita como uno de los pilares espirituales e intelectuales más excelsos de la Iglesia Católica Romana.
Cristianos y budistas
En 1891, el indólogo alemán Karl Eugen Neumann, encuentra similitudes en la filosofía de Eckhart y el budismo. Esta nueva y sorprendente interpretación de su obra lo convierteen objeto de la atención de filósofos y teólogos, ya que representa la esencia de una de las más grandes voces poéticas y espirituales del cristianismo.
He aquí la sabiduría eterna de un místico medieval que ha influido en una amplia gama de maestros espirituales y místicos, tanto dentro como fuera de la tradición cristiana, tales como Erich Fromm, Arthur Schopenhauer, Rudolf Steiner y Matthew Fox quienes reconocen en las ideas de Eckhart, una influencia importante en el pensamiento occidental.
A medida que se dan a conocer, sus escritos influyen también en la tradición teosófica y en el desarrollo del budismo estadounidense del siglo XX. El filósofo japonés D. T. Suzuki, detalla los paralelismos, entre las enseñanzas de Eckhart y el budismo zen, en su libro Misticismo: cristiano y budista, dondetraza las afinidades entre la «nada pura» de Eckhart y el sunyata, concepto clave en la filosofía budista del vacío, la nada o la inexistencia de cualquier tipo de fenómeno.
Según Suzuki, las ideas expuestas en los sermones de Meister Eckhart se acercan mucho al pensamiento budista, «tan de cerca, que uno podría estamparlas casi definitivamente como salidas de reflexiones budistas». Suzuki afirma además que «las experiencias cristianas no son, después de todo, diferentes de las del budista; la terminología es todo lo que nos divide”.
Shizuteru Ueda, filósofo de la Escuela de Kioto y erudito en filosofía medieval, refuerza las semejanzas entre la soteriología o estudio de la doctrina de la salvación, de Eckharty el budismo zen.
Reiner Schürmann, teólogo y profesor de filosofía, demuestra que Eckhart es nuestro contemporáneo porque nos señala el triple movimiento de desapego, liberación y apertura, que conduce a la experiencia de «vivir sin un porqué», en el que todas las cosas están en Dios y eso es lo que constituye la felicidad pura. Esa fuerza transformadora, resulta de acercarse aDios y ver más allá de un Juez, o un Padre benevolente. En su libro La Filosofía Mística de Meister Eckhart, Schürmann nos revela a Eckhart como el gran maestro del nacimiento de Dios en el alma, que rompe el dualismo entre Dios y el mundo, el yo y Dios. Se trata de la notable exposición de un filósofo profundo para quien el conocimiento precede al ser, y cuya obra es indispensable para la filosofía contemporánea.
En Aion, Investigaciones sobre la fenomenología del yo, Carl Jung cita a Eckhart en su discusión de Cristo como símbolo del yo arquetípico. Jung ve a Eckhart como un gnóstico cristiano porque su teología nos habla de una «Divinidad» de la que no se puede predicar ninguna cualidad, excepto la unidad y el ser: “La unión de los opuestos equivale a la inconsciencia, hasta donde llega la lógica humana, ya que la consciencia presupone una diferenciación en sujeto y objeto y una relación entre ellos. Así como la Divinidad es esencialmente inconsciente, así también lo es el hombre que vive en Dios”.
Jung resume su opinión de Eckhart diciendo: “El de Meister no era un conocimiento discursivo. Su experiencia mística de la India, así como de los gnósticos, era la flor más fina del árbol del Espíritu Libre que floreció a principios del siglo XI”.
Eckhart y la Divinidad
La búsqueda espiritual de Meister Eckhart transcurrió en una época similar a la nuestra. En medio del caos, la ignorancia y la incertidumbre, este místico, ávido lector de San Agustín, capturó las formas y etapas del amor de Dios, el camino espiritual y el viaje de transformación, en un lenguaje tan sorprendente que no es de extrañar que se le acusara de herejía.
Adelantándose a los estragos del ateísmo moderno, en su sermón sobre Los pobres de espíritu Eckhart señala: “El hombre que vive en esta pobreza del espíritu, está tan vacío de todo, que ningún conocimiento de Dios está vivo en él. Porque,aunque estaba en la naturaleza eterna de Dios, está tan vacío de su propio ser como lo estaba cuando no existía”.
En la novela La Gárgola de Andrew Davidson, Marianne Engel cuenta sobre sus días en el Monasterio de Engelthal:“Meister Eckhart ni siquiera admitiría que Dios era bueno. Suposición era que todo lo que es bueno puede convertirse en mejor, y lo que puede llegar a ser mejor puede convertirse en mucho mejor. No se puede decir que sea bueno, mejor o mucho mejor porque Dios está por encima de todas las cosas”.
El Libro de los Secretos
En la actualidad, los escritos de Meister Eckhart son éxito de librería y sus títulos y biografías abundan para satisfacer la curiosidad y devoción de lectores sobre el místico autor del “Wayless way”. Entre las más recientes colecciones, está la de El Libro de los Secretos.
Jon M. Sweeney y Mark S. Burrows han reeditado, además,El Libro del Corazón y El libro de la luz y la oscuridadretomando las instrucciones fundamentales y expansivas de “buscar la luz que brilla / desde la oscuridad». Esta reinterpretación poética da vida a una de las grandes voces espirituales porque nos da una noción de lo que significa amar a Dios y encontrar sentido en medio de la oscuridad. “Sin enfrentarte a tu oscuridad, nunca sabrás lo que significa desear la luz. Sólo cuando estás en la oscuridad tienes la posibilidad de ver la luz”.
Meister Eckhart nos guía en un viaje de descubrimiento, en el que aprendemos a relajarnos, a renunciar a nuestra necesidad de saberlo todo y a perder aquellas cosas que creemos que son importantes para una vida digna. Al final nos muestra que el verdadero secreto es que, para encontrarte a ti mismo, debes perderte a ti mismo. Dentro de cada uno de nosotros hay un tesoro divino, y si esperamos descubrirlo, necesitamos profundizar en el corazón de lo que somos.
Meditaciones para desprenderse, soltar y encontrar la verdadera libertad; Meditaciones para el alma inquieta; Meditaciones sobre el camino del camino sin camino. He aquí una lectura que transmite el corazón de la enseñanza de Meister Eckhart sobre lo que significa amar a Dios y embarcarse en un auténtico viaje espiritual, un viaje que se caracteriza por el misterio, la paradoja y el abrazo de lo desconocido.
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Gloria Chávez Vásquez escritora, periodista y educadora reside en Estados Unidos.
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