Política

Un hombre de honor no es un traidor

Por Raudel Ávila Lozada.

No podrán vivir con dignidad, ni con su conciencia tranquila, aquellos que por cobardía han traicionado la confianza que los hombres depositaron en ellos.

En una entrevista realizada por José Daniel Ferrer García, coordinador nacional de la Unión Patriótica de Cuba UNPACU, al confeso agente del G2 cubano Ernesto Vera Rodríguez, donde este cobarde me acusa, de que yo apoyaba muchas de sus actividades. En ese video, Vera argumenta además, que él me hacía entrega de folletos donde se desacreditaba la labor de UNPACU y de su líder, por lo que la directiva de esa organización sospechaba que yo también era un agente del G2.

Para responder a estas falacias, primeramente me dirigiré al agente Ernesto Vera Rodríguez; luego le responderé a Ferrer García.

Es cierto que te apoyé en algunas de tus actividades, pero no solo a ti, sino que también brindé mis esfuerzos a cuantas organizaciones prodemocrática dentro de Cuba me lo solicitaban. Siempre lo hice con el sólo objetivo de poner un granito de arena en la noble y justa causa de ver a nuestra patria libre y verdaderamente del yugo castrocomunista.

Recuerdo que una de las veces que recibiste mi apoyo fue cuando, supuestamente se realizaba la vista oral donde tú acusabas a una señora en el Palacio de Justicia en Santiago de Cuba ; digo supuestamente porque ahora sabemos que todo estaba preparado por la policía política, y que tú eras uno de ellos. En esos momentos me dediqué a dar cobertura informativa para la emisora Radio Martí de lo que allí acontecía.

Jamás se me olvidará, Ernesto Vera, o agente Jorge, que debido a mi labor de corresponsal, fui víctima junto a otros activistas, precisamente de UNPACU y otras organizaciones, de una feroz y brutal golpiza por tus mismos compañeros represivos, dirigidos por tu Teniente Coronel “ Elio “ de la policía política.

Con respecto a tu declaración, de que me entregaba folletos, para que yo lo dejara por debajo de las puertas de los activistas de UNPACU, sabes que es totalmente falso. Sabes bien que la última vez que fui a tu casa, acompañado con Nuria Folgar Rodríguez, me enseñaste algunas hojas impresas donde atacabas a UNPACU, y descalificabas a José Daniel Ferrer García.

Te dije en ese momento que yo te había apoyado en otras actividades, pero que no era hombre para esas cosas. En ese mismo instante te transformaste ante mi actitud y me dijiste a mí y a Nuria que nos fuéramos de tu casa, y que nunca más volviéramos. Esa fue la última vez que te vi en persona.

Ernesto Vera, o agente Jorge; tú justificas que te viste obligado a colaborar con la policía política, argumentando que te amenazaron con la vida de tu madre y a tu integridad.

Te diré, agente Jorge, que cuando mi difunto padre estaba agonizando en mi casa, por la terrible enfermedad que lo consumía; en una de las detenciones que tu superior Diorkis, ( jefe de enfrentamiento en Santiago de Cuba ) valiéndose de que sabía que mi padre necesitaba sondas para que pudiera drenar la orina; y que en esos momento no había en los hospitales, como otras tantas medicinas; me ofreció su ayuda diciéndome que él podía conseguirlas si yo quería. Mi respuesta fue que le agradecía su preocupación, pero que no necesitábamos su ayuda, que las sondas las buscaba yo. Cuando le comenté a mi padre sobre la propuesta que el oficial del G2 me había hecho, él desde su lecho de muerte me dijo que prefería soportar los dolores antes de utilizar algo que viniese de las manos de esos canallas.

Ernesto Vera, a mí como a otros tantos patriotas, la seguridad del estado intentó chantajearme de diferentes formas; luego de mis negativas, llegaban las amenazas de llevarme a prisión, conjuntamente con golpizas, actos de repudio, deportaciones, detenciones y tantos otros métodos utilizar algo que viniese de las manos de esos canallas.

Ernesto Vera, a mí como a otros tantos patriotas, la seguridad del estado intentó chantajearme de diferentes formas; luego de mis negativas, llegaban las amenazas de llevarme a prisión, conjuntamente con golpizas, actos de repudio, deportaciones, detenciones y tantos otros métodos utilizados por ese órgano represivo.

Nunca asimilé sus dictámenes, nunca bajé mi frente; y me apreté bien el cinturón de mi pantalón para soportar toda la fuerza y el odio que tus hermanos represores desatan contra aquellos que nos negamos a servirles.

No solamente contra mí utilizaron sus métodos cobardes, también lo hicieron contra mi hijo que fue hostigado tanto en su escuela por sus profesores, hasta que lo obligaron a salir de sus estudios.

Agente Jorge, yo nunca he traicionado, ni traicionaré mis principios y mucho menos ninguna causa justa , y como la causa de ver a Cuba libre y verdaderamente democrática es justa la defenderé donde quiera que yo esté.

Seguiré luchando desde donde me encuentre por acabar con la tiranía que por más de medio siglo desangra a todo el pueblo cubano.

Antes de traicionar Ernesto Vera, prefiero morir de frente al sol. Pero tú no sabes de principios, tú no tienes moral, ni escrúpulos, mucho menos pudor; solamente eres eso una rata TRAIDORA, y las ratas como tú van siempre al lugar de donde salen: a las cloacas de la Historia.

No sé qué argumento tienes tú, José Daniel Ferrer García, para afirmar en el mismo video, que yo también trabajo para la policía política y de que solía visitar tu casa para rendirte pleitesía (guataquearte). Si la cosa es de hablar, hablaremos:

Desde que saliste de prisión, fueron dos veces las que fui a tu casa en el poblado de Palmarito de Cauto. La primera fue para realizarte una entrevista con el objetivo de publicarla en el boletín que yo dirigía “ RENACER” ; de hecho, antes de publicarla, te la mostré y quedaste muy satisfecho .

La otra vez fue sólo porque tú mismo me pediste porque necesitabas de mi apoyo, pues tú mismo me decías, en frente de algunos de tus mismos activistas, que estabas rodeado de inútiles y animales.

En una de esas ocasiones te referías Raumel Vinajera Estiven, que en esos momentos era tu caballo de batalla; pues días atrás según tú, la policía política le había confiscado una cámara en una de las actividades de las Damas de Blanco en la iglesia de la Virgen de la Caridad, en el poblado del Cobre; afirmaste que Vinajera era un imbécil , y que él se la había dejado quitar.

Como ya es característico en ti, te equivocaste conmigo, José Daniel, no soy adulador de esos que te gusta que te rodeen para que estimulen tu ego, soy un hombre con honor y principios, cualidades que tú y tu amigo Ernesto Vera (primero tu detractor y luego de confesarse informante del G2, es hoy tu más fiel colaborador ) no poseen.

Tampoco me asombra tu declaración de que yo también soy un agente de la policía política, pues no solo a mí has atacado con tus infames calumnias.

¿Recuerdas José Daniel una de esas veces que fui a tu casa, manifestaste delante de varios de tus activista que Jesús Mustafá Felipe, otro digno y valiente patriota, era un chivato y que tuviste que ir hasta Palma Soriano para limpiar su moral?

También dijiste que tenías evidencias de Alexis Rodríguez Fernández y de Ricardo Silva Gual, por supuesto, todos eran de Palma Soriano y miembro del Movimiento Cristiano Liberación (MCL) y luego formaron parte del grupo de los 75. ¿Lo recuerdas, José Daniel?

Ernesto Vera confiesa que la misión que le había encomendado el G2 era desintegrar a UNPACU, como también estoy seguro que la tuya es, aunque sin ningún éxito, el de destruir a la Alianza Democrática Oriental (ADO) porque desde que saliste de prisión, has tratado de absorber con trueques y artimañas a los miembros de las distintas organizaciones que conforman a la prestigiosa alianza.

Luego, te has dedicado a arremeter contra sus principales líderes y activistas, enfocándote siempre contra el corajudo Rolando Rodríguez Lobaina, tildándolo también a él de un agente del G2. O eres víctima de la paranoia o estas aprovechándote del mecanismo de proyección de la personalidad de otros.

¿Recuerdas, José Daniel, cuando me llamaste desde la casa de Julio Valcárcel, y rodeado de tus lugartenientes, para aclarar sobre una información relacionada con el informe a las violaciones a los derechos humanos que yo elaboraba, en las que no aparecían una de las actividades de UNPACU en ese mes?

En ese momento te comprendí y te dije que llamaría a Lobaina para ver qué había pasado con estos datos, pues yo lo había entregado completo, incluso aún conservaba el original y te lo mostré.

Fue ese día en que te enfrenté delante de tus compinches para que midieras tus palabras, porque te manifestaste iracundamente, que detrás de eso estaba la mano de Rolando y por supuesto de la seguridad del estado. También te referiste en ese momento a su hermano carnal el también valiente y reconocidísimo patriota y con más méritos y agallas que tú, Néstor Rodríguez Lobaina. ¿Lo recuerdas?

Seguidamente llamé a Rolando y le conté lo sucedido. Él, como de costumbre, fue a la raíz del problema, encontró el error y pidió disculpa, como hacen los caballeros en nombre de la persona que había transcrito el informe.

Recuerdo además, que en esos momentos te pavoneabas como un pavo real y alardeabas de que de los 75 los únicos que estuvieron preparados para aguantar el rigor de la prisión eran tu hermano Luis Enrique y tú, porque nunca se cortaron las venas, ni se cocieron la boca, y pusiste a Juan Carlos Herrera Acosta, como ejemplo de que sé coció la boca porque él prefería estar en la enfermería.

Cuando el dictador Fidel Castro Ruz, preparó y ordenó la oleada represiva, en la primavera del 2003, donde fuiste detenido junto a otros tantos patriotas, hubo en Palma Soriano, como a todo lo largo y ancho de la isla, un momento de incertidumbre y desorientación.

Los grupos opositores que ejercían en Palma Soriano antes de estas detenciones,se opacaron. Dos años después, o sea, en el 2005, me di a la tarea de organizar y fundar un grupo que su principal misión era el de apoyar a los familiares de aquellos presos que pertenecían a Palma Soriano, conjuntamente con los de Palmarito de Cauto. Entre esos presos estabas tú, tu hermano Luis Enrique, Leonel Grave de Peralta, Jesús Mustafá Felipe, Alexis Rodríguez Fernández, Ricardo Silva Gual, también incluimos a Raumel Vinajera Estiven y a Marino Antomachin Rivero.

Este grupo se le llamo Grupo de Apoyo a los presos políticos (GAPP) y no era financiado, ni apoyado por ninguna organización en el exilio, como ahora si lo estás tú.

Sólo contábamos con la solidaridad y la buena voluntad de sus integrantes y de otras personas que aunque no afiliadas, colaboraban con nuestra causa y actitud.

Todos los meses sus miembros donaban 15 pesos en moneda nacional para crear un fondo; ese dinero era controlado por un responsable o tesorero.

El dinero recaudado era utilizado entre otras cosas, en las compras de los pasajes para que los familiares de ustedes fueran a sus visitas. También se compraban algunos víveres para reforzar las jabas que les llevaban. Tu familia y la de los demás presos saben de lo que estoy diciendo.

Desde que se fundó el GAPP, la policía política comenzó su ataque frontal a sus miembros, en especial contra mi persona. Nunca me debilité antes sus amenazas de llevarme a prisión, ni con sus chantajes, ni actos de repudio y otras canalladas a las que están acostumbrados el aparato represivo.

No te creas que al tú caer en prisión se acabó la resistencia en Palma Soriano, ni pienses que la lucha se reinició cuando saliste. Bien sabes que no fue así y que algunas organizaciones que existían en el momento de tu salida empezaste a absorberla con jugarretas, excepto a la Alianza Democrática Oriental (ADO).

Para nadie es un secreto que para aumentar más miembros en tu organización, jamás te ha importado quienes entran, pues tú mismo expresabas que los valores éticos y morales no eran importantes, sólo te interesa la cantidad.

Tú sabes que muchos delincuentes llenaron tus filas, y en su gran mayoría han sido chantajeados por la seguridad del estado, debido a sus actos inmorales, estos personajes sin ningún tipo de valores humanos son los que prefieres para que cuiden de tus espaldas como verdaderos sicarios.

No guardo en mi memoria ningún hecho heroico, con el cual pudieras demostrar que eres un verdadero líder.

Nunca participaste de una marcha o actividad pública frente a tus seguidores, te quedabas encerrado en tu casa mientras a ellos, los hermanos de Vera Rodríguez, es decir el órgano represivo, los molían a golpes. Usaste y usas la misma táctica de Castro en la Sierra Maestra.

Sólo recuerdo que en una ocasión, siendo aproximadamente las cuatro o cinco de la mañana, sin yo saber nada, llegaste a mi casa acompañado por el también expreso político del grupo de los 75, Ángel Moya, a quien sí considero un valiente luchador. Me dijiste en aquel momento que habías pasado a recogerme por mis experiencias, para que te apoyara en una marcha pública que se realizaría en las primeras horas de esa mañana.

La acción no se efectuó pues como a las seis de la mañana ya mi casa estaba rodeada por varios carros patrullas y motos de la seguridad del estado. ¿Quién delató esa actividad, que sólo tú y los tuyos sabían de ella?

No, José Daniel, no conservo en mi memoria ninguna actitud digna de ti; sino aquella de tratar de tildar a todos los que te venga en ganas de agentes de la policía política, con el sólo objetivo de crear confusión y dividir, este método ya obsoleto, pero eficaz es utilizado por el régimen tiránico de Cuba, Tú y Vera conoce bien de esto.

Eres un fraude, José Daniel, un cadáver político, y los emplazo a ambos para que me demuestren a mí y al mundo las pruebas que dices tener en mi contra.

Los dos han querido escribir mi nombre con minúscula porque saben que mi MAYÚSCULA es más grande que las de ustedes.

Tu vídeo tiene varias intenciones, una de ellas es tratar levantar tu perfil político que por tus acciones indignas esta en total desprestigio y descrédito, y la más importante, seguir dividiendo a la oposición interna dentro de la isla.

¿De qué Unión Patriótica hablas tú, cuando eres el principal divisor de la resistencia en el Oriente del país?

Raudel Avila Lozada.

Testimonio enviado por Néstor Rodríguez Lobaina, expreso político de la Primavera de Cuba, fundador de Jóvenes por la Democracia en Cuba de Raudel Ávila Lozada (en la foto), unos de los colaboradores y activista del MCJD en Palma Soriano, Santiago de Cuba.

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