Por Esteban Álvarez-Buylla.
Esa boca rica, deliciosamente húmeda
Tu boca de murumacas, de revirones
De malas palabras bajitas y entrecortadas
Boca roja, rojo de lujo
Sabrosa de aliento suave y malicioso
Tu boca de ven que te digo algo
Sonrisa harto seductora
Bembona, que no me despego ni aunque me den candela.
Tu boca manda y domina, lengua tibia y dulce para batirla con la mía
Que me muero de sed, pa’ morderla
De hambre y de sed, que te la como mami
Labios divinos, alardosa pincelada de Dios
Tu boca rica, no puedo dejar de besarte, que me muerdas y me duela, mi vicio, mi delirio.
Esteban Álvarez-Buylla es pintor y poeta.