Por Guillermo “Coco” Fariñas Hernández.
La Chirusa, Santa Clara, Cuba, 25 de diciembre del 2021. (Cartero Antitotalitario).
Anoche te vi y nos abrazamos frente a la casa de mis padres, y por supuesto, que apliqué contigo el método no violento de Confraternización con el Adversario, algo que aprendí teóricamente en el manual para lograr la Democracia Representativa “De la dictadura a la democracia” del fallecido intelectual Gene Sharp, tan criticado por aquel aparato de control político, que por él tú golpeaste.
Salía de mi hogar e iba cruzando la calle para la casa de Alicia, mi madre, donde cenaríamos mi hermana Raisa y yo con la que nos trajo al mundo, por la tradicional Nochebuena un magro muslo con contramuslo de pollo, pues ante la imposibilidad de poder comernos la consabida carne de pavo, lo más parecido al mismo es el pollo. Como aprendimos en Los Camilitos juntos: “…el estomago se rellena con agua y p’alante…”.
Tú te dirigías a la casa de tus padres a cenar por El Día de la Santa Navidad Cristiana, sí, esa misma que nos inculcaron a despreciar, cuando todavía éramos adolescentes ateos. Porque tus hermanos carnales, a los que tanto delataste y empujaste a prisión por sólo querer ser “bussines man”, han sido capaces de perdonarte y después que la saturniana Junta Militar NeoRaulista haberte devorado, comprendiste que lo auténtico son Dios, la familia y los amigos probados.
Cuando nos dimos ese sincero y fuerte abrazo en el medio de la calle y ante todos los vecinos allí presentes, sentí que ya tú no eras en tu fuero interno, aquel Cuadro Profesional de la Revolución Socialista y mucho menos el Mayor del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (MINFAR), que cumplió 3 riesgosas “misiones internacionalistas” en Angola, Etiopía y Nicaragua.
Recuerdo bien, que en Los Camilitos tú determinaste estudiar Licenciatura en Ciencias Políticas y ejerciste solamente por unos 8 años, porque después pasaste a convertirte en todo un “Cuadro del Partido”. Desde el PCC en Santa Clara instrumentaste los fascistoides Actos de Repudio contra la Coalición Central Opositora (CCO) y el Foro Antitotalitario Unido (FANTU). Aquellos fueron tus iniciales años de gloria y poder dentro del Castrismo como sistema.
Un buen día te perdiste de nuestras vistas anticomunistas, nosotros los que éramos tan odiados y represaliados por ti, primero nos extrañamos un poco, y después conocimos, que habías ido a cumplir tu 4ta misión internacionalista en Venezuela. En realidad fuiste a buscar dólares americanos, a ocupar ese hermano país y hacerte con la moneda del enemigo, que paradójicamente aman y buscan tanto los comunistas como eras tú.
Por Manuel, El Gago nuestro común condiscípulo en Los Camilitos, supe de tu regreso de las tierras sudamericanas y que te habían designado al frente de una institución territorial de GAESA (Grupo de Administración Empresarial. Sociedad Anónima) del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. Tenías acceso y derecho a utilizar 2 automóviles en éste desastre material en que ha convertido a nuestra Patria El Comunismo.
A los 3 años de trabajar en esa entidad de GAESA, te promovieron para el nivel nacional en La Habana y ahí dejaste de utilizar automóviles de uso y segunda mano. Pues cuando te veían en Santa Clara de visita familiar o supervisiones de trabajo, te transportabas en carros modernísimos o como se dice en nuestro común barrio El Condado los rebeldes jóvenes de esta época: “…con lo último que trajo el barco…”.
Incluso, te creíste tan importante por tu altísimo cargo dentro de las estructuras burocráticas de la Junta Militar NeoRaulista, que ya venías a la provincia Villa Clara y ni pasabas a saludar a tu anciana y enferma madre. Algunas veces, la mandabas a buscar para una bien surtida y confortable Casa de Visita para verla sólo a ella, ya que los negocios ilícitos de tus hermanos y sobrinos “te perjudicaban”.
Todos nos enteramos un día, que te encontrabas arrestado en El Reloj Club y que te acusaban de malversar los bienes del Estado Socialista -léase Familia Castro Espín- y que tu esposa e hijos te habían abandonado y expulsado de tu propia vivienda. Pero tus despreciados por ti hermanos de sangre, te asumieron en tu desgracia y le pagaban a los boteros (taxistas) con su dinero mal habido de empresarios ilegales, para que tu progenitora te visitara.
Finalmente; te condenaron a 10 años de privación de libertad por un delito de Cohecho (Corrupción) y dentro de los mandatos de los jueces militares que te sancionaron, te quitaron todo lo poco que aún te quedaba. Al año de estar encarcelado, te trasladaron para una penitenciaria civil y allí pudiste ver con tus propios ojos y sentir en tu misma piel, que dentro de Cuba sí se tortura y que las prisiones del Castrismo son medievales.
Casi a los 4 años saliste en libertad condicional y te obligaron a regresar a Santa Clara, te advirtieron que no puedes salir del territorio nacional en 15 años y que tuvieras mucho cuidado con lo que hablabas, pues sabes demasiado. Tu mamá y tus hermanos fueron los que te encaminaron y hasta te dieron un dinero, para que te hicieras Cuentapropista (Pequeño Empresario) y aprendiste con dolor, lo que dijiste en tu despedida de ayer: “…sólo Cristo salva…”.
Licenciado en Psicología Guillermo “Coco” Fariñas Hernández. Coordinador General del FANTU. Preso Político en 3 Ocasiones. Premio “Andrei Sajarov” a la Libertad de Pensamiento del Parlamento Europeo.
Noel Morera es un pintor cubano.
Pingback: Sólo Cristo salva – – Zoé Valdés
Excelente, lo he leído con avidez hasta el último renglón. Es la realidad de como pasan estas cosas ligada a a la doble moral…
Cuba tiene que educar cívicamente a sus hijos..
Tremendo boomerang
Yo no hubiera sido tan condescendiente saludo de compromiso sin abrazos ni nada es mas si hubiera podido evitarlo mejor, cuando el burro cae hay que palearlo serè poco cristiana pero estos comunistas nunca se arrepienten y nunca sabes si siguen colaborando neeee conmigo esa politica del perdon no camina que la justicia se haga cargo, no la tienen? bueno ud contribuyo a que no la hubiera asi de sencillito
Tantos casos igualitos. Dios mio, Salva a Cuba!