Por Carlos Carballido.
El abandono de las armas es un delito penal dentro del ejército. Es la expresión de desmoralización más extrema dentro de un conflicto bélico. Los altos oficiales que permitieron semejante afrenta en Afganistán, incluido el actual Comandante en Jefe que nos cargamos, han incurrido en un delito que en tiempos lógicos llevarían a un juicio militar. Pero no son tiempos lógicos. La virtud y el honor del Ejército ya no existen. Una traición no solo al pueblo americano que lo financia sino a los valerosos soldados y oficiales que juraron lealtad.
Obama se propuso desmoralizar a América. Trump lo frenó, pero ahora terminarán la meta. Con el Ejército sin moral combativa ya está servida la mesa. Un ejército así será el primero en reprimir al pueblo que se revele contra este gobierno que tenemos. Propio de cobardes sin decoro.
Carlos Carballido es periodista y Vicedirector de ZoePost.
Pingback: Propio de cobardes sin decoro – – Zoé Valdés