Sociedad

Placebo

Por Catriel Leiras.

 

Como tantas personas, seguramente, trato de hacer el ejercicio de no envenenarme con teorías de conspiración. Cada día se me ocurre una nueva.

En esos trances, hace tiempo que viene la loca idea a mi mente de ¿será en realidad que odian tanto a quien dicen odiar, amar a quien dicen amar? ¿O es que realmente el plan maestro es llevarnos, una vez más, como carneros hacia donde sea que ellos quieren?

*ellos (el poder oculto, los artífices de la realidad mundial)

Me cuesta entender que personas recibidas de universidades altamente calificadas, caigan en análisis socio políticos tan errados. Tan abismalmente errados.

¿Cuándo ocurrió que el inconsciente colectivo dejó de preverse? ¿En qué momento dejamos de ser predecibles? ¿Fuimos alguna vez impredecibles como raza?

Lo que pasó hace unas horas ya es noticia vieja. Con base en eso, comienzo a hacer el ejercicio individual de entender que pasó durante cualquier década, así, al azar; durante el siglo XX, por ejemplo, escojo la que sea. Sólo me vienen dudas.

Y es que claro, si transporto la experiencia “desinformática” de ahora, plena era de la “verdad colectiva” que en dos horas deja de ser tal, ¿cómo puedo verticalizarme con un relato de hace 50, 60, 70 o 100 años? Puedo tener una “idea”, pero tocaría sacarle algunos filtros. Principalmente los filtros puestos por los que narraban las historias en el marco socio político de la historia contada en sí.

¿El resultado? Más dudas.

¿Será verdad que ‘tal’ cosa fue así?

¿Será verdad que esto o aquello o sucedió de esta forma?

¿Quien era ‘Fulanito’-autor del libro narrando la historia-?

En las dudas encuentro una especie de Epifanía, una cálida luz que me entibia el frío interno de la incertidumbre e incredulidad.

En las dudas, replanteo ante mí, varios mundos paralelos donde cada uno tiene una verdad posible.

Pero las dudas cada día son más, y ya no sé cuántos mundos pueda inventar mi mente ociosa, quizás no haga falta una meta en cuánto a cantidades y sencillamente fluir con ellas… Total, ¿qué más da?

Siento que vamos como ovejas adonde el pastor nos quiere llevar, o el perro ovejero. Pero alguien nos marca el camino, mientras que alardeamos de ser absolutamente libres e independientes, entonces, vuelve la jodida duda: ¿somos? ¿Ser? ¿Soy?

Hamlet 2.0

Mientras leemos escrituras de -alegadamente- dos mil años de antigüedad y “pretendemos” sean el estandarte actual, con una sociedad que cada día es más individualista (Gracias a Dios) ¿cómo podemos asegurar con tanta certeza lo que <no> vivimos, y ver qué en lo que sí vivimos nos mienten a la cara, un día si y otro también? Ah, y sin patalear. Creemos a ciegas y sanseacabó.

Creo que somos un experimento. No sé bien de quién o de qué. Tampoco sospecho qué resultados arroje dicho experimento, no soy optimista con eso.

Pero ahora mismo me siento como una rata de laboratorio y que únicamente para “ellos” somos todos Placebo.

Catriel Leiras es estilista, productor TV, coach, y Editor Opinión de ZoePost.

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