Sociedad

Ni Patria ni Vida. Cuba: 63 años de comunismo

Por Redacción ZoePost.

“Un documental de Carolina Rocha para Fuerza Informativa Azteca: Con celular en mano, la periodista Carolina Rocha capturó las graves consecuencias de 63 años de comunismo en Cuba. Esta isla inició hace seis décadas una revolución social que, tras la implementación del comunismo como modelo económico, destruyó todo a su paso. En las calles de La Habana se ven largas filas de gente esperando llevarse un pan a la boca. No hay competencia. No hay empresas. No hay libre mercado. Solo hay carestía y un gobierno que se enriquece de la explotación de los más pobres (que en realidad es casi toda la población)…”

Opinión de ZoePost: Un excelente documental que muestra la realidad de Cuba actual, y las carencias que con el tiempo se han ido agravando, pero que existen desde mediados de los años ’60. Se agradece una enormidad que la realizadora haya tenido el buen tino de no quedarse en La Habana y de irse al campo, donde los verdaderos “artistas” son los campesinos, y esos no sólo son muchísimos más, además son los que, con un esfuerzo sobrehumano, trabajan de sol a sol para dar de comer al pueblo, y no tienen pelos en la lengua a la hora de hablar. Resulta muy ilustrativo que sean los campesinos los que mejor se expresen en el documental comparados con los únicos dos intelectuales que se manifiestan: el socialista Rafael Rojas, que votó en México por AMLO, o sea, por destruir a México, y que además tiene casa en Miami; y el otro socialista, Leonardo Padura, que muy cínicamente habla de los jóvenes que se tienen que ir, cuando él sólo regresa a la isla, autorizado, cómo no, por el régimen, a marcar la tarjeta para no perder su casa de Mantilla y para filmar este tipo de documentales, el resto del año se la pasa viajando; este es el amiguito de la ex guerrillera Dilma Rousseff, que ocupó la presidencia de Brasil, y del corrupto Lula da Silva, al que fue a visitar en la cárcel por orden expresa de Raúl Castro. La documentalista mexicana falló en darle la palabra a estos dos; aunque, obviando lo que dicen que desdice en gran medida lo que expresa ese pueblo, y que no conduce a nada como no sea a la intelectualización del espanto por reiterativo y demagogo, el documental no sólo es muy auténtico, además presenta esferas de la sociedad cubana que hasta hace muy poco incluso estos mismos intelectuales les impedían con su histrionismo aparecer en los medios.”

Zoé Valdés.

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