Por Dr. Rafael Marrero
Dicen por ahí que cuando las cosas van mal, es el mejor momento para reinventarse. Y miren que sí es muy cierto: contrario a lo imaginado, muchos pequeños negocios han florecido en tiempos del coronavirus, porque, a pesar de las adversidades derivadas de la pandemia ─y muy inteligentemente─ encontraron la forma de salir adelante.
En ese proceso de ampliación de su oferta de productos y/o servicios, o de reinvención total o parcial, muchas razones los condujeron al éxito, pero, sin dudas, la principal fue (y sigue siendo) la apertura de miras hacia nuevas oportunidades. Estoy hablando de emprendedores que no se cruzaron de brazos, que actuaron rápidamente y sacaron provecho de la adversidad.
Empresas florecientes
Según hemos venido observando durante el transcurso de la pandemia, uno de los tipos de negocios que más han crecido en EE. UU. han sido aquellos que brindan productos o servicios en alta demanda debido al COVID-19. Me refiero a empresas de limpieza y las que comercializan artículos de protección contra el virus, fundamentalmente.
Otras compañías con un gran crecimiento son las que ya tenían un alto grado de digitalización antes de la pandemia. Estas firmas han podido hacer frente a las adversidades, dado que pudieron acogerse fácilmente a la nueva normalidad, que ha obligado a trasladar al plano online la mayoría de las operaciones comerciales. Estoy hablando de pequeños negocios con una fuerte presencia en línea, tiendas virtuales y servicios a distancia, por citar algunos ejemplos.
En esa misma sintonía, igualmente, han triunfado pequeñas empresas con una gran facilidad de adaptación a los cambios; pequeñas empresas que, antes de la pandemia, se dedicaban a una cosa y que, luego de la aparición del coronavirus, cambiaron de palo pa rumba, como dice el viejo refrán.
Negocios exitosos
Según el artículo “20 pequeños negocios que prosperan durante el coronavirus”, difundido por el sitio editorial de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, «con todo tipo de empresas que están aprendiendo creativamente a adaptarse al coronavirus, no debería sorprendernos que algunos negocios tradicionales hayan tenido éxito en este nuevo panorama».
Precisamente, entre esas empresas que han sabido adaptarse a los cambios provocados por la pandemia, las más exitosas han sido aquellas que brindan servicios de higiene y desinfección, productos desinfectantes, cubrebocas, láminas de plexiglás, instalación de mamparas, servicio de entregas, productos médicos por Internet, así como servicios de telemedicina y teleterapia.
Del mismo modo, están triunfando tiendas de comestibles y licores; empresas que ofrecen comida a domicilio, conservas, alimentos online, educación virtual, asesoría en línea, entrenamiento físico a distancia, software de trabajo remoto, mejoras para el hogar, servicios de jardinería, accesorios informáticos, carros de segunda mano y artículos de entretenimiento (como puzles y videojuegos, por citar un par).
Tal como han expresado algunos dueños de estos pequeños negocios, nunca creyeron poder experimentar el crecimiento que han tenido y siguen teniendo. Realmente, fue una grata sorpresa, pues, con tantos comercios cerrando debido a la pandemia o, peor aún, desapareciendo, les resultaba bastante difícil esperar un auge en las ventas bajo tan difíciles circunstancias.
Préstamo perdonable
Como parte de los esfuerzos que ha realizado el país para que estos y otros negocios salgan adelante, y la economía se mantenga a flote, los paquetes de estímulo financiero aprobados durante la administración Trump representaron (y siguen representando) una tabla de salvación para un gran número de pequeñas empresas.
El Programa de Protección de Pago (PPP), por ejemplo, evitó que muchas de ellas cerraran y propició que otras tantas retornaran al mercado, consiguiendo que siguieran operando, ya fuera ofreciendo sus tradicionales productos o servicios, o, como dijimos antes, reinventándose.
Según la Administración de Pequeñas Empresas (SBA, por sus siglas en inglés), el año pasado, durante la primera ronda del PPP, más de 50 millones de empleados conservaron sus puestos de trabajo, ya que el programa cubrió a alrededor del 80 % de la nómina de esos pequeños negocios.
También trascendió que esa primera vuelta del PPP otorgó el 87 % del capital a las firmas más pequeñas y promedió $110 000 por préstamo concedido; préstamo que, como todos sabemos, es totalmente perdonable si la empresa usa el dinero apropiadamente.
En fecha más reciente, la SBA dio a conocer que, en lo que va de la segunda ronda del PPP (iniciada en enero y con posibilidad de extensión hasta fines de año), se han otorgado unos $134 mil millones en préstamos con un monto promedio de $74 000 dólares.
Así, entre la primera y segunda vueltas, el Programa de Protección de Pago ha concedido más de siete millones de préstamos por un valor de $662 mil millones, en lo que va siendo un gran logro para los pequeños comercios estadounidenses.
El perdón de pago ─parte intrínseca del programa y la más beneficiosa, sin lugar a dudas─ igualmente ya reporta grandes resultados. A tenor de lo anunciado por la SBA, hasta la fecha, se ha perdonado un monto superior a los $1,7 millones de dólares, al tiempo que más de 242 mil préstamos se hallan en proceso de ser perdonados.
Financiamiento oportuno
Además del PPP, el Préstamo de Desastre por Daños Económicos (EIDL, por sus siglas en inglés) también ha ayudado muchísimo a la pequeña empresa. Con la entrega de $200 mil millones en préstamos a 3,7 millones de pequeños comercios, el programa de la SBA ha alcanzado así un importante hito.
Según informó el portal SmallBizTrends, «hasta la fecha, el EIDL ha proporcionado esta impresionante suma a pequeñas empresas, organizaciones sin fines de lucro y negocios agrícolas de EE. UU. Y la SBA dice que no ha terminado de otorgar los préstamos».
Es que, efectivamente, «la SBA anunció la extensión del EIDL hasta el 31 de diciembre de 2021. La extensión es parte del proyecto de ley de alivio por el COVID-19, bipartidista, aprobado por el Congreso y promulgado por el [entonces] presidente Trump el 27 de diciembre de 2020».
Esto significa que el programa ─cuya tasa de interés es de un 3,75 % para las pequeñas empresas y un 2,75 % para las firmas sin ánimos de lucro─ seguirá aceptando solicitudes hasta la fecha mencionada, ayudando así a que más pequeños negocios puedan salir adelante.
Estrategias empresariales
De la mano de las ayudas y los préstamos federales mencionados, las pequeñas empresas que han superado, incluso, sus propias expectativas durante el coronavirus, por supuesto, también están siendo exitosas porque se diferencian de su competencia, es decir, tienen «un alto grado de digitalización, innovación y resiliencia», tal como asegura el Financial Times en un artículo publicado por el portal Ey de servicios profesionales.
Otros elementos distintivos que han hecho posible el triunfo de estos pequeños negocios son: el gran poder de adaptabilidad a los cambios, la agilidad de ejecución, el control del capital en momentos tan críticos y la estructura fuerte de su organización. Las empresas que antes de la pandemia ya habían hecho suyas estas estrategias, lógicamente, han podido avanzar mejor.
¿Qué pasa con las que aún no se han montado en ese tren? Pues que están a tiempo de levantarse y crecer. Lo afirma el Foro Económico Mundial en el artículo “Hay tres formas en que las empresas pueden sobrevivir y prosperar en medio del COVID-19 y más allá”. Según la entidad, estas son las acciones que todo pequeño negocio debe poner en práctica para avanzar:
- Combinar velocidad y estabilidad: se trata de que las empresas sean ágiles y receptivas, «enfatizando en la innovación y el dinamismo, tanto en sus pensamientos como en sus acciones. Además, deben mantener una estructura sólida para garantizar la estabilidad del negocio a través del tiempo».
- Aprovechar la digitalización: el coronavirus ha ocasionado que los clientes prefieran adquirir lo que necesitan vía Internet y que los empleados opten por el trabajo a distancia, por tanto, «el desafío de las empresas durante este periodo no solo ha sido mantener la productividad a través de operaciones digitalizadas, sino también centrarse en las nuevas oportunidades que la digitalización le brinda a la fuerza laboral».
- Impulsar la cooperación: entre las tantas enseñanzas que nos está dejando la pandemia está «el recordatorio de lo interconectadas que están hoy las sociedades. El coronavirus ha puesto en manifiesto la relevancia de la colaboración de las múltiples partes interesadas y la necesidad de resiliencia sistémica, [de ahí que] las cooperaciones entre las empresas serán importantes para garantizar su operatividad en el futuro».
Sectores de emprendimiento
Cuando la pesadilla del coronavirus pase, y tomando como base lo antes mencionado, ciertas actividades comerciales sobresaldrán por encima del resto. A los que ya están dentro de estos sectores, ¡felicidades!; a los que no, tomen nota, porque estas son algunas de las alternativas de negocio del futuro cercano.
Para empezar, el teletrabajo; seguidamente, la formación en línea, la ciberseguridad informática, la sanidad, el ejercicio físico en casa y el entretenimiento virtual. A ellos se suman, además, los espectáculos y eventos culturales online, y la logística (básicamente, por la necesidad de fortalecer nuestra cadena de suministros), tal como sugiere el portal Emprendedores en su artículo “Diez oportunidades en las que emprender cuando se acabe el COVID-19”.
Negocios con el Gobierno
Yéndonos al sector de la contratación federal, aunque parezca increíble, varias de las pequeñas empresas que han salido adelante en medio de la pandemia lo han logrado como proveedores del Gobierno de EE. UU. Me refiero a pequeños negocios que no solo brindan productos o servicios al Tío Sam, sino que también se reinventaron a raíz del coronavirus.
Como su asesor en el tema, me consta el trabajo de varias firmas camaleónicas. Pondré tres ejemplos concretos. El primero de ellos es Labor On Site, un pequeño negocio que ofrecía servicios de recursos humanos y que, en el contexto de la pandemia, reorientó su labor hacia tareas de limpieza. ¿Resultado? Un contrato millonario para limpiar bases militares estadounidenses.
DD Repro Graphics & Marketing, es el segundo ejemplo de compañías exitosas en medio del coronavirus. Resulta que la firma cambió sus servicios de impresión por la creación de caretas preventivas contra el COVID-19. O sea, al comenzar la pandemia, la empresa vio la oportunidad que tenía ante sí y no dudó en aprovecharla. ¿Cómo le va actualmente? De maravillas, pues confecciona miles de unidades al día.
El tercer ejemplo cercano es Derek Spotswood Consulting, pequeña empresa enmarcada en el ramo de la tecnología que encontró una brecha en medio de la crisis, esto es, pasó de ofrecer sus servicios de informática en su local a brindarlos a domicilio, desde donde otras muchas compañías están operando, precisamente, por las medidas de confinamiento social.
Oportunidad a la vista
Incluso en tiempos tan adversos como los que estamos viviendo, qué duda cabe de que la pequeña empresa estadounidense puede apuntalarse. Basta con que los pequeños empresarios no tiren la toalla, sino que, por el contrario, se abran ante el nuevo horizonte que tienen por delante. Expertos han dicho, con sobrada razón, que nada será igual tras el coronavirus.
Luego de un año bajo circunstancias insospechadas; bajo una realidad, a veces, desesperante por la incertidumbre del qué pasará mañana, está claro que los pequeños negocios que aún no se han puesto las pilas, deben hacerlo de inmediato.
Todos y cada uno de ellos deben prepararse muy bien, no solo para el tiempo que queda antes de la inmunización general, sino también para después de la mismísima pandemia, etapa en la que, tal como ya se ha vaticinado, habrá una reestructuración económica y social.
Las pequeñas firmas del patio también deben crear o perfeccionar un modelo empresarial flexible, fácilmente adaptable a los cambios, a fin de que puedan amoldar sus operaciones a las circunstancias presentes y futuras. Obviamente, también deben armarse de tecnología, dado que el e-commerce y el trabajo desde casa se impondrán.
Añadido a eso, las firmas más pequeñas también deben aprovechar al máximo los programas de respaldo económico creados por el Gobierno Federal para mantenerlas a flote y ayudarlas a seguir creciendo. Es el combustible que necesitan para mantener sus operaciones, conservar a sus empleados y continuar siendo rentables.
Finalmente, y no por ello menos importante, deben pensar en grande, es decir, no solamente deben intentar reinventarse para sacar partido de la adversidad circundante, sino que también deben explorar nuevos caminos y tratar de convertirse en proveedores del Tío Sam, el cliente más poderoso del mundo y del que ningún cheque rebota, ni siquiera en tiempos de pandemia.
Hay miles de oportunidades de contratación gubernamental disponibles en miles de categorías de productos y servicios, lo que quiere decir que, prácticamente, cualquier pequeño negocio, de cualquier sector de nuestra economía, puede escalar y llegar tan alto como tan alta sea su meta de triunfar.
Gracias a los citados proyectos de emprendimiento que han salido airosos a pesar del COVID-19; gracias a los emprendedores a los que se les encendió el bombillo y hoy están cosechando los frutos de su ingenio, el coronavirus nos ha demostrado que, en materia empresarial, todo es posible si lo soñamos y lo trabajamos. Entonces, ¿te sumas al tren de los triunfadores?
Dr. Rafael Marrero es Economista. Graduado de las universidades de Stanford y Cornell, es un reconocido experto en EE.UU. en contratación federal, emprendimiento para pequeñas y medianas empresas y gestión de proyectos. Autor del bestseller de Amazon La salsa secreta del Tío Sam.
Fuentes:
Pingback: Negocios que crecen con la pandemia: ¿Te sumas a los triunfadores? – – Zoé Valdés
Gracias por la publicación de artículo en su periódico, querida Zoé.
Gracias a usted, Dr. Marrero, que esté en nuestro equipo es un honor.