Por Cédric Callier, corresponsal especial en Singapur/Le Figaro.
El seis veces campeón del mundo, en busca de un nuevo título este domingo, rindió muy por debajo de sus expectativas durante la serie.
Cuando la formalidad anunciada casi se convirtió en un desastre inesperado. Este domingo por la mañana, durante las eliminatorias de los 400 m combinados, Léon Marchand tenía un triple objetivo: clasificarse, conseguir una buena calle y conservar energías para una noche en la que podría (¿debería?) competir en una final individual y un relevo de 100 m braza. Por desgracia, el francés solo cumplió la primera parte de su contrato tras una carrera difícil. Y fiel a su franqueza, no se anduvo con rodeos al comentar su actuación: «No fue intencionado. Hubiera preferido conseguir el mejor tiempo, pero no salió como estaba previsto. Tuve algunas dificultades, lo cual es raro porque dormí muy bien y me sentí bien esta mañana. Pero así es la natación; a veces todo va bien hasta que te sumerges y las sensaciones ya no son buenas».