Por RFE/ RL./Martí Noticias.
La investigación de Schemes vinculó a muchos de los mercenarios cubanos con presencia en línea con la 106 División Aerotransportada.
En una habitación situada muy lejos de las líneas del frente, en el centro de Ucrania, un cubano que viste uniforme militar ruso sonríe ampliamente mientras marca el ritmo de una mesa. Pero su humor pronto se torna sombrío.
Frank Dario Jarrosay Manfuga, de 36 años, se unió al ejército ruso en enero de 2024. En marzo fue capturado por las fuerzas ucranianas y ahora espera encontrar una salida a una situación desesperada.
«Nunca tuve la intención de matar a nadie. Nunca quise participar en una guerra. Tengo una familia», dijo Manfuga, quien afirmó que lo engañaron para que abordara un avión con destino a Rusia con la promesa de un trabajo en la construcción.
«Tal vez alguna organización pueda salvarme», dijo, y agregó que no tiene ningún deseo de regresar a Rusia o Cuba.
La afirmación de Manfuga de que lo engañaron no pudo ser verificada.
Manfuga, un antiguo profesor de geografía que más tarde se convirtió en músico profesional para aumentar sus ingresos, es ahora un mercenario capturado.
Su entrevista con Schemes, la unidad de investigación del Servicio Ucraniano de RFE/RL, se organizó a través de contactos en el ejército ucraniano, que está ansioso por demostrar hasta qué punto Rusia ha tendido su red en busca de mano de obra extranjera para reforzar la invasión y contrarrestar una campaña de reclutamiento impopular en su país.
En el caso de Manfuga, esa distancia es de más de 9.500 kilómetros desde Moscú.
Y no está solo.
«Basándonos en pasaportes obtenidos por piratas informáticos ucranianos, nuestra propia información de Cuba, numerosos vídeos que hemos visto y los informes de algunos cubanos muertos en combate, podemos estimar que alrededor de 5.000 soldados cubanos están luchando por Rusia», dijo a Schemes Orlando Gutiérrez-Boronat, cofundador del Directorio Democrático Cubano, una ONG con sede en Estados Unidos que aboga por el cambio democrático en la Cuba comunista. «Esta red no podría funcionar sin la aprobación del régimen cubano».
Si esa cifra es exacta, equivaldría a menos de la mitad del número de soldados de Corea del Norte que, según se informa, participan en la guerra de Rusia con el respaldo abierto de su gobierno, sobre todo en el esfuerzo por contrarrestar la ofensiva de choque de Ucrania en la región rusa de Kursk.
Pero a diferencia de los norcoreanos, los combatientes cubanos en Rusia han dejado una importante huella en las redes sociales, y muchos de ellos han abrazado abiertamente el militarismo y la ideología del Kremlin, según una investigación de Schemes.
Esas publicaciones ayudaron a Schemes a identificar a cientos de mercenarios, encontrar instalaciones de entrenamiento no denunciadas anteriormente con la ayuda de imágenes satelitales y descubrir la ubicación y la naturaleza de algunas de las actividades militares de los cubanos en Rusia y en el territorio ucraniano ocupado por Rusia.
También plantean preguntas sobre el esfuerzo que está realizando el gobierno prorruso de Cuba «para neutralizar y desmantelar una red de tráfico de personas», como afirmó su Ministerio de Relaciones Exteriores en septiembre de 2023, cuando empezaban a surgir pruebas de que los cubanos luchaban en la guerra.
Muertos en la batalla por Bajmut
Importantes indicios de la magnitud de la participación de los cubanos en la guerra llegaron apenas unos días después de la declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, cuando un hackeo de documentos desenterró a casi 200 cubanos que servían en el ejército ruso, inicialmente destinados a la región de Tula, al sur de Moscú.
Ese tesoro fue descubierto por primera vez por el grupo de investigación centrado en Ucrania InformNapalm, y los documentos que prueban el servicio de los cubanos provienen de la cuenta de correo electrónico de un mayor ruso pirateada por Cyber Resistance, un grupo de hackers ucranianos.
Desde entonces, los periodistas de RFE/RL han encontrado nuevas pruebas de cientos de otros aparentes mercenarios cubanos en la red social rusa VKontakte.
En muchos casos, sus cuentas se crearon en 2024, aparentemente el año en que llegaron a Rusia para el entrenamiento previo al despliegue.