Por Zoé Valdés/Gaceta de la Iberosfera.
El trayecto de la mentira hacia la violencia no siempre es corto, pero animado por la izquierda casi siempre lo ha sido. Sucedió en Cuba y está sucediendo en España. No comparen más a España con Venezuela, porque España va al ritmo de Cuba, o sea, va más rápido hacia el abismo, aplaudiendo y con idéntico contenido de engaño y desencadenamiento sucesivo de la violencia que en la Cuba castrista.
Debiéramos distinguir entre violencia «justificada» y la «injustificada», y estaríamos citando al ensayista de origen polaco Leszek Kolakowski (1927-2009). Me dirían que cualquier violencia debiera ser injustificada. No, tal y como afirma Leszek Kolakowski, «la violencia puede ser considerada justificada (aunque no siempre prudente) siempre y cuando no haya otro medio para conseguirlo (el fin que nos proponemos)».
«Una tiranía, por ejemplo, sólo puede combatirse con la violencia e incluso los teólogos cristianos postulan que matar al tirano está justificado»; no puedo estar más de acuerdo. Fidel Castro no debió de haber muerto en su cama, debió de ser eliminado, pero ya sabemos que el pueblo cubano entre la rufa y la riña está más dispuesto para la roña con fondo de tambores, y ahí se queda todo…
No comparen más a España con Venezuela, porque España va al ritmo de Cuba, o sea, va más rápido hacia el abismo
El caso es que esta evidencia filosofada por Leszek Kolakowski se hace más chambona, infausta y calamitosa a manos de la izquierda. La izquierda conoce que debe invariablemente inventar un conflicto, una causa, una fuente de violencia, para lograr sus propósitos, y así lo consigue mediante la mentira.
Continuemos con Leszek Kolakowski: «En los países totalitarios, hemos sido testigos de una lucha que tuvo éxito, a pesar de no ser violenta, pero tuvo lugar cuando el totalitarismo estuvo ya muy debilitado; cuando era fuerte y pudo ser cruel impunemente, la no violencia no hubiese tenido la menor oportunidad de éxito…». No sé si se dan cuenta a dónde quiero llegar. A la izquierda se le dan tan bien las batallas porque nos hace creer que vivimos bajo tiranías de las que nos pretenden, no sólo liberar con urgencia, sino además defender hasta lo infinito. ¿Cómo lo hacen? Pues lo hacen usando el engaño, la finta, y por supuesto la violencia que para ellos no es ofensiva ni constituye un daño, pues nos impone que la identifiquemos como causa, combate o lucha de ideales, creando así un conflicto humanitario eterno que nos mantiene ajenos a nuestros objetivos primordiales: la libertad, la vida, la compasión, la fortuna.
Es esto lo que estamos viendo en España, el Gerardo Machado y el Fulgencio Batista de los españoles, que para los cubanos han sido la pesadilla y el coco infantil usado para sembrar pánico hasta el hartazgo por el castrismo, se llama Francisco Franco; de esa «sombra» dictatorial no se librarán jamás ni siquiera admitiendo que una vez exhumado como se vanagloria Pedro Sánchez de haberlo hecho todo habría terminado, pues otras oscuridades y otros amagos surgirán de esa misma figura, o sea, se inventarán otros conflictos para continuar manteniendo al pueblo español en un puño primero, luego en el cepo del comunismo, con todas sus letras y consecuencias…
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Zoé Valdés. Escritora y artista cubana e hispano-francesa. Nacida en La Habana, Cuba, 1959. Caballero de las Artes y Letras en Francia, Medalla Vermeil de la Ciudad de París. Fundadora de ZoePost.com y de Fundación Libertad de Prensa. Fundadora y Voz Delegada del MRLM. Ha recibido numerosos reconocimientos literarios y por su defensa de los Derechos Humanos.
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