Deporte y Salud

La conjura cientificista contra Javier Milei. Revista danesa de divulgación científica se suma a la campaña ideológica europea contra Javier Gerardo Milei, el actual presidente electo de la República Argentina

Por Carlos M. Estefanía Aulet.

Lejos estoy de compartir la ideología liberal (en realidad soy un crítico por principio de todas las doctrinas políticas) del hombre que el pueblo argentino ha elegido para ser su presidente. Incluso puedo intuir que su recién inaugurado gobierno no terminará mucho mejor que el de sus adversarios neoperonistas, esos que hoy se marchan con el rabo entre las piernas dejando un diluvio de males a sus espaldas. Ojalá que me equivoque por el bien del pueblo argentino.  Afortunadamente aún carezco del don de la profecía.

Para ser honestos y aunque parezca contradictorio con lo arriba dicho, mucho menos estoy de acuerdo con el modo parcializado con el que la prensa del viejo continente aborda la figura de Milei y los proyectos que tiene para su gobierno. Lo hace mediante caricaturizaciones que parecen seguir una suerte de línea editorial trazada por alguna mano invisible, y de la que no escapan ni siquiera medios que deberían distinguirse por su objetividad. Veamos un ejemplo de Dinamarca.

La revista danesa Videnskab (Ciencia) ha publicado, el 9 de diciembre de 2023, un artículo titulado: “Investigadores argentinos temen el futuro cuando el hombre de la motosierra se instale como nuevo presidente”.[i] Bajo el espeluznante rótulo se informa al lector que Javier Milei, quien asumiría la presidencia argentina un día después de la publicación, el 10 de diciembre, recortará el gasto público[ii], incluyendo el destinado a la investigación. El medio asegura que esto genera incertidumbre en las universidades de Argentina, una de las cuales ha sido visitada por Videnskab.

Entre las mayores preocupaciones, de acuerdo con la revista, una sería la posible clausura del Ministerio de Conocimiento, Tecnología e Innovación, así como la privatización o cierre del Conicet, el centro nacional de investigación de Argentina. Esto, afirma, tendría un impacto negativo en la comunidad científica, pudiendo generar una potencial “fuga de cerebros” y obstaculizar el progreso científico en el país. Es como si con dicho freno y mencionada fuga no se tratara de fenómenos de larga data, no solo para la Argentina, sino para el resto de los pueblos de habla hispana, al margen de las políticas intervencionistas o liberalizadoras que sus gobiernos implementaran en lo que a ciencias se refiere.

El artículo también compara a Milei con otros líderes conservadores como Donald Trump y Jair Bolsonaro, destacando su escepticismo respecto al cambio climático y su presunta negación del valor de la ciencia y el medio ambiente. Así mismo se alerta sobre posibles políticas que podrían favorecer la explotación ambiental sin considerar sus consecuencias a largo plazo.

Además, se refleja la división en la sociedad argentina respecto a Milei: los estudiantes, es decir la juventud, lo ven como un agente de cambio, mientras que profesores e investigadores expresan su preocupación y se preparan para posibles protestas a fin defender la investigación y la ciencia en el país, en otras palabras, para mantener los dineros que a manos llenas el estado les entrega, den resultado, o no, sus investigaciones.

No obstante, el artículo omite analizar alternativas para resolver los problemas generados por estructuras jerárquicas y burocráticas que dificultan la gestión del conocimiento y el cambio cultural[iii]. Tampoco propone políticas públicas más inclusivas, participativas y ágiles, que involucren a las personas afectadas por la innovación y su desarrollo [iv].

El debate sobre si la ciencia debe ser financiada por el mercado o el estado, así como sobre las causas del cambio climático, tiende a ser más ideológico que científico. Por ello resulta crucial presentar ante el lector argumentos a favor y en contra de cada postura para lograr cierta objetividad. La revista danesa, supuestamente promotora de la ciencia y la racionalidad, parece descuidar este equilibrio al abordar la figura de Milei y la titánica labor que le espera una vez que está decidido a remover los cimientos de la ciencia establecida en su país.

Para ello. el flamante presidente, tendrá qué diferenciar entre ciencia y cientificismo. Tomando conciencia de que en el ámbito científico no siempre prima el interés genuino por el conocimiento o el cambio social, sino que muchas veces predominan los intereses de agenda impuestos por entidades externas, especialmente provenientes de países desarrollados, y replicados sin cuestionamiento en los países subdesarrollados.

El otro problema es el de la tendencia a privilegiar la cantidad sobre la calidad, cuando la burocracia cientificista desplaza la importancia del contenido investigado, consiguiendo que los indicadores cuantitativos de producción científica, como pueden ser el famoso artículo o estudio publicado, se conviertan en la principal medida de validación en el ámbito de las ciencias.

Tal sobrevaloración de la cantidad por la burocracia científica no contribuye al avance real de la ciencia, sino que más bien la empobrece. Reevaluar la política científica, con un enfoque que considere aspectos monetarios, pero que no los reduzca a ellos es una necesidad para esa Argentina que hereda Milei como gobernante. Algo en lo que Videnskab, debería profundizar y darnos soluciones alternativas, pero no lo hace, prefiere lamentarse de antemano, hablándonos entre otros males, de algo tan irrelevante como el supuesto negacionismo que padece el nuevo presidente argentino. – .

Milei, por su parte, hace tiempo que ha declarado expresamente que no niega el cambio climático. Lo que él sostiene es la existencia de un ciclo natural de temperaturas en la tierra, siendo este en que vivimos el quinto punto del ciclo. Aquí la presencia humana marcaría una diferencia respecto a los anteriores[v]. Esta visión no alarmista es compartida muchos investigadores serios, entre ellos los firmantes del documento: “No hay emergencia climática”. Estos signatarios conforman una red global de más de 1800 científicos y profesionales que han hecho un llamado para que la ciencia climática sea menos política, mientras que las políticas climáticas se vuelvan más científicas[vi]. Lamentablemente la revista danesa parece no haberse enterado de la propuesta y prefiere responder con el anatema, al mas puro estilo medieval cuando de abordar la ciencia se trataba.

Tanto la discusión sobre si la ciencia debe ser financiada por el mercado o por el Estado, como aquella sobre si los cambios climáticos obedecen a causas naturales o humanas, suelen tener más un basamento ideológico que científico. Por ello, lo mejor es presentar los argumentos a favor y en contra de cada postura si se busca al menos un cierto grado de objetividad y sobre todo generar una dialéctica que nos lleve a la verdad científica. Sin embargo, esto no es lo que hace la revista danesa al tratar la figura de Milei, algo que para una publicación que se supone promueve la ciencia, es decir, la racionalidad, deja mucho que desear.

Referencias

[i] Argentinske forskere frygter fremtiden, når manden med motorsaven indsættes som ny præsident. https://videnskab.dk/kultur-samfund/argentinske-forskere-frygter-fremtiden-under-ny-praesident

[ii] ¿Qué ministerios quiere eliminar Milei y por qué? ¿de qué se encargan esos? https://cnnespanol.cnn.com/2023/11/19/milei-ministerios-eliminar-por-que-de-que-se-encargan-orix-arg/

[iii] . Política científica “sin sujetos”: Un paso en falso al Desarrollo.  https://periferia.com.ar/opiniones/politicas-en-ciencia-tecnologia-e-innovacion-sin-sujetos-un-paso-en-falso-al-desarrollo/

[iv] El CONICET abrió una nueva grieta, la de la burocracia científica. https://www.perfil.com/noticias/opinion/el-conicet-abrio-una-nueva-grieta-la-de-la-burocracia-cientifica.phtml

[v] Milei explicó qué piensa del cambio climático. https://youtu.be/txnCPF65oYg?si=MVgxHNxzprkhF9mD

[vi] World Climate Declaration There is no climate emergency (clintel.org).

Carlos M. Estefanía. Disidente cubano radicado en Suecia.

 

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