Cultura/Educación

Heras León

Por Zoé Valdés.

Me entero del fallecimiento de Eduardo Heras León. Nunca fuimos amigos. Pero en Cuba nos conocimos mediante Wichy Nogueras, que sí fue mi amigo.

Al Narra -ya saben que por usar la otra palabra en Facebook te prohíben- Heras, como se le decía, le gustaba mucho mi poesía, hasta que yo escribí y publiqué una segunda novela, la primera es tan lírica y hermética (censura y autocensura ‘oblige’) que ni yo la entiendo, la segunda entonces: ‘La nada cotidiana’, y me largué de Cagonia; entonces a partir de ahí, como mismo hizo el régimen, e hicieron otros escritores de su generación fidelista, el Narra Heras se dedicó a regar que yo jamás había sido escritora y además a negar que yo hubiera sido amiga de Wichy, de cuya obra se apropió después de la muerte de quien no sólo fue mi amigo, sino algo más.

No niego que su reacción me dolió cinco minutos, tal vez menos, porque yo nunca le hice nada a este señor, y por no hacerle, no le hice nunca ni el menor caso a su anodina grisura.

El Narra Heras fue uno de esos escritores revolucionarios tronados en algún momento por la revolución a la que esa misma revolución perdonó ulteriormente por no sé qué y al que le regaló -en prueba de su lealtad, probablemente- el Premio Nacional de Literatura Revolucionaria; supongo que sea revolucionaria porque nunca me he leído un sólo libro del Narra Heras, ni lo leeré nunca. Ni aunque me lo suplique Wichy desde el más allá.

Esto que hizo el Narra Heras no sólo lo hizo conmigo, según supe también ocurrió igual con Guillermo Cabrera Infante, imbuido tal vez por su amigo el secretario general del partido del ICAIC, Jesús Díaz; y además menospreció a Reinaldo Arenas, envidiando quizás su talento y valentía… O el éxito de los tres.

Que descanse en paz, ‘s’il peut’, quien (h)Eras León y convirtieron en Heras Minino.

Ah, y unos detalles que olvidé contar. Cuando presenté mi primera novela ‘Sangre azul’, en Cagonia, antes de irme, allí también él presentaba libro, en grupo, como todo lo de allá, no se dignó ni a saludarme, ya yo andaba con el grupo de cineastas underground y disidentes del ICAIC, la foto existe. Luego, años más tarde, en la Semana de la Novela Afro (la otra palabra tampoco se puede mencionar ahora) de Gijón, en España, me contaron que él, medio que organizó un mitin de repudio en mi contra junto a otro revolucionario escritor, Francisco López Sacha.

Zoé Valdés. Escritora y artista cubana e hispano-francesa. Nacida en La Habana, Cuba, 1959. Caballero de las Artes y Letras en Francia, Medalla Vermeil de la Ciudad de París. Fundadora de ZoePost.com y de Fundación Libertad de Prensa. Fundadora y Voz Delegada del MRLM. Ha recibido numerosos reconocimientos literarios y por su defensa de los Derechos Humanos.

Foto: Presentación de mi novela ‘Sangre Azul’, La Habana, 1993. Soy la única mujer en la foto.

“No me invitaron al lanzamiento de la novela, que estaba programado para La Feria del Libro cuando todavía se celebraba en las afueras de la ciudad, había que pagar las entradas en dólares o en 40 pesos cubanos por persona. Yo acababa de parir y estábamos arrancados. Mi dentista se ofreció para llevarnos a la Feria, no me dejaban entrar…”
(Pulse aquí para continuar leyendo el post en mi blog Zoé Valdés).

En la foto aparecen de izquierda a derecha: Francisco López Sacha, Pablo Armando Fernández, Eduardo Heras León, Félix Contreras, Zoé Valdés, y otros dos escritores. Feria del Libro de La Habana, 1993, en la que Zoé Valdés debió colarse brincando una cerca para poder asistir a la presentación de su libro sin ser invitada (leer en el enlace a su blog)

 

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