Por El Debate/RZP.
«Creo, sencillamente. Quiero disfrutar de la serenidad del creer, desligar el creer del sentir. Creo, mi Dios, y basta». Los componentes de Hakuna cantan, y más de 17.000 voces les siguen. Porque cuando cantan, en realidad lo que están haciendo es rezar. Y si, como decía san Agustín, el que canta reza dos veces, anoche era una ciudad entera la que elevaba su plegaria a Dios en forma de música.
«Es un regalo de Reyes. Dios, a través de nosotros, se vale para llegar al mundo», expresa Pepe Flores, uno de los integrantes del grupo, en conversación con El Debate. Estamos en el backstage, poco antes de comenzar lo que supondrá un hito en la historia del grupo fundado por Manglano: actuar en uno de los escenarios más importantes del país, con asistentes procedentes de todos los rincones de España (e incluso se escuchaba algo de francés, italiano y portugués)…
Nota de ZoePost: Felicidades a esta banda por su obra musical y su coraje. En los años ochenta existieron grupos de jóvenes cristianos que tocaban rock y que ensayaban en el Seminario de San Carlos y San Ambrosio en La Habana Vieja, en Cuba. Esto no se sabe en qué paró, pero el silencio lo dice todo. Si los cubanos se dedicaran más a hacer lo contrario de lo que dictan las modas reguetoneriles siniestras y demás, tal vez pudieran dedicarse a la composición y a la música, cantándole a lo que de verdad importa.