Por Marcos W. Sánchez/New York Post.
Juan Soto hizo swing, sintió un mal contacto y golpeó su bate con frustración. Juega con tal fuego que parece siempre encontrar la salida, su rodado en la sexta entrada es digno de furia.
Le tomó una entrada a Soto volver a hacer swing, un swing que cambió tanto sus emociones como el juego.
El jonrón de tres carreras de Soto en la séptima entrada coronó una gran entrada y ayudó a los Yankees a lograr una remontada de 5-3 sobre los Rays frente a 36,055 personas en El Bronx el viernes…
Pulse aquí para acceder al sitio y terminar de leer el artículo.