Por Blanca Lilia Mendoza Hidalgo y Enrique Godoy Durán.
Para Nedda Anhalt, con admiración y respeto.
Un mundo de sensaciones a cuales más diversas afloran en el alma y en el corazón de quienes tenemos la oportunidad de leer el libro Cubanos, que contiene una serie de entrevistas a personas que sufrieron los exilios de una hermosa isla, llamada la Perla del Mar, la de sin par belleza, Cuba.
El desgarramiento de verse obligados a salir de su amada isla, los forzó a tener una trayectoria de vida dura y dolorosa, donde pasaron vicisitudes sentimentales, económicas, educativas, laborales, entre muchas otras. El inmenso dolor perdura, como una herida no cicatrizada en sus almas. Su férrea voluntad para llevar una vida digna, los impulsó a trabajar con ahínco y los ha llevado a ser personalidades del orbe.
Sus plumas han descrito, de manera magistral, por medio de su literatura, una historia desgarrada, muchas veces vivenciada por los propios escritores. Novelas, ensayos, poesías, crónicas y más, exponen con una calidad inigualable, tantos asuntos de la vida real. Se percibe la belleza vegetal, intensamente verde de sus cerros, de sus valles, los olores a fresca brisa marina sobre el malecón, los atardeceres naranja y lila, bajo la quietud rítmica y seductora de la música que deleita y acaricia los sentidos, en un constante revivir cada momento de felicidad, de niñez, de juventud, de tradición, y ante todo de una familia, que en aquel entonces, permanecía unida.
Los y las escritores cubanos han sobresalido en el exilio por la calidad con que han expuesto sus trabajos ante el mundo, con esa capacidad de exponer el sentimiento desgarrado que conmueve su alma, aún de niños, en el exilio.
Ellos y ellas, han seguido la evolución de los hechos en su amada patria, a lo largo de la dictadura más grande en la historia de América. Eso les ha permitido sufrir, a distancia, los acontecimientos que les ha tocado vivir a sus compatriotas. Quienes con un implacable adoctrinamiento, sufren las consecuencias que deben soportar para sobrevivir.
A través de las entrevistas, puede sentirse ese hilo conductor del sentimiento que aflora en las voces de quienes fueron los protagonistas de una parte de ese infierno: cárcel, hambre, abuso sexual en las niñas, expropiación de bienes, miseria y una larga lista de cuántas cosas más.
Duele, como duele el alma al conocer una historia silenciada, que se da a conocer, por medio de la publicación de las entrevistas que realiza la connotada escritora: Nedda Anhalt, a quienes sufrieron en carne propia, ese duro y doloroso exilio, después de sufrir persecución, encarcelamiento y abusos, por parte de los usurpadores de la isla.
Los cubanos de corazón, en el exilio, han sabido poner en alto el nombre de su patria, porque se han destacado en el mundo de las letras, cuando desde su literatura, sus artículos periodísticos, sus ensayos, se han diseminado por el orbe, imponiendo la calidad de sus trabajos. De esa cuenta son ganadores y ganadoras de muchos premios en América y Europa, en diferentes países. Han incursionado en las altas esferas literarias y ganado muchos premios de instituciones prestigiosas, por la alta calidad de su literatura.
A pesar del dolor por la ausencia de la amada patria, el destierro insólito, se percibe una esperanza, una muy leve llama de luz que no se puede ni debe apagar, porque algún día brille en la isla, la hermosa luz de la libertad, tanto en lo físico, como en lo intelectual de sus compatriotas. Es decir, que conozcan la realidad, su verdad histórica y establezcan la diferencia entre la democracia y el autoritarismo.
Mientras tanto, los grandes intelectuales de la isla, siguen brillando, como un gran faro de luz que los espera, abren espacios intelectuales en los países donde llegan a vivir, en todo el mundo, donde destacan por su capacidad, como profesores en las universidades. Ofrecen conferencias sobre diversidad de temas con una calidad abrumadora.
Su capacidad intelectual se ha puesto a prueba en los años vividos en el extranjero, así se percibe en las entrevistas, son personalidades que van dejando su huella donde quiera que pasen. No hay que olvidar a las artistas Olga Guillot y la gran Celia Cruz, que lloró a su amada isla, hasta el último momento de su vida. Su proyección artística, llegó hasta los más lejanos rincones, con su música, su alegría y su voz. Y cuántos más que dejaron y van dejando, las huellas de su amor por su isla en sus trabajos artísticos, poéticos, literarios, y los inolvidables boleros.
Las diecisiete personas entrevistadas en el libro, Cubanos, son personalidades reconocidas por su excelente proyección literaria e intelectual y han relatado sus propias experiencias en la isla, antes de salir al exilio. Un exilio que en ningún momento fue fácil para nadie, pero que han sabido llevar con una dignidad absoluta, aunque a estas alturas de la vida, después de sesenta años de dictadura en la isla, siguen sufriendo persecución fuera de ella. ¡”Aunque usted no lo crea”!
Blanca Lilia Mendoza es poeta y cuentista guatemalteca y de Enrique Godoy Durán es novelista y difusor cultural guatemalteco.
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