Por José Luis Mendigutxia Salvador.
Debo reconocer que RT y Sputnik me proporcionaban momentos de diversión similares a la SER o El País. Por eso me apena su censura.
A los medios occidentales les queda mucha mili para llegar al nivel de desinformación del KGB Putin. Su escuela, la soviética, sigue siendo insuperable desde los años 50. La penetración en el mundo académico estadounidense y europeo o en los movimientos pacifistas de los años 60 y 70 estuvieron a punto de salvar un sistema corrupto que hacía de la mafia neoyorquina una empresa respetable. Su legado es el wokismo que padecemos y que Putin explota.
Echo de menos los informativos de RT, aunque Putin también se ha esmerado en blindar a los rusos de la contaminación de los “medios sionistas occidentales”.
José Luis Mendigutxia Salvador es economista español.
