Cultura/Educación

Entre la risa y la opresión: el papel del humor en la era estalinista

Por Carlos Manuel Estefanía.

Artículos anteriores de la Serie:

Humor y Fascismo en Italia.

Risa y Sombras: El Humor y la Realidad en los Primeros Años de la URSS.

El humor bajo el estalinismo no solo fue una herramienta cultural, sino también un reflejo de la naturaleza del poder. En palabras del historiador James Billington, la comedia genuina desapareció casi por completo en la era de Stalin, mientras que las formas de humor que exaltaban el régimen fueron alentadas como propaganda. Esto muestra cómo el humor, lejos de ser un espacio neutral, se convirtió en un campo de batalla político.

El humor como arma de Stalin

Pese a su reputación de líder severo, Stalin utilizaba el humor como una herramienta de control e intimidación. Su humor cínico y sarcástico no era espontáneo, sino calculado para consolidar su poder. Frases llenas de sarcasmo y burlas humillantes hacia sus opositores, como Bujarin o Trotski, servían para deslegitimarlos frente a sus seguidores. Incluso su autoironía, cuidadosamente dosificada, proyectaba una imagen controlada de humildad.

En los discursos de Stalin, las risas del público no eran naturales, sino respuestas planificadas, con anotaciones como «risas generales» registradas en las transcripciones. Esto demuestra cómo utilizaba el humor para manipular emociones y reforzar su autoridad.

Resiliencia literaria: la paradoja de Bulgákov

El escritor Mijaíl Bulgákov ejemplifica la complejidad del control cultural en la era estalinista. Autor de El maestro y Margarita, Bulgákov se encontraba en una posición paradójica: criticaba el sistema, pero recibía el interés y protección ocasional de Stalin. Según Katerina Clark, Stalin actuaba simultáneamente como censor y mecenas literario, evidenciando cómo la calidad artística a veces superaba las líneas estrictas de la política.

El cine humorístico: evasión y propaganda

Las comedias  fílmicas soviéticas de la época, como Los alegres muchachos o Volga-Volga, ofrecían un respiro ante la opresión. Estas películas combinaban humor ligero y música, proporcionando entretenimiento y un escape emocional. Sin embargo, no eran inocuas: integraban mensajes propagandísticos que promovían la camaradería y el ideal socialista, consolidando la narrativa del régimen.

El humor político como resistencia

Frente a la censura y el control absoluto, el humor clandestino floreció como una forma de resistencia. Los chistes políticos, conocidos como anekdoty, exponían las contradicciones del sistema. Aunque peligrosos —unos 200,000 ciudadanos fueron encarcelados por contar chistes subversivos en la década de 1930—, servían como válvula de escape y afirmación del pensamiento crítico.

El legado del humor bajo el estalinismo

El humor en la era de Stalin es un recordatorio de cómo la creatividad puede sobrevivir incluso en las condiciones más adversas. A través de la literatura, el cine y los chistes clandestinos, los ciudadanos soviéticos demostraron su resiliencia. Este legado subraya la capacidad del espíritu humano para encontrar luz en la oscuridad, convirtiendo la risa en una forma silenciosa, pero poderosa, de resistencia.

Fuentes:
Brandenberger, David. Political Humor Under Stalin: An Anthology of Unofficial Jokes and Anecdotes. Makarenko, Víktor. «О вкладе товарища Сталина в теорию и практику юмора». Lauchlan, Iain. Laughter in the Dark: Humor under Stalin.

Carlos M. Estefanía es un disidente cubano radicado en Suecia.

”La vida es una tragedia para los que sienten y una comedia para los que piensan”

Redacción de Cuba Nuestra
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