Cultura/Educación

El renacimiento de Balzac

Por Gloria Chávez Vásquez.

Toda la felicidad depende del coraje y el trabajo. He tenido muchos períodos de miseria, pero con energía y sobre todo con ilusiones, los superé a todos.

                                                                                    Honoré de Balzac

Justo en este momento en que la ignorancia y una revolución retrograda y anticultural busca destruir la historia cancelando entre otros, el legado de las artes, aparecen nuevas traducciones y ediciones al castellano y otros idiomas, abriendo el apetito de los lectores cultos por La Comedia Humana y la vida de su autor, Honoré de Balzac.

Stephan Zweig lo consideró el novelista por excelencia y una especie de Napoleón de la literatura. Marcel Proust estudió su técnica literaria para desarrollar su novela En busca del tiempo perdido. La Comedia Humana está catalogada como uno de los mayores proyectos narrativos de la historia de la literatura. Está compuesta de 87 novelas interconectadas que —por su profundidad— superan con creces el objetivo (137) que Balzac había proyectado. Retratan la sociedad francesa en una época que comprende la caída del Imperio Napoleónico hasta la Monarquía de Julio (1815—1830). Sus escritos influyeron a escritores como Zola y Dickens y a  cineastas como François Truffaut; sus novelas han sido llevadas al cine y continúan inspirando el mundo intelectual.

Sus críticos, sin embargo, tienden a desestimar la vida del autor y a su obra. El menos cruel ha dicho que su vida resulta aburrida. El más vil la cataloga de inexistente. Gabriel Garcia Márquez dijo que no igualaba a Alejandro Dumas porque no podía haber escrito El Conde de Montecristo, según él la novela perfecta.  Pero Balzac nunca validó a sus detractores y a sus críticos más feroces respondió: ¿Cómo podemos explicar la perpetuidad de la envidia, un vicio que no se rinde?

Lo cierto es que como dice Christopher Domínguez, la epopeya de Balzac no cabe en ninguna de sus novelas. Por cada crítico que ha vaciado sus frustraciones en el autor de La prima Bette o Padre Goriot, surgen innumerables lectores  ansiosos por disfrutar las crónicas personalizadas de la sociedad francesa de su tiempo. Este era el propósito de Balzac al concebir la idea (1832) de una serie novelada que integrara la vida privada de sus congéneres, personajes típicos, comunes y corrientes, y según él, competir con el registro civil.

La sicología de Balzac está impregnada en su narrativa. Es la lucha del ser emocional con el ser intelectual. En su infancia, su padre trata de mantenerlo alejado de su familia para evitar lidiar con este chico hipersensible e impredecible. Pasa 4 años con una nodriza y siete en un internado donde no tenía vacaciones. En el colegio se burlan de él por su figura rechoncha y sus excentricidades. Siempre tiene hambre y sus padres no le envían suficiente dinero. Fue mal estudiante porque el sistema de memorizar le repelía. Estas experiencias tempranas son el génesis de su exitosa novela Louis Lambert (1832).

Solo la pasión por la literatura  y la frialdad de unos padres burgueses, lo alejan de sus cuitas infantiles y lo motivan a leer hasta enfermarse; con un diploma y sin trabajo en su carrera de leyes (1819) se compromete con su padre por dos años: si fracasa como escritor se empleará como notario. Tras la caída de Napoleón, Bernard François, su padre, pierde su puesto al servicio del estado. La familia se muda a las afueras de París. Balzac entra en contacto con la literatura anglosajona, admira a Washington Irving y a James Fenimore Cooper. Pero la relación conflictiva con su madre y su insistencia en que sea más práctico y realista, lo lleva a pensar en el suicidio. Confiesa a un amigo haber intentado arrojarse desde un puente al rio Loira.

El amor es la poesía de los sentidos, dice Balzac, añorando el amor de madre en sus relaciones con mujeres mayores. Por otra parte piensa que es más fácil ser un amante que un marido por la sencilla razón de que es más difícil ser ingenioso todos los días que decir cosas bonitas de vez en cuando. Ha encontrado el apoyo económico en Laure Junot, Duquesa de Abrantès, una viuda rica que lo ama y lo consiente como a un hijo. No es él un galán, pero es sensible y leal a sus amores. Es tan absurdo decir que un hombre no puede amar a una mujer todo el tiempo, escribe él, como decir que un violinista necesita varios violines para tocar la misma pieza de música. La relación lo rescata de los abusos de su familia.

Escribe todas las noches, a punta de pan y café.  Se somete a una vida de fracasos y miserias con la esperanza de producir una novela que perdure. Le toma ocho años de fríos y calores en una buhardilla, escribir Los Chuanes, una narración histórica basada en la rebelión bretona contra el gobierno republicano de 1799, el mismo año de su nacimiento, un 20 de mayo. Por fin puede vivir de lo que escribe y la fama le llega dos años después con La piel del dolor un relato fantástico, conocido también en español como La piel de zapa. A pesar de ser buen negociante, es incapaz de equilibrar su economía; gasta dinero compulsivamente; sus deudas le acosan y debe escribir aceleradamente para pagarlas. Pero Balzac es disciplinado: escribe sin parar y con precisión, relatos sobre la sociedad, historias góticas y cuentos fantásticos. Tiene una capacidad prodigiosa para el detalle psicológico y científico. ​

Mientras se gana la vida (1820—1825) y desarrolla el arte de la ficción, escribe una serie de novelas populares y sin mérito literario en colaboración con amigos y firmado con seudónimo que se publican en varios periódicos.  En uno de sus impulsos compra una editorial y lanza unas ediciones de lujo con las obras de Molière y LaFontaine que termina comprando él mismo. Su aspiración comercial le lleva al fracaso y a más deudas. Con frecuencia se deja timar hasta la ruina. Pero en lugar de recatarse, busca el placer, como gran hedonista de su época, lo cual le atrae el ridículo y la burla de la aristocracia de entonces. El vicio es tal vez el deseo de aprenderlo todo, se justifica. El exceso en su vida social y en su trabajo causa mella en su constitución física y moral.

En 1832 ha comenzado correspondencia con Madame Ewelina Hanska, esposa de un conde polaco, dueño de extensas propiedades en Ucrania. Llega un momento en que busca la salvación en su protectora, con quien ha entablado amistad y a quien conoce en Suiza. Mantienen una relación intermitente entre cartas y encuentros en ciudades de Europa. Cuando muere el esposo en 1841 Balzac propone matrimonio pero es rechazado. Viaja a Ucrania para cuestionarla pero cae gravemente enfermo. Finalmente se celebra la boda el 14 de marzo de 1850. Pero el viaje de regreso a Francia impacta la salud de Balzac ya que venía con una herida en su pierna que degenera en gangrena. Muere en Paris el 18 de agosto del mismo año. Al entierro acuden figuras como Frederic Lemaître, Gustave Courbet, Alejandro Dumas, padre e hijo. Victor Hugo preside las exequias y la elegía a su gran amigo:

A partir de ahora los ojos de los hombres se volverán a mirar los rostros, no de aquellos que han gobernado, sino de aquellos que han pensado.

                                                                               

Gloria Chávez Vásquez es escritora y periodista.

 

 

2 Comments

  1. Ray Luna

    Gracias

  2. Heidys Yepe

    Genial. Muchas gracias.

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