Por Félix Rizo.
“El sol no se ha puesto aún por última vez.”
Pastora, ¿eres tú? ¿Sí, o no? Ah, la sobrina. No, no, no cuelgue, Pensamiento. Le conocí la voz. No se preocupe que tía está aquí al lado mío. ¿Estás ocupada Pasto? Sí, niña, es Pensamiento. No estás muy ocupada. ¡Qué bueno! Oye, sí. Ay, Pastora, amiga, ¿Qué hacías? Te pregunto, niña. Ah, durmiendo a Marilú. Oh.
No duerme bien de noche; ya veo. Oye, perdóname que te haya interrumpido así sin aviso ni nada a la media tarde cuando sé lo ocupada que estás, nena. No, no. Lo sé, niña, lo sé. Pero, no podía aguantar un segundo más, Pastora. Tengo que decirte algo que te vas a caer para atrás. Sí. Sí. ¡Increíble!
¡Me tocó a mí! ¡Pastora, te imaginas! ¿Tocó? Sí, amiga hermosa, que me tocó la suerte, al fin. Me llegó la carta, la esperada joya. Aquí me la acaba de entregar el cartero: es el premio mayor, Pastora.
Si ves cómo estoy llorando, parezco una puta sin clientela. ¿Cuánto? Creo que mucho, no sé todavía. Para decirte la verdad, no he podido ni leerla bien. Sé que dice que usted ha ganado cerca de …
Después la cerré, ay, la cerré, Pastora, tuve que cerrarla porque si no me da algo. Cuando le vi los numeritos en rojo que te dicen que eres la ganadora absoluta. ¡La puse sobre la mesa por tonta que soy! Cerré los ojos y dije, ahora sí me llegó la suerte.
Perdona, Pastora, pero estoy con un nerviosismo fatal. Estoy temblando de derecha a izquierda y hasta por las caderas y el bajo vientre.
¿Qué no sea boba? Mira, si te digo la verdad, no sé ni qué hacer. ¿Llamar al lugar ahora? ¿Estás loca, Pastora? ¿Tú quieres que me tengan que llevar al hospital ahora mismo con la boca llena de baba? ¡Cómo si fuera tan fácil! ¡Ni que tú fueras la ganadora!
Sí, sí, Pastora, tiene que ser algún día, pero primero debo hacerme una rogación de cabeza estilo vudú, tres cambios de ropa interior y teñirme hasta el pelo púbico de azul de metileno…
No sé, o tal vez debo tirar buches de ron por toda la casa. O buscarme un desinfectante y pasármelo por entre las piernas o hasta darme cadenazos por las nalgas
Tiene que existir algo que me saque de este nerviosismo que me tiene las uñas en sangre viva. Ay, ya no sé ni lo que digo. Estoy hecha tierra.
¿Debo estar contenta? Pues no lo estoy. ¿Qué te parece? No lo estoy, Pastora. ¿Tú lo estás? No eres la del premio. Bueno eso, lo sé. Aunque, debo admitir que estoy un poco contenta. Solo un poco. Y entonces, en el próximo minuto ya no lo estoy. Lo que estoy en con las bragas embarradas de caca, ¿qué crees?
¿Qué me pasa? Nada, Pastora. Estoy que si me paro de esta silla me orino por todo el pis. Eso es lo que me pasa.
¡No es para tanto! Claro, porque el premio no lo tienes tú. Claro que esto es nuevo para mí. Pero, hasta cierto punto no lo es. Lo es, pero no lo es. Tú me comprendes. ¡Ay , tú mejor que nadie me debía comprender, Pastora! Eres mi mejor amiga. Nos conocemos desde la primaria.
¿De qué color es el sobre? Azulito palidito. Como un cielo en octubre. ¡Me quema las manos, Pastora! Si de nada más olerlo me sale un olor a paja quemada por la nariz que me ahoga. ¿Qué te vas ahora a dormir a Marilú? ¿Me dejas, así como así? ¿Tú no sabes que estoy deshecha?
No me cuelgues, Pastora, porque me doy candela ahora mismo. Es lo que quiero hacer, morirme hecha ceniza y polvo gris. Fíjate que me estoy cayendo del butacón. ¿Cómo? ¿Paciencia, me dices? No tengo nada. ¿Cómo? ¿Te vas y me dejas? Vete, entonces, mala amiga. ¿Me dejas para que llame sin apoyo alguno? Ni que me hicieras un favor…Pues no voy a llamar.
Colgó la muy desgraciada. Ya no se puede creer ni en las amigas. ¡Qué horror! Y yo comiendo una uña tras otra como si fuera un alma sin piedad. ¿Tendré paciencia para hacerme varios baños con canela y miel para suavizar los espíritus de esta casa y después llenarme de valor y llenarme de valor para llamar por teléfono a la agencia?
No puedo, no puedo. Este es el sobre. ¿Lo abro? No, sí, sí. ¿O me lo como mejor? Aquí veo y no veo a la misma vez. Ese es el número: 780 873 2940. Voy a marcarlo, aunque me recojan hecha mierda al caer la noche.
Ya está dando timbre. Rinininirirnig. Sigue sonando y todavía ni he leído la cantidad que me gané. Riininininnniing. ¡Me muero, Santa Efigenia! Me van a matar estos desgraciados del premio. Rininnininiinnig ¿No habrá nadie ahí? Son esas viejas patitiesas que son las secretarias de hoy en día que solo se las pasan chismeando en el trabajo sin hacer nada en absoluto.
Félix Rizo es escritor.
Alguien habla: usted ha llamado a la organización general de asuntos de premiaciones unidas de la república. Esta conversación será grabada. Por favor, preste atención a las instrucciones.
Si ha recibido una carta con el número de identificación entre los números: 293,484,939,384 y 793,202,938,434 pulse el número ocho.
Ay, tengo que buscar ese número. No estaba preparada para números. ¡Qué número tan complicado! ¿Dónde me dijo que el número porque yo no lo veo por ningún lugar? El número, ¿cuál me dijo. ¿Cuál? Señora, no sea agresiva y hable más alto que no veo ese número. Aquí hay doscientos mil números, ¿cuál de ellos será?
Si no encuentra ese número, por favor, dele vuelta a la hoja de papel y busque en la esquina izquierda inferior del segundo papel de 8 por 11 pulgadas, la clave escrita y pulse la tecla %.
¡Ay, ciervos de la montaña! ¿Dónde estará la clave que esa vieja quiere? ¿Qué es clave, Santa Marta? Yo soy una guajira de campo adentro. Ni leer bien sé, señora y usted me está hablando de claves. Yo no tengo la menor idea de lo que es una clave. ¿Será que dijo Clavel y yo entendí mal? Todavía no me gano ni un sello de correo.
Si no encuentra la clave escrita en la parte inferior a mano izquierda de la segunda hoja de papel, entonces, por favor, busque ese sobre que es muy importante y ábralo en dos y vea la anotación dentro del mismo que dice CULEBRILLA. Al encontrarla, pulse la tecla F
Ay, el sobre, si yo lo tiré al piso de los temblores. Lo menos que pensaba yo era en la importancia del sobre. Tengo que tirarme al suelo como una babosa a buscarlo. Ay, y yo tan vieja, yo este reuma de la edad. ¡Qué cosas! A ver si se me ensucia el delantal y se me estropea el moño que me hice esta mañana. Aquí está. Gracias, mis santos y mis buenos espíritus. Por poco lo boto y dice esta vieja que es lo más importante. ¿Quién iba a decir? Ay, estoy que me suda hasta el omóplato. (Rompe el sobre en dos). Por aquí debe estar la anotación. Sí, sí. Aquí dice CULEBRA. Tengo que tocar la letra F.
Estimada concursante: su llamada es muy importante para nuestra organización. Espere unos segundos, por favor. Y estaremos con usted.
Claro que espero, hija, si yo no tengo nada qué hacer con mi vida. Soy una vieja ya acabada y sin remedio. Eso sí, con ese premio me voy a hacer nueva: tetas, culo y hasta el himen me lo pongo de nuevo. Ahora, tengo que secarme el sudor de la cabeza, del ojo derecho, del esternón. Ay, estoy mojada como si me hubiera caminado debajo de un aguacero. La vocecita esa otra vez.
Escuche con atención el nuevo menú que ha sido alterado recientemente.
Si su nombre empieza con V, pulse el 344
Si su nombre empieza con H pulse el 325
Si su nombre no empieza con V o H pulse el 00034
No, hija, te lo aseguro que mi nombre no empieza ni con H ni con V. Tengo que pulsar el 00034. Ay, perdón, cometí un error, señorita. Pulsé el 000333 y no el 000334. No sé, estoy con la mirada nublada y hasta los oídos me están zumbando. Yo se lo dije a Pastora, esto no es para mí. ¡Qué va!
Lo sentimos mucho. Su llamada no puede completarse con ese número que ha marcado. Por favor, pulse de nuevo y no cometa más errores.
Hija, eso mismo te estaba diciendo. Dije que cometí un error al marcar 00034 y no el otro, el que tú me dijiste. Porque este tibiritabara es tan complicado que hasta la moquera me está chorreando de la nariz.
Lo repito de nuevo: usted ha pulsado un número equivocado. Por favor, espere. Su llamada es importante para nuestra organización.
Si yo no he pulsado nada todavía. Estaba hablando como una loca. Porque soy una vieja loca. Escríbalo en un papel. La que se ganó el premio es una vieja loca que no sabe ni leer ni escribir bien como lo manda Dios. Pero, te juro, Pastora, que la culpa es tuya por no querer ayudarme. Si yo sé que esto es tan difícil, hubiera esperado a llamar cuando tú estuvieras aquí presente en carne y hueso, porque la tecnología moderna no se lleva nada de nada conmigo. ¿No te lo dije, Pastora, que esto es peor que parir? No hija, no, mejor es ahogarte en una charca de agua sucia que llamar a estos lugares siniestros a reclamar nada. Mire señora, mi amiga Pastora sí es buena para todo este menjunje. Ella tiene más cerebro que yo…
Por favor, querida concursante, escuche el siguiente mensaje que es de infinita importancia para todos los concursantes de este nuevo premio. A todos los colaboradores que forma parte de la compañía: AEROSTÁTICA MELONEROS, oprima el 8.
Oiga, señora, no conozco ese nombre. Yo no creo que eso sea para mí. ¿Es un tipo de melón genético o algo así? Porque yo soy muy bruta. Fíjese que, si me caigo en un matorral, como hasta yerba. Así que ya sabe bien con quién está lidiando usted. Nada fácil, señora.
Concursante, si no es parte de los colaboradores de la AEROSTÁTICA MELONEROS, oprima el número 34456, seguido de las letras, C, A, C,A, F, O.
Ay, Santo Cristo, cada vez estos números y estas letras se ponen más largos y yo que sólo fui a tercer grado y ni lo terminé. ¿Cuál números son esos? ¿Son números de ahora o de antes de yo cursar el primer grado? Suenen tan raro que me parece que yo nunca los estudié… Déjame tratar de hacer algo con esta vieja.
Usted ha pulsado el número 34456, pero no las letras necesarias, por lo que será necesario investigar a fondo quién es la persona que ha llamado.
Al fin, Señor. Al fin van a investigar. Cuando abran la carpeta de mi vida y vean el desastre de mujer que soy yo, la cierran y del golpe me dan el premio.
Querida concursante, por favor, póngase relajada y responda sin temor a las siguientes preguntas que son necesarias para poder establecer la identidad de los concursantes a este gran premio que se otorga a nuestros concursantes una vez cada veinte años.
Mire, pregunte lo que le dé la gana. Ya yo estoy que ni me sudan las muelas. Pregunte y yo respondo y acabe de una vez por toda de soltar la plata que si alguien la necesita en este barrio soy yo: Si no venga por estos lares y pregunte lo que le dé la gana. Sepa que tengo infinidades de testigos que han visto entre la miseria donde vive esta vieja que le habla.
Concursante, escuche, por favor. Si tiene una radiografía del ano, pulse el 45. Si no tiene una radiografía del ano, pero sí una de los pellejos debajo de los pechos, pulse el 68
¿Y si estos momentos no tengo ni una ni otra, hija? ¿Quién va a pensar que para ganarse un dichoso premio hay que responder a ese tipo de pregunta? Mire, ¿quiere que le diga la santa verdad? Yo no me hago radiografías de nada hace muchos años. Y mire, toco madera para que vea que estoy sanita como una manzanita. Gracias a Dios.
Lo sentimos mucho, querida y amable concursante. Si no tiene ninguna radiografía corporal, cerebral o extracurricular, cuelgue ya. No puede concursar esta vez por falta de recursos.
Pero a mí no me dijeron nada de esto, de radiografías, hija. Si este concurso llegó a mis manos sin yo pedirlo. Mire hágame el favor de ponerme ahí a su supervisora porque el premio es mío. ¡De eso puede estar usted segura! Ni que yo no conociera a ustedes las viejas de estas organizaciones que son unas ladronas expertas y quieren robarme mi premio.
Magistral concursante, ahora me despido. Hasta la próxima vez y no se olvide de comprar los productos que vende nuestra marca internacional de AEROSTÁTICA MELONEROS. Productos para nunca envejecer, y sentirse siempre llena de vida y belleza. Adiós.
¡Colgó la muy miserable! Malditos de mierda, malditos, ay, voy a estar llorando mil cien días… Mira lo que voy a hacer con esta carta de mierda. Me la voy a comer, a comer completa con sobrecito azul y todo, para que vean, carajo. Que conmigo no se juega. Pero, primero voy a llamar a Pastora para hacerla sufrir como una cucaracha y para que aprenda a ser hija de puta con su mejor amiga…
Sí, Pastora, ¿me estás oyendo bien, Pastora?